Entrevista a Borja San Ramón"Podemos es necesario en cualquier proyecto de cambio que pretenda gobernar este país"
A Coruña-Actualizado a
El nuevo coordinador nacional de Podemos en Galicia es el responsable autonómico más joven del partido. Secretario de Organización de la formación en la comunidad desde 2018, Borja San Ramón asume que la etiqueta de afín a Yolanda Díaz que le hemos asignado los medios es tan difícil de despegar como fácil de explicar, porque siempre ha defendido, asegura, la unidad y el acuerdo en torno a proyectos políticos que den resultados a los ciudadanos más que a las organizaciones políticas. Nacido en Ferrol en 1991, dejó la universidad para ponerse a trabajar vendiendo seguros a media jornada en plena crisis financiera, y empezó a militar en Podemos cuando emergió la contestación social contra una clase política a la que esa ciudadanía joven veía incapaz de resolver sus problemas.
Usted se define como "aprendiz de jurista", ¿por qué decidió dejar sus estudios universitarios?
La vida te lleva a veces por unos derroteros distintos a los que habías planeado. Antes de empezar en 2018 como secretario de Organización de Podemos Galicia estaba trabajando y preparando una oposición relacionada con el tema jurídico, con la intención de aprobarla y luego terminar la doble carrera de Derecho y Administración de Empresas, que había dejado unos años antes. Durante los últimos cuatros años ha sido difícil ponerme a otras cosas, pero mi objetivo es terminar, al menos Derecho.
Pertenece a esa generación a la que le sorprendió la crisis financiera en esa edad en la que no has dejado del todo tu vida académica pero tampoco has tenido tiempo para encauzar tu vida laboral. Mucha gente tuvo que dejar sus estudios y ponerse a trabajar, ¿fue su caso?
Mi familia es de clase media, mi padre era profesor del Conservatorio de Ferrol, que hoy dirige, y aunque es verdad que el primer año que estudié en A Coruña tenía que ir y volver en autobús porque nuestras posibilidades económicas no permitían que yo viviera de alquiler allí, nunca atravesamos tantas estrecheces como para que tuviera que dejar de estudiar. Más bien fue por cuestiones personales, y porque me atrapó este rollo de la política cuando iba en tercero o en cuarto de carrera.
Parte de esa generación parece de nuevo desencantada con la política.
Yo he entrado en la antigua sede de Podemos en Madrid en 2015 y había cien personas trabajando de las que el 75% o el 80% eran menores de 24 años. Como muchos otros yo siempre estuve en segunda, en tercera o en cuarta línea, pero le dedicamos mucho tiempo a eso y sufrimos un enorme desgaste físico y emocional. No teníamos experiencia pero sí muchas ganas, y aquello dio resultados: sacamos setenta diputados, entramos en muchos parlamentos autonómicos, gobernamos un montón de ciudades… Una vez cerrado aquel ciclo político con las últimas elecciones generales, parte de esa generación que vivió aquel proceso tan de cerca ahora se está resituando.
¿Su proyecto en Galicia pasa por recuperar a esa gente que puede sentirse desencantada?
Ya hemos empezado a hacer ese trabajo de renovación acompañada de experiencia. De las 24 personas que iban conmigo en la lista, 19 o 20 nunca habían tenido cargos de responsabilidad a nivel gallego, y de los candidatos en las seis ciudades gallegas, seis nunca lo habían sido antes. Además, ahora hay mayoría de mujeres en la ejecutiva.
"A los que ganan unas primarias les toca dirigir, y a los que no, acompañar y apoyar"
Juan Carlos Monedero apoyó a la candidatura que rivalizaba con usted.
Juan Carlos es un compañero más, y como cualquier compañero tiene derecho a apoyar a quien considere. De eso van las primarias. Los militantes, los inscritos y los círculos de Podemos Galicia han hablado y han apoyado mayoritariamente a nuestra candidatura, que tiene el 75% de la nueva dirección. Y yo estoy completamente de acuerdo con lo que dice Juan Carlos: a los que ganan unas primarias les toca dirigir, y a los que no las han ganado, acompañar y apoyar.
Se lo pregunto porque el posicionamiento de Monedero, más que contra usted, se entendió como un posicionamiento de la ejecutiva estatal contra el proyecto de Yolanda Díaz.
Yo me pasé todas las primarias hablando de Galicia, de mi proyecto para Galicia, para el ciclo político que se abre de cara a las municipales y a las autonómicas. No me he movido de ahí, ni he hablado de nada que no sea eso. Además, en mi candidatura había dos personas de la ejecutiva estatal. No voy a entrar en otras lecturas.
¿Cuál es su visión sobre el proyecto de Sumar?
No quiero que parezca que me escondo ante la pregunta, pero es que yo me he presentado a las primarias a coordinador nacional de Podemos Galicia y tengo muy claras mis competencias en una organización federal y plurinacional. En primer lugar: a mí me toca preparar el próximo ciclo político con las municipales y las autonómicas en Galicia. Segundo: quien tiene que preparar la candidatura para las elecciones generales es la dirección estatal del partido, y en ese sentido tengo mucha confianza en Ione Belarra y en Lilith Verstrynge para que Podemos esté en una candidatura para las próximas generales que logre gobernar este país. Y tercero: en Podemos Galicia siempre hemos sido partidarios, y lo llevamos demostrando desde 2014, de acuerdos amplios que signifiquen los mejores resultados no para las organizaciones políticas, sino para que se puedan implementar políticas positivas para la ciudadanía. Para sacar el máximo número de diputados y lograr gobiernos que puedan cambiar a mejor la vida de la gente. Nunca hemos sido sectarios ni lo vamos a ser, siempre hemos sido generosos y vamos a seguir siéndolo. Vamos a empujar para conseguir las candidaturas más amplias, representativas, plurales y ricas posibles. Y algo obvio: al final quienes van a decidir son los inscritos, porque se va a celebrar una consulta, como siempre se hace en esta organización.
A usted, que es amigo de la vicepresidenta, ¿no le gustaría que ella le apoyara si usted se presentara a las elecciones municipales o a las autonómicas?
Es que Yolanda Díaz ya ha dicho que el proyecto que está preparando es para las elecciones generales, y que no se va a mezclar ni en unas autonómicas ni en unas municipales. Es su decisión. Se puede estar de acuerdo con ella o no, pero es una decisión legítima.
No digo que Sumar se vaya a presentar a las elecciones, hablo de apoyar. Con Sumar o sin Sumar, ¿a usted le gustaría que hubiera un respaldo tácito o explícito de Díaz a las candidaturas de Podemos Galicia en las municipales?
Me pide que valore algo que no se va a dar.
Es decir, que Díaz no va a venir a apoyar a Podemos Galicia
Ella ha dicho públicamente que no va a participar ni en las municipales ni en las autonómicas. Y yo me tengo que atener a eso. Si cambia de opinión y la hace pública, pues entonces ya le contaré, pero mientras su posición sea esa, no puedo valorar otra situación.
¿Ha hablado de esto con la vicepresidenta, habla con frecuencia con ella?
No. La última vez que la vi fue en el acto de Sumar en A Coruña [el 2 de diciembre]. Yo con quien hablo con frecuencia es con la gente de mi organización, estoy centrado en Galicia.
¿Va a ser usted el candidato de Podemos en las próximas elecciones autonómicas?
Eso es algo que tienen que decidir los inscritos en este partido.
Sí, pero para que los inscritos puedan decidirlo usted tiene que presentarse a unas primarias, ¿lo hará?
Nunca he eludido las responsabilidades. Nunca he tenido ningún problema con eso y nunca lo voy a tener, pero es una decisión que tiene que tomar la dirección de la organización y que tienen que refrendar los inscritos y las inscritas.
¿Se refiere a la dirección gallega o estatal?
A la de Galicia, claro.
"A veces los desencuentros dependen más de las relaciones interpersonales que de posiciones políticas"
En ocasiones da la impresión de que los problemas del espacio político en el que se mueve Podemos, tanto en Galicia como en el resto del Estado, viene más por desencuentros personales que por diferencias ideológicas, estratégicas o de planteamiento.
La política siempre ha ido de personas, y las personas tienen sus virtudes y sus defectos. Y es verdad que a veces los desencuentros dependen más de las relaciones interpersonales que de posiciones políticas, pero en Podemos Galicia siempre hemos trabajado para superarlos y crear marcos comunes de entendimiento. Todos hemos tomado buena nota de lo que pasó en 2019, y que hay cosas que no se pueden volver a repetir: tres o cuatro listas del mismo espacio político enfrentadas en unas municipales. Toca priorizar candidaturas comunes para conseguir resultados que signifiquen un cambio en cada ciudad y en cada pueblo, que permitan consolidar o conseguir gobiernos de progreso y de transformación. Y eso no se va a lograr si no somos capaces de aunar fuerzas y de trabajar conjuntamente, teniendo claro que Podemos es necesario en cualquier proyecto de cambio que pretenda gobernar para transformar este país. No es sólo la hoja de ruta de la dirección gallega de Podemos, yo creo que es algo de lo que son plenamente conscientes las ejecutivas locales, que ya lo están implementando. Nosotros tenemos candidatos en cincuenta municipios elegidos hace dos meses, en sitios grandes pero también en municipios pequeños, con proyectos muy chulos: en A Teixeira, en O Carballiño, en Viveiro, en Barreiros… Apostamos por acuerdos amplios con otras fuerzas de nuestro espacio político, y ese trabajo también lo estamos haciendo y está dando resultados: en Ourense, en Lugo, en Santiago…
¿En A Coruña también? Lo digo porque el desencuentro con Marea Atlántica hace que un acuerdo para las municipales parezca imposible.
Podemos tiene que estar presente en las próximas elecciones municipales. Nuestra marca tiene que estar presente, nuestras candidatas tienen que estar presentes y nuestros programas tienen que estar presentes. Programas que hablan de refuerzo de los servicios sociales, de transparencia, de auditorías, de reglamentos de participación ciudadana que el 90% de los ayuntamientos no implementan… Pero más allá de eso yo tengo que respetar la autonomía de las direcciones locales del partido, y la ejecutiva de A Coruña ya ha dicho que se va a buscar una candidatura de consenso.
¿Pero va a haber conversaciones con Marea Atlántica para llegar a un acuerdo?
El ofrecimiento ya está hecho, la ejecutiva local de A Coruña dio hace tres semanas una rueda de prensa conjunta con Esquerda Unida diciendo que iban a buscar una candidatura de consenso haciendo un llamamiento a todas las fuerzas de transformación y de cambio en A Coruña.
En el 2020 perdieron la representación en el Parlamento de Galicia, pasaron de 14 a cero diputados. Se pagó muy cara la imagen de desunión y conflicto que transmitieron durante toda la legislatura tanto el grupo parlamentario como de las diputadas y diputados que lo componían y sus respectivas organizaciones.
La primera lectura tiene que ser realista y autocrítica. No estuvimos a la altura de la posición en la que nos colocaron los gallegos y las gallegas. Nuestro programa era muy potente e introdujimos propuestas y debates interesantes en el Parlamento de Galicia, pero dedicamos demasiado tiempo a hablar de nosotros mismos y perdimos la perspectiva de lo que era realmente importante: hacer labor de oposición, porque éramos el primer grupo de la oposición al PP. No estuvimos a la altura y perdimos credibilidad. Pero hay una segunda lectura, y es que ese espacio político que nos apoyó existe, y lo que nos toca ahora es preparar un proyecto capaz de recuperar la credibilidad, de ilusionar y de ir un poco más allá de nosotros mismos, como sucede en otras partes del Estado, como por ejemplo en Catalunya.
¿Se refiere a Els Comuns?
Claro. Es algo que dijo Ione Belarra en la última ejecutiva estatal y con lo que yo estoy completamente de acuerdo: con Podemos no basta, pero sin Podemos es imposible. Lo que nos toca en Galicia es preparar un proyecto que se capaz de superar esas dinámicas de las que hablaba antes.
El espacio político al que se refiere parece que sí existe, pero también parece que ahora reside en el BNG. ¿Cómo harán para recuperarlo?
La política es cíclica. El BNG pasó hace seis o siete años por una situación de reflujo absoluto. Algunas encuestas previas a las elecciones de 2016 le dejaban fuera del Parlamento de Galicia, pero supieron recomponerse y formular un proyecto capaz de recuperar la confianza de la ciudadanía. A nosotros nos toca hacer lo mismo. Y hay que tener claro que si los votos del espacio político en el que está Podemos no se traducen en escaños en el Parlamento de Galicia en 2024, no habrá cambio político en este país, no habrá un gobierno progresista y transformador. Sin Podemos, los números no van a dar para lograr que el PP de Rueda abandone el Gobierno de la Xunta. Y este no es un análisis interno de Podemos, creo que es algo que todo el mundo tiene claro en el espectro de izquierdas de Galicia.
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