Este artículo se publicó hace 3 años.
Ayuso roza la mayoría absoluta y suma más que toda la izquierda tras el hundimiento del PSOE
La movilización favorece a la derecha. Vox y PP suman 78 escaños, nueve por encima de la mayoría absoluta. El PSOE pierde casi diez puntos y se ve superado por Más Madrid, cuya candidata, Mónica García, se sitúa como alternativa a la presidenta. Iglesias
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Los resultados de las elecciones en Madrid fueron estos, con el 99,7% escrutado: PP, 65 escaños –a cuatro de la mayoría absoluta– y 35 más que en 2019; Más Madrid, 24 escaños, cuatro más; PSOE, 24 escaños, trece menos; Vox, 13 escaños, uno más; Unidas Podemos, 10 escaños, tres más. Ciudadanos se quedó fuera de la Asamblea al no superar el 5% de los sufragios. La mayoría absoluta está en 69 con lo que la suma de PP y Vox la supera ampliamente: 78 escaños entre ambos, 20 más que toda la izquierda. Este resultado ha llevado al líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, a "dejar todos los cargos": "No contribuyo a sumar".
La campaña de las amenazas y las balas, una de las más tensas que se recuerdan, provocó una fuerte movilización, que reclamaba la izquierda, pero que acabó por beneficiar a la derecha. La presidenta Isabel Díaz Ayuso obtuvo el 44% de los votos –28 puntos más que el siguiente: Más País– y más escaños en solitario de los que sumaba con Ciudadanos –63 escaños tenían– y ha logrado más del doble de los diputados que tenía la pasada legislatura.
Además, uno de los objetivos del PP –una de las medidas del éxito– era superar en diputados –y en votos– en la Asamblea a los tres partidos de la izquierda y también lo ha logrado. El PP, 65, y PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, 58. Díaz Ayuso, así, tendrá las "manos libres" que había pedido para gobernar cuando convocó las elecciones. La diferencia con Vox es tan grande que el partido de ultraderecha tiene difícil entrar en el Gobierno si Díaz Ayuso no quiere.
Aún así, el PP va a necesitar los diputados de Vox para alcanzar la mayoría absoluta. Santiago Abascal felicitó a la presidenta por su "extraordinaria victoria". "Damos por buenos los resultados para Vox. Son excelentes para España. Se ha producido una contundente derrota del Frente Popular. Vox será decisivo en los dos próximos años en Madrid", dijo.
Ayuso convocó estos comicios después de que Ciudadanos presentara una moción de censura en Murcia –hoy fracasada– y se ha merendado todo el voto de sus exsocios, con lo que el partido de Inés Arrimadas corre peligro de haber recibido un espadazo gravísimo que está por ver si es mortal. Desaparece de la Asamblea en solo dos años: de 26 diputados a cero después de tener medio gobierno.
El PP interpreta que estos resultados permiten a Pablo Casado enterrar el fiasco en Catalunya y le da la ocasión de subirse a la ola Ayuso y lograr el objetivo clave y central de toda la estrategia: que el voto de Ciudadanos regresase al PP. Y, con ello, reunificar si no todo el voto de derechas, al menos sí el grueso del mismo, y situarse como una alternativa real y seria al PSOE de Pedro Sánchez.
Al balcón de Génova, salieron los dos juntos: Díaz Ayuso y Casado. Este dijo, entre gritos de "libertad": "Díaz Ayuso será la presidenta que merece Madrid. En estas elecciones se ha votado una forma de hacer política. Ha ganado la libertad. Ha ganado la concordia y la convivencia. Ha ganado Madrid. Mañana lo hará en toda España".
"Libertad es empezar a la manera de cada uno. El sanchismo no lo ha entendido. España es otra cosa. España empieza en Madrid. Madrid es España. Aquí viene lo mejor del mundo a vivir en paz y en libertad. A la madrileña, claro que sí. Os prometemos dos años de libertad para bajar los impuesto y vamos a gobernar con respeto", dijo Ayuso.
Más País supera al PSOE
La izquierda, a pesar de la fuerte movilización que pedían y obtuvieron, y de la subida de Más País y de Unidas Podemos, que entre los dos aportaron siete escaños más, no fue capaz de rentabilizar la mayor participación debido al hundimiento del PSOE, que se ha dejado más de diez puntos –del 26% al 16%– y trece escaños.
Para los socialistas es un fracaso sin paliativos y supone el peor resultado en Madrid en la serie histórica. Los vaivenes en la estrategia –Gabilondo arrancó alejándose de Iglesias para después echarse en sus brazos– y la implicación primigenia del presidente Pedro Sánchez, después rectificada, llevarán con seguridad a una nueva catarsis en Madrid, un territorio en manos del PP –tamayazo mediante– desde hace 26 años.
Los próximos comicios en la Comunidad serán dentro de dos años y los socialistas deberán ahora afrontar un escenario muy complicado al verse superados en votos por Más Madrid. Mónica García se ha convertido en la alternativa a Isabel Díaz Ayuso ante la incomparecencia del socialista. La candidata de Más Madrid, médica en el Hospital 12 de octubre se ha llevado el voto de los aplausos. "Hay dos modelos claros: el de la ley de la selva y el modelo del Madrid de la empatía, del futuro de la protección de derechos.
Asumimos este compromiso. Lideramos la alternativa y el cambio en la Comunidad de Madrid. Me pongo a trabajar para dentro de dos años. Es el anticipo de la alternativa que me comprometo a construir. No desesperen. No se den por vencidos. Cada día seremos más y mejores", manifestó García.
Gabilondo dijo: "Lo lamento. No he sido capaz de abrir esos espacios para un debate sosegado. las cosas han ido planteadas en otros términos. Lo primero son resolver los problemas de la ciudadanía".
El secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, reconoció el fracaso en Madrid, pero lo circunscribió a esta Comunidad y lo desvinculó de un resultado global con la idea de proteger el Gobierno de España, que los socialistas comparten con Unidas Podemos.
Mientras, Unidas Podemos y Pablo Iglesias, el gran agitador de la campaña y uno de los artífices de la histórica participación electoral se quedó en diez escaños. Aunque mejora los resultados y cumple con parte del objetivo –la influencia de Unidas Podemos– sin embargo, la llamada a luchar contra el fascismo se quedó corta. Al PSOE –y, por extensión, a toda la izquierda– no le sentó bien la dicotomía entre fascismo y democracia. Iglesias reconoció el "éxito de la derecha trumpista" y lo tachó de "tragedia".
"Nunca Madrid había sido tan diferente del resto de España", dijo Iglesias. Luego, soltó la bomba: "Tengo la conciencia absoluta de haberme convertido en un chivo expiatorio. La inteligencia política tiene que estar por encima de cualquier otra consideración. Ser útil a Unidas Podemos es mi mayor aspiración. No contribuyo a sumar. Dejo todos mis cargos. Dejo la política entendida como política de partidos. No voy a ser un tapón para una renovación de liderazgos que se tiene que producir en nuestra fuerza política". Iglesias alabó a Yolanda Díaz y a Rita Maestre.
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