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Argentina procesa a un periodista por delitos de lesa humanidad

ANA DELICADO

En un fallo sin precedentes, la Justicia argentina ha procesado por primera vez a un periodista por crímenes de lesa humanidad. Habla la madre de un subversivo muerto fue el título del artículo que publicó la revista Para Ti en 1979, basado en una falsa entrevista a una mujer que estaba en ese momento detenida-desaparecida en la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), uno de los centros clandestinos de represión más cruentos de cuantos existían en Argentina.

El juez federal Sergio Torres es quien ha procesado al ex editor jefe de la revista, Agustín Bottinelli, por el delito de coacción. 'El objeto del reportaje habría sido poner en duda u ocultar la práctica de detenciones ilegales y desapariciones forzadas, incluida la de la propia entrevistada, y de difundir la idea de que la existencia de las desapariciones era una mentira sembrada por las organizaciones de derechos humanos', señala el auto del magistrado.

La mujer víctima de aquella entrevista apócrifa se llama Thelma Jara de Cabezas, y era madre de un joven, Gustavo Cabezas, que con 17 años había desaparecido en 1976. Nunca más lo encontraron. Buscando su paradero, Thelma pasó a integrar la asociación Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas. El 30 de abril de 1979 fue secuestrada. Según el magistrado, 'se encuentra probado que Bottinelli, valiéndose de la situación amenazante que atravesaba la mencionada Jara de Cabezas, respecto de su vida y su integridad física, arbitró los medios necesarios para que se le realizara la mencionada entrevista, resultando su acción apta para vulnerar el bien jurídico protegido por la norma, para luego fraguar su contenido y ordenar su publicación en la revista Para Ti'.

El semanario tenía en aquel momento una tirada de 80.000 ejemplares. Todavía sigue en circulación. 'La revista desempeñó un papel trascendente en la acción psicológica de la dictadura (1976-1983), unida a la revista Gente y a otra que se llamaba Somos, todas pertenecientes al grupo Atlántida, la editorial más poderosa de Argentina en aquel entonces', cuenta a Público Pablo Llonto, abogado de Jara de Cabezas.

'Para Ti llegó a desembarcar en España , aunque fracasó', añade el letrado. 'De hecho, Bottinelli fue enviado a España cuando comenzó la democracia, en 1983-1984, para abrir una oficina que pretendía ser la rama española de la editorial Atlántida. Cuando se inició esta causa, en 1984, él ya estaba allí'.

En el momento en el que se realizó el reportaje estaba de visita en Argentina la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la OEA. Era septiembre de 1979. 'Esta Comisión había llegado a la Argentina después de haber intentado durante varios meses ingresar al país para comprobar lo que se estaba denunciando en el exterior sobre las violaciones de derechos humanos', apostilló Llonto. 'Durante la visita de la CIDH salió este reportaje junto con otras operaciones de prensa que atacaban a la Comisión, con tapas de revistas que pedían que se investigara la violación de derechos humanos en la Unión Soviética'.

'Lo hacés si querés. Acá no se obliga a nadie a hacer lo que no quiere. Pero si no querés, puntos suspensivos'. La sugerencia a Jara de Cabezas, apenas disimulada en lo que era una clara amenaza, provino del ex militar Ricardo Cavallo, condenado en 2011 a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad.

Para realizar la entrevista, fue cerrada para la ocasión una confitería de la ciudad de Buenos Aires. 'Allí concurrieron un periodista y un fotógrafo que fueron enviados por la revista. Se encontraron con un escenario en el que estaba Thelma, acompañada por otro señor, rodeados por una serie de personajes. Después declararon que ella no estaba tranquila, pero se terminó haciendo el reportaje', cuenta el abogado.

La mujer estaba en situación de cautiverio y tortura cuando fue sacada de la ESMA. Le compraron ropa, la llevaron a la peluquería, y luego la trasladaron a la confitería. Junto a ella estaba otro joven en cautiverio, también en la ESMA, al que hicieron pasar por su sobrino. En las mesas de al lado se apostaban miembros del grupo de tareas que operaba en la ESMA, vestidos de civil. 'El reportaje fue concertado por alguien de la Marina [que manejaba la ESMA], algo que Bottinelli niega', denuncia Tollón.

'Le compraron ropa, la llevaron a la peluquería, y luego la trasladaron a la confitería para la entrevista' El hijo de Jara de Cabezas era un militante juvenil de Montoneros. 'El periodista que fue a hacer la nota dijo años más tarde que le había llamado la atención que el texto que finalmente publicó la revista no era el que él había enviado, y que eso lo tenía que haber editado Bottinelli. Thelma cuenta que en la medida de lo posible había dejado traslucir que era una madre que estaba buscando a su hijo desaparecido', continúa el abogado.

La revista iba dirigida en general al público femenino con temas que giraban en torno a la moda y con consejos cotidianos a madres y abuelas. Pero en aquella edición donde salió Jara de Cabezas, aparecía en sus páginas interiores la madre de un subversivo que denunciaba cómo la organización guerrillera Montoneros engañaba a los familiares, y cómo los organismos de derechos humanos en realidad se dedicaban a mentir. 'Bottinelli terminó tergiversando más la entrevista, poniendo en boca de Thelma que los asuntos de los derechos humanos eran en realidad una cuestión de los comunistas', reseña Llonto.

'El papel que cumplió el periodismo durante la dictadura es uno de los más oscuros del mundo', puntualiza el letrado, que además es periodista. 'Salvo pocas excepciones, el resto de la prensa apoyó el golpe de Estado, lo sostuvo, y realizó acciones día a día sobre la población para hacernos creer que en la Argentina no se violaban los derechos humanos y que la dictadura era necesaria y justificada. A los que somos periodistas, nos duele todo ese aparato de prensa que mostró ese lado tan perverso'.

Comienza ahora para Bottinelli una etapa de la causa que culminará en un jucio oral el año que viene, siempre que la Cámara Federal a la que probablemente apele confirme el procesamiento. El exeditor ha sido además embargado por un millón de pesos argentinos, casi 100.000 euros al cambio oficial. Entre tanto, el abogado de Jara de Cabezas apelará la decisión del juez para que cambie el delito de coacción por el de participación en la privación ilegal de libertad de su representada.

Desde que comenzaran los juicios por crímenes de lesa humanidad en Argentina, 538 personas vinculadas con la dictadura han sido condenadas. La mayoría cumple su condena en las cárceles federales.

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