Este artículo se publicó hace 16 años.
Los batzokis del PNV, también en la diana de la kale borroka
Las sedes del partido nacionalista han sufrido un centenar de ataques en los últimos tres años
La presión del entorno radical de la izquierda abertzale no siempre se ceba en el PSE y el PP. Los batzokis -sedes del PNV-se han convertido en objetivo prioritario de los violentos, hasta el punto de haber sufrido casi 100 ataques de la kale borroka en menos de tres años.
En esta coyuntura, militantes y cargos públicos del PNV escuchan a veces atónitos reproches como el realizado por el presidente de Cantabria a las pocas horas del atentado de ETA que acabó en Santoña con la vida del brigada Luis Conde. "Yo señalo directamente al PNV (...) Está dando alas a la banda terrorista", proclamó Miguel Ángel Revilla, enojado por la consulta popular y la postura contraria del lehendakari Ibarretxe y de su partido ante las últimas ilegalizaciones de EHAK y ANV.
Lo dicho por Revilla era llover sobre mojado. Porque el PNV vive desde hace años una curiosa situación: los aparatos más conservadores del Estado le acusan de ser "cómplice" de ETA, mientras que el entorno más radical de la izquierda abertzale presiona al partido de Iñigo Urkullu por "español" y "negociante" con Madrid.
"No te voy a decir que nos estamos acostumbrando, porque a esto no te acostumbras nunca, pero sí intentas que te influya menos cada día". Con estas palabras, el presidente del PNV en Santurtzi, Edorta Rodrigo, explica el sentir general de sus bases por los seis ataques sufridos en los batzokis del municipio desde 2006. El partido nacionalista ha ido ganando peso en esta populosa localidad -de 47.300 habitantes- de la margen izquierda del Nervión, un feudo tradicional socialista. Y en las elecciones municipales de 2007, arrebató el gobierno local al PSE en un momento delicado.
Pasquines amenazantes
"La mayor presión que se ha sufrido aquí fue entonces, cuando ANV reclamaba dos concejales, pese a la ilegalización de su lista. Se recibieron cartas con amenazas, y a un edil le pegaron pasquines en el portal. También aparecieron pasquines por el pueblo con las fotografías de dos de nuestros ediles acusándoles de lapurrak -ladrones-", recuerda, a la vez que reconoce que "hay gente que sufre mucho más, cargos del PP o del PSOE que deben ir con escolta por ETA".
Otro lugar donde el PNV ha padecido especialmente el azote de la violencia callejera es Lekeitio, un municipio pesquero con apenas 7.300 habitantes donde los partidos constitucionalistas no tienen ni un solo representante. La presidenta allí del partido nacionalista, Jaione Arrasate, denuncia también los intentos de otras formaciones para, "con falsas acusaciones", relacionar al PNV con la violencia. "Porque resulta que las decisiones que se toman en Madrid, como las ilegalizaciones, las pagamos nosotros aquí. Cuando la izquierda abertzale era legal, la convivencia era mayor". Y recuerda, además, que el PNV siempre ha rechazado la violencia, tanto de ETA como de "los Guerrilleros de Cristo Rey, el Batallón Vasco Español o del GAL. Y otros no pueden decir lo mismo", afirma.
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