Público
Público

La campaña de Aznar para auspiciar gobiernos derechistas en América Latina se estrella contra el muro progresista

La fundación FAES activó en mayo pasado una campaña para apoyar a los candidatos conservadores en ese continente. La victoria de Gabriel Boric en Chile le aleja de ese objetivo, tal y como ya ocurrió en Perú con la derrota del fujimorismo.

José María Aznar
El expresidente José María Aznar durante un acto celebrado el pasado 10 de noviembre en el Senado. Cézaro De Luca / EUROPA PRESS

Chile se cae de la lista de gobiernos favoritos de José María Aznar. La culpa es de Gabriel Boric y de los más de 4,6 millones de votos que obtuvo en las elecciones presidenciales del pasado domingo. El exmandatario español tiene la obsesión de evitar que se reproduzcan victorias como las del candidato de la izquierda chilena, lo que le llevó a activar un programa desde la Fundación FAES para tratar de promocionar a los candidatos de la derecha en América Latina.

Los amigos de Aznar al otro lado del Atlántico están al frente de algunos Gobiernos, mientras que en otros países asumen el rol de oposición. En el primer bando están Luis Lacalle Pou, el mandatario uruguayo del derechista Partido Nacional; el colombiano Iván Duque o también el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, quien apareció vinculado en los últimos meses al escándalo de los 'Panamá Papers'.

El hasta ahora presidente de Chile, Sebastián Piñera, formaba parte de esa lista de gobiernos afines a FAES. En el otro extremo se ubican los Gobiernos de Cuba y Venezuela, con los cuales Aznar mantiene una profunda enemistad: su deseo declarado no es otro que verles caer. 

Al margen de esos escenarios, el expresidente y exlíder del PP aún tiene otros motivos de preocupación en el horizonte latinoamericano: en mayo y octubre de 2022 habrá elecciones en Colombia y Brasil respectivamente. En ambos casos, la izquierda buscará obtener las mayorías necesarias para llegar al Gobierno. 

En ese contexto, Aznar aprovechó la entrega de un premio al político venezolano Juan Guaidó en mayo pasado para anunciar la puesta en marcha de una iniciativa dirigida a apoyar a la derecha de ese continente, al tiempo que no ocultaba su "preocupación" por el rumbo hacia la izquierda de algunos países.

En ese contexto, el Programa "FAES LATAM" incluye distintas acciones vinculadas con América Latina. Al frente de dicha iniciativa está el expresidente colombiano Andrés Pastrana, otro de los símbolos de la derecha en ese continente. 

En el currículum de Pastrana figura el impulso del denominado "Plan Colombia", una intervención ideada junto a EEUU bajo la excusa de luchar contra el narcotráfico y utilizada en realidad para luchar contra las FARC, lo que se plasmó en graves violaciones a los derechos humanos.

Del mismo modo, el exmandatario colombiano y amigo de Aznar fue uno de los políticos de la derecha colombiana que en 2016 llamó a votar "no" a los acuerdos de paz entre las FARC y el Gobierno de Juan Manuel Santos. En 2018, el Ejecutivo de Mariano Rajoy le concedió la nacionalidad española como muestra de agradecimiento a su papel en las "relaciones bilaterales" entre ambos países. Unas relaciones que, entre otros aspectos, han estado marcadas por la venta de material militar español a las Fuerzas Armadas de Colombia. 

El programa FAES LATAM que coordina Pastrana está enmarcado en las campañas de asesoramiento que la fundación de Aznar suele ofrecer a políticos de la derecha latinoamericana. Entre sus próximos planes figura precisamente la reanudación con carácter presencial del Programa de Formación de Líderes Latinoamericanos, que se desarrollará del 28 de marzo al 4 de abril de 2022 en Madrid y Bruselas.

"Contamos para ello con la participación y el apoyo de diversas organizaciones públicas y privadas en el marco de la colaboración que llevan a cabo con la Fundación FAES", anunció hace algunas semanas. Esta iniciativa tiene como objetivo "ofrecer a los participantes una visión amplia y autorizada en campos como el proceso de integración europea, relaciones Europa-América Latina, situación postpandémica, recuperación económica, digitalización y transición energética, política europea, entre otros".

En noviembre pasado, la fundación aznarista organizó junto a la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR) la primera edición del Programa de Visitantes Ecuatorianos, en el que participaron 14 profesionales "vinculados al sector público y gobierno", hoy en manos del derechista Lasso.

Según se anunció entonces, los participantes tendrían la ocasión de "acercarse a la realidad española y europea, conocer las estrategias continentales tanto sanitarias como relativas a la recuperación económica y el estado de las relaciones bilaterales España/UE-Ecuador tanto en el terreno de los intercambios políticos como comerciales y económicos". 

Las derrotas de Vargas Llosa

FAES forma parte de Atlas Network, la red de lobbies ultracapitalistas y anticomunistas a la que pertenece también la Fundación Internacional para la Libertad del escritor peruano Mario Vargas Llosa, uno de los principales aliados de Aznar en sus campañas contra la izquierda latinoamericana. 

En las semanas previas a la cita de Chile con las urnas, Vargas Llosa llamó a votar al candidato pinochetista José Antonio Kast, quien también recibió el apoyo del ultraderechista Vox. Anteriormente, el nobel de literatura había mostrado su apoyo a la candidatura de Keiko Fujimori, hija del exdictador Alberto Fujimori. La dirigente ultraconservadora fue derrotada en las urnas por el profesor Pedro Castillo, cuyo Gobierno está hoy en la mira de los grupos opositores de derecha que buscan su destitución.  

"Si Pedro Castillo abraza por completo el programa de Perú Libre, puede en uno o dos años haber cambiado la Constitución y así desmontar con paciencia y arrodillar las instituciones y poderes paralelos, tal como lo hicieron Evo Morales, Hugo Chávez y Daniel Ortega", enumeraba FAES en un documento publicado en junio pasado.

En ese breve análisis, la FAES pronosticaba que el mandatario "podría cerrar el Congreso si se precipita y encuentra frenos en el legislativo". "A su vez, puede que el Congreso le destituya; después de todo, su partido es minoría con 37 de los 130 escaños. Los dos últimos escenarios ya ocurrieron recientemente con Martín Vizcarra. El país se sumiría en una crisis institucional más", señalaba. 

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias