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Los asesinos del ex concejal escaparon en un coche 'legal'

La Policía cree que utilizaron el vehículo de un conocido al que le cambiaron las matrículas.

ÓSCAR LÓPEZ-FONSECA

Nadie ha denunciado su robo. Ni en España ni en Francia. Tampoco fue abandonado por los terroristas una vez cometido el atentado. El vehículo en el que huyeron los etarras que asesinaron de cinco disparos al ex concejal socialista en el Ayuntamiento de Arrasate-Mondragón, Isaías Carrasco, tiene perplejos a los investigadores de la Policía, la Guardia Civil y la Ertzaintza, según han confirmado a Público fuentes de estos cuerpos.

Y ello a pesar de que a las pocas horas del asesinato la Policía autónoma vasca enviaba a sus agentes un mensaje para que buscaran un vehículo concreto: un Seat Córdoba gris con matrícula de Bilbao. Sin embargo, el coche no ha aparecido, y los investigadores empiezan a tener dudas de que sea del modelo y la marca que en un primer momento difundieron.

De hecho, el único testigo de la huida de los etarras, una mujer de avanzada edad que aseguró haber visto subir al autor de los disparos a un vehículo, sólo ha sido capaz de describir el mismo como “gris y sin culo”. Los investigadores han intentado que la testigo identifique el modelo exacto mostrándole fotografías de la parte trasera de los modelos que, como ella asegura, no tienen “culo”. Sin embargo, ha sido incapaz de concretar porque, como ha reiterado a los agentes, “no entiendo de coches”.

Visto en el peaje

Pese a esta falta de concreción de la testigo, los investigadores de la Ertzaintza centraron sus investigaciones desde los primeros momentos en la búsqueda de un automóvil de color gris, de la marca Seat y modelo Córdoba o Toledo. El motivo es que la Policía autónoma vasca había detectado poco antes del atentado en un peaje de autopista un vehículo sospechoso de color gris de uno de estos dos modelos –tampoco pudieron concretar cuál– que llevaba matrículas falsas. Los encargados de la investigación están convencidos de que era el mismo que habían utilizado los etarras en el asesinato.

Sin embargo, el hecho de que el coche finalmente no apareciera como es habitual –los expertos antiterroristas creen que los miembros del comando tienen un garaje no muy lejos del lugar donde se cometió el atentado y que allí ocultaron el vehículo minutos después de tirotear al militantes socialista– y que, además, no haya tenido noticia de ninguna denuncia reciente de robo de un coche de esas características, ni en el País Vasco ni en Francia, ha llevado a los expertos antiterroristas ha plantear como principal hipótesis que el automóvil es legal, es decir, que los miembros del comando se lo pidieron a algún familiar o amigo y que, simplemente, le doblaron la matrícula para impedir su identificación. “Incluso pueden haberse limitado a trampearla con esparadrapo negro para cambiar algún número o letra”, reconoce a este diario uno de los agentes que interviene en las pesquisas.

En este sentido, varias de las fuentes policiales consultadas por Público recuerdan que los miembros del comando Elurra, autores, entre otros, del atentado de la T4, utilizaron en numerosas ocasiones sus vehículos particulares para desplazarse a los lugares donde iban a atentar gracias a su condición de legales, es decir, de no fichados. También ahora, parte de los investigadores se decantan por creer que los autores del asesinato no están en los archivos policiales. “No me extrañaría que hubiese sido alguien ligada a la kale borroka con ganas de hacer méritos”, recalca un agente consultado.

No obstante, ante la falta de indicios, la Policía no se atreven a descartar que el etarra que empuñó la pistola sea un liberado, es decir, un terrorista fichado que se hubiera desplazado desde Francia. En ese caso, la pieza del coche legal no encajaría. “Tal vez porque estamos buscando el automóvil equivocado”, concluye un alto responsable policial.

 Con peluca o con barba

Los escasos testigos del asesinato de Isaías Carrasco no se ponen de acuerdo a la hora de describir al autor de los disparos. Uno asegura que éste, vestido de negro, llevaba una peluca larga. Otro, sin embargo, afirma que ocultaba su rostro con una poblada barba postiza. Los investigadores dan más credibilidad al segundo.

Alto o estatura media

 Los testigos también discrepan en la estatura del terrorista. Uno insiste que era alto –en un primer momento la  Ertzaintza buscó a uno de los integrantes del ‘comando Vizcaya’, Jurdan Martitegi, que mide casi dos metros–, mientras que el segundo testigo habla de un joven de  estatura media, sobre el 1,80 metros. Este dato coincide con los datos arrojados por el estudio sobre la trayectoria de los disparos.

El segundo etarra

No se sabe si es un hombre o una mujer, ya que la única persona que vio el vehículo, la mujer de avanzada edad que no es capaz de concretar el modelo del mismo, ha asegurado que sólo vio al autor de los disparos montarse en el asiento del copiloto, pero que desde donde estaba no se veía a quien estaba al volante.

Una pistola 'limpia'

Lo único que sí tiene claro la Ertzaintza es que la pistola utilizada en el atentado dispara munición de 9 milímetros parabellum y que no había sido empleada con anterioridad en ningún otro atentado. Es lo que en la jerga policial se denomina un arma ‘limpia’.  

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