Armengol admite "complejidades" para el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso, pero buscará el consenso
La implantación de esta medida supone un desafío logístico al requerir de sistemas técnicos, traductores e intérpretes. Aun así, la socialista se muestra firme en su compromiso y espera que se pueda cumplir "lo más rápido posible".
La nueva presidenta del Congreso, la socialista Francina Armengol, ha puntualizado en su segundo día en el cargo que la implantación del uso de las lenguas cooficiales -el catalán, el euskera y el gallego- en los plenos "tiene sus complejidades" en cuanto a medios, por lo que va a estudiar las "posibilidades técnicas" con las que cuenta la Cámara Baja. Aun así, se muestra firme con su compromiso que espera poder cumplir "lo más rápido posible".
Armengol ha señalado en una entrevista en la Cadena Ser que hará una ronda previa con los grupos parlamentarios "para que sea una posición de consenso y hacer cumplir este objetivo con la eficiencia técnica que ello supone".
La socialista ha insistido en que España es un país "con una riqueza maravillosa, con identidades y pueblos diferentes y con idiomas cooficiales. Un país con diversidades que nos hacen grandes", y ha incidido en que esta España "real" debe trasladarse al Congreso, como sede de la soberanía nacional.
No obstante, Armengol ha reconocido la complejidad de su implantación debido a las necesidades técnicas y ha dicho que "hay que ver las posibilidades que tengamos". Se trata de un desafío logístico que requerirá de una inversión económica al precisar de sistemas tecnológicos, traductores o 'pinganillos'.
Superar las barreras al gallego en la Administración
La Mesa pola Normalización Lingüística, la mayor plataforma no oficial de defensa y promoción del uso del gallego, ha enviado una carta a todos los diputados y diputadas gallegas en el Congreso en la que les reclama que empleen ese idioma "en todas sus intervenciones".
En el documento, firmado por el presidente de la organización, el profesor e historiador Marcos Maceira, considera que la posibilidad de emplear el gallego en el Congreso constituye "un primer paso esencial para poner fin a todas las barreras al gallego en la Administración y los poderes del Estado".
La Mesa recuerda que el uso del gallego tanto en el Parlamento como en las instituciones de la UE es también un primer paso para cumplir "las indicaciones del Consejo de Europa sobre las lenguas propias en la justicia, la Administración y la educación".
"Garantizar iguales deberes y derechos en todas las lenguas es una tarea pendiente que se debe solucionar en esta legislatura", señala Maceira.
No hay que modificar el reglamento del Congreso
El uso de las lenguas cooficiales en la Cámara Baja ha levantado las críticas de la derecha. El nuevo secretario tercero de la Mesa, Guillermo Mariscal del PP, ha acusado a Armengol de no tener facultad política "para decidir lo que debe hacerse en el Congreso" y que para tal medida debería modificarse el reglamento.
Sin embargo, en el reglamento del Congreso no hay referencias al idioma que deben utilizar los diputados en la Cámara ni en su capítulo primero y segundo referido a los derechos y prerrogativas de los diputados, ni en el artículo 70 referido a la marcha de los debates en el pleno.
En todo caso, sería la presidenta del Congreso la que teniendo soberanía para interpretar la norma pueda decidir sobre su uso. Aunque en este caso Armengol ha asegurado que buscará el consenso y hablará con todos los grupos parlamentarios, además de con los servicios técnicos del Congreso.
El caso del Senado marca un precedente. Actualmente, en la Cámara Alta se pueden debatir en otros idiomas las mociones que van al pleno y también las iniciativas en las comisiones.
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