Cinco meses después de que José María Aznar sacudiera con saña a Mariano Rajoy desde la tribuna del XVI Congreso Nacional del PP, ayer se mostró igual de combativo con su sucesor al frente del partido. Ocurrió en la clausura del XI cónclave de las Nuevas Generaciones (NNGG) de Madrid.

El ex presidente del Gobierno no hizo ninguna mención expresa a Rajoy, que había excusado su presencia por tener comprometida la asistencia al congreso del PP de Almería, pero no hacía falta ir muy lejos para concluir quién era el destinatario de gran parte de su discurso. “Una cosa es determinante: si salís a jugar, si salís al partido, salid a ganarlo”, recomendó, para después añadir el remate: “En política no se está ni para empatar ni para heredar”.

Con estas palabras, el presidente de FAES se sumaba a las tesis de algunos críticos del PP que acusan a su líder de pasividad, de estar a la espera de heredar la  presidencia del Gobierno de Zapatero sin más.

Aznar se sabía entre los suyos. Cerraba posiblemente el congreso más conservador y neoliberal de cuantos han celebrado las bases del PP. Esperanza Aguirre se encargó de preparar a los cachorros para el ex presidente alabando las declaraciones de Pablo Casado durante el Congreso del PP de Madrid: “Os habéis atrevido a decir que hay héroes como Miguel Ángel Blanco y canallas como Che Guevara ”.

Aznar tampoco ahorró ataques al Gobierno. España, dijo, debe recuperar “el rumbo” para “volver a ser” una de las mejores democracias y evitar que le sigan “prestando sillas” en las citas internacionales. El ex presidente dijo haber acudido al auditorio de las Rozas, donde se celebró la cita, para contar “cuatro” ideas desde su “experiencia” y desde “cierta perspectiva histórica”. ¿Cuál es entonces la receta que propone Aznar? El antecesor de Rajoy se mostró convencido de que para llegar al Gobierno “hace falta construir una buena alternativa y para ello hay que ejercer una buena oposición”.

Los diputados Gabriel Elorriaga y Manuel Pizarro, la ex ministra Pilar del Castillo y los cargos más fieles de Esperanza Aguirre en la Comunidad de Madrid escuchaban con atención el discurso de su ex líder, que había subido al escenario al grito de “presidente, presidente”. Antes de despedirse, el antiguo inquilino de Moncloa lanzó un recordatorio: “Cuando no hemos dado la batalla han ocupado nuestro terreno”.

También en sintonía con la presidenta del PP madrileño, Aznar insistió en que en política “lo importante no es eliminar los complejos, lo importante es defender los principios sin complejos”. “El que tenga complejos, que se los sacuda, pero mucho tienen que sacudirse esos progres de pacotilla”, sentenció.