Este artículo se publicó hace 2 años.
Sánchez y Aragonès se reunirán para buscar una solución a la crisis por el 'caso Pegasus'
En una conversación muy seria mientras esperaban la llegada de Ursula Von der Leyen para el cierre de la Reunión del Cercle d'Economia, Aragonès le ha comentado que el escándalo de espionaje "es muy grave" y ha insistido en la necesidad de una reunión formal entre los dos presidentes para hablar de ello.
Madrid-Actualizado a
La primera conversación cara a cara entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès tras el estallido del 'caso Pegasus' ha durado apenas tres minutos. Pero parece que simplemente será la previa de una reunión formal entre ambos presidentes para abordar la crisis, todavía sin fecha ni escenario. El lugar de este breve cruce de palabras ha sido el Hotel W de Barcelona, donde ambos esperaban la llegada de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, para las últimas sesiones de la Reunión del Cercle d'Economia, que desde el miércoles se ha celebrado en este escenario.
En el pequeño diálogo que han mantenido Sánchez y Aragonés —ambos con rostros muy serios—, el presidente de la Generalitat le ha espetado "es urgente que hablemos cara a cara. Esto es muy grave", según fuentes del Govern.
La respuesta de Sánchez ha sido "sí" a la petición de celebrar una reunión formal, pese que en ningún caso se ha concretado ni cuándo ni dónde. Fuentes de la presidencia del Gobierno añaden que Sánchez le habría transmitido que "hay que resolver la situación", a la vez que "hay que pensar en los catalanes", en una referencia velada a la necesidad de romper puentes de diálogo entre ambos ejecutivos. Ambos se han emplazado a concertar esta reunión formal.
Es la primera vez que los dos presidentes coinciden desde que trascendió el espionaje a más de 60 independentistas
Es la primera vez que los dos presidentes coinciden desde que trascendió primero el espionaje a más de 60 líderes y personas relacionadas con el independentismo, entre ellas el propio presidente de la Generalitat, y luego que los teléfonos móviles del mismo jefe del Ejecutivo central y la ministra de Defensa, Margarita Robles, también habían sido infectados con el software Pegasus. La situación incluso se ha agravado porque la directora del CNI reconoció el espionaje a 18 independentistas con autorización judicial, entre ellos Aragonès, aunque Moncloa se ha desligado de ello.
Justo en el momento en que Aragonès y Sánchez estaban hablando, a escasos metros de la puerta del hotel, partidos y entidades independentistas se han concentrado para volver a denunciar el caso Pegasus y reclamar una investigación a fondo y transparente del espionaje que han sufrido por parte del CNI. La concentración ha congregado a algunos de los espiados, como el diputado y líder de ERC en el Ayuntamiento de Barcelona, Ernest Maragall, o el diputado de la CUP Carles Riera, además de a dirigentes de Junts, Òmnium o la ANC.
Sánchez obvia cualquier mención al Pegasus
Posteriormente, en su discurso ante el foro económico, Sánchez ha pasado por alto cualquier mención explícita a Pegasus.
Sánchez ha centrado su discurso en cuestiones económicas y europeas
Al inicio de su intervención, que ha sido fundamentalmente económica, el presidente del Gobierno se ha limitado a expresar su "profundo respeto por Catalunya" y ha reiterado su "firme voluntad" en "continuar avanzando en el diálogo, la negociación y el acuerdo". "No hay mejor propósito que construir convivencia para que nuestros ciudadanos vivan en sociedades sin fracturas", ha añadido Sánchez, que ha continuado su discurso hablando de Europa y de la necesidad de reforzar su unidad —en la línea de lo que previamente había manifestado Von der Leyen— y en desgranar algunas de las prioridades económicas de su Gobierno, que fundamente pasan por garantizar la creación de "empleo digno", así como asegurar la "justicia social" con un Estado del bienestar "fuerte".
Más allá de esta mención a la apuesta por el diálogo, Sánchez ha centrado su discurso en cuestiones económicas y relacionadas con Europa. Entre otros aspectos, ha destacado que en los "últimos tres años, Europa y sus dirigentes nos hemos enfrentado a crisis formidables" —ha citado la presidencia de Trump, la gestión de la salida del Reino Unido de la UE, la pandemia de la covid-19 y la guerra en Ucrania— y "cada vez que nos hemos enfrentado a la disyuntiva de qué hacer y qué no, hemos optado siempre por la mayor integración de Europa, por unirnos y no dividirnos. Hemos optado por hacer más fuerte y mejor nuestro proyecto común, que es Europa".
En el plano económico, considera que España "está respondiendo con solidez pese a la guerra y los efectos adversos todavía de la pandemia", algo que se nota "especialmente" en la mejora de un mercado laboral con "récord de empleo y de contratos indefinidos". A la espera de notar un mayor impulso de los fondos europeos Next Generation, Sánchez reconoce la existencia de temas preocupantes como la desigualdad y una inflación que está golpeando especialmente a las familias más vulnerables. En este sentido, ha reivindicado que la apuesta de su Gobierno es crear "más empleo digno" a la vez que reforzar "las políticas sociales".
Pese a admitir que el momento actual está marcado por las "turbulencias", el presidente del Gobierno se ha mostrado convencido que estas "pasarán" y que, en cambio, quedarán la creación de empleo digno, la reducción de la precariedad laboral -gracias al gran incremento de los contratos indefinidos- o unas pensiones que se revaloricen con la inflación. Para mejorar la situación ha apuntado como clave conseguir "la unidad de acción" que, según él, "nos pide la ciudadanía" y, de esta manera, "huir de la confrontación estéril".
Von der Leyen quiere "acabar con el chantaje" del Kremlin
La otra protagonista de la sesión de clausura de la última jornada de la Reunión del Cercle d'Economia ha sido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. Recibida con la que, probablemente, ha sido la mayor ovación de todo el acontecimiento, ha sido distinguida con el premio a la construcción europea que da el lobby económico y que el año pasado recayó en Mario Draghi, actual primer ministro de Italia.
En su intervención, Von der Leyen ha puesto énfasis en que Europa afronta un momento decisivo y, como es lógico dado su cargo, ha hecho una defensa encendida del proyecto de construcción comunitario, que según su opinión ha dado pasos muy importantes los últimos años. Ha citado como hitos cuestiones como la compra conjunta de vacunas, la aprobación de los fondos de reconstrucción económica Next Generation o las sanciones impuestas a Rusia por la invasión de Ucrania.
La presidenta de la Comisión también ha insistido en la necesidad de reducir la dependencia energética de Rusia "para acabar con el chantaje del Kremlin" y, en este sentido, ha subrayado la importancia de acelerar la implantación de las renovables y la apuesta por proyectos como el hidrógeno en los que España puede jugar un papel clave como hub en el sur del continente de la energía que llegue de África. En un guiño hacia el auditorio, ha terminado su discurso citando al músico Pau Casals, un catalán universal, símbolo de la paz y "comprometido con la libertad humana" después de recordar su negativa a actuar en un régimen fascista como fue la España franquista.
Con todo esto, pese a que el caso Pegaus lleva ya casi tres semanas sacudiendo la política española —y la catalana—, se puede decir que el escándalo de espionaje se ha quedado este viernes a las puertas del Hotel W, sin llegar a penetrar en el escenario de un foro que reúne a parte de la élite política, empresarial y económica de Catalunya.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.