Este artículo se publicó hace 2 años.
La Audiencia Nacional acepta la estrategia procesal de Villarejo y le entregará sus agendas
El juez García Castellón había denegado entregar directamente estos documentos que el antiguo comisario siempre llama sus "diarios personales" y que le fueron incautados durante un registro hace ya tiempo.
Madrid-Actualizado a
La Audiencia Nacional ha ordenado al juez Manuel García Castellón, que investiga a José Manuel Villarejo, que entregue al antiguo comisario una copia de las agendas que le fueron incautadas en un registro, informa la agencia EFE. Se trata de agendas del periodo de 26 de marzo de 2007 a 5 mayo 2016 que le fueron incautadas en el año 2020, tres años después de su detención y una primera incautación de documentación entre las que también había otras tres agendas, las del periodo 9 de mayo 2016 al 2 de noviembre de 2017, el día antes de su detención.
Villarejo llevaba meses reclamando esta medida porque considera que estas antiguas agendas son fundamentales para poder defenderse. Sin embargo, el propio García Castellón había rechazado anteriormente en un auto devolver las agendas a Villarejo con el argumento de que podía consultarlas, como el resto de abogados. Esta documentación no se había incorporado al sumario más que a través de apuntes sueltos en oficios temáticos a varias piezas pero se podía consultar en el juzgado a puerta cerrada sin posibilidad de fotografía; solo se permitía la toma de notas.
La sección tercera de la Sala de lo Penal, no obstante, ha estimado el recurso que interpuso el excomisario, investigado por múltiples tejemanejes en otras tantas piezas separadas del denominado caso Tándem, contra el auto del juez García Castellón que le denegaba el acceso a lo que Villarejo siempre llama sus "diarios personales".
Estos "diarios personales" son, en concreto, 16 agendas repletas de las anotaciones de sus reuniones y encuentros a lo largo de los años, con multitud de siglas que hacen referencia a los interlocutores del excomisario, y que pueden servir de prueba en numerosas piezas de esta causa.
Tres de las libretas, las incorporadas al sumario y que, por tanto, no son parte de este recurso del comisario cuentan los acontecimientos ocurridos desde el 9 de mayo de 2016 hasta el día 2 de noviembre de 2017, justo el día antes de la detención del comisario ya jubilado. Los manuscritos se encuentran a disposición de las partes con derecho de descarga en el propio sumario.
Tres años más tarde, otras 13 agendas fueron localizadas "en su casa" con anotaciones del 26 de marzo de 2007 al 5 o 6 de mayo de 2016, que no fueron incorporadas dentro del sumario por el juez.
La decisión, plasmada en un auto fechado este viernes, se ciñe en concreto a las piezas número 7 y 28. La siete es la conocida como caso Kitchen, sobre una supuesta operación parapolicial y política con centro en la información sobre mordidas que guardaba el extesorero del PP Luis Bárcenas urdida en 2013 desde el Ministerio del Interior y determinada facción del Partido Popular, y en la 28, la que provocó el registro de 2020 en la que se investiga una supuesta comercialización de información reservada urdida por Villarejo mientras se encontraba en prisión provisional.
El juez García Castellón rechazó devolver las agendas a Villarejo no sólo, como se ha comentado anteriormente porque podía consultaras, como el resto de abogados, sino porque se trata de piezas de convicción.
Estos argumentos, en opinión de la Sala, son válidos para desestimar la entrega de las agendas que, como eventuales medios de prueba documental, deben permanecer en las actuaciones, pero no para rechazar entregarle una copia, como pidió Villarejo de manera subsidiaria.
Todo ello porque, dicen los magistrados, el excomisario, en su condición de parte en el procedimiento, hizo esta petición en el ejercicio de sus derechos, que sólo quedan exceptuados en el caso de documentos secretos o reservados, condición que no consta que así sea.
Villarejo nunca ha reconocido que las anotaciones que le ha mostrado el fiscal en alguna ocasión en el juicio sean de "su puño y letra", aludiendo a "los grandes falsificadores que hay en el CNI", y ha considerado un "insulto" que le pregunte por las agendas cuando no las habían devuelto.
Las agendas de Villarejo son una guía de sus audios
Como ya se ha narrado en anteriores ocasiones, un análisis de Público, tras cruzar con las agendas decenas de cortes de audios incorporados a la causa, concluye que la práctica mayoría de los apuntes de las agendas de Villarejo resumen en dos líneas lo hablado en cada uno de los contactos personales o telefónicos que ha tenido y grabado el comisario durante todo un día porque rara vez desconecta la grabadora.
En otras palabras: las agendas son una suerte de guía de audios que facilita al comisario, en días posteriores, el cortado de los mismos y su archivo posterior por conversación y proyecto o personaje.
Por tanto, los apuntes de las agendas tienen casi siempre como respaldo un archivo de audio, no son anotaciones que corroboren audios o viceversa: agendas y audios son lo mismo. Cuestión distinta es el grado de veracidad que pueda darse al contenido de las conversaciones grabadas, porque Público detecta que, en no pocas ocasiones, se trata de diálogos guionizados para preconstituir pruebas falaces contra alguien o dotarse de una coartada a futuro según los casos.
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