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Casado apela a los "socialdemócratas" para tratar de arañar votos a Cs en Catalunya

Los analistas consultados por 'Público' señalan que apenas hay transferencia de voto entre PP y PSOE y que el líder de los populares busca en el caladero de los de Arrimadas, donde sí hay trasvase.

El líder del PP, Pablo Casado y su homóloga en Cs, Inés Arrimadas, en el Congreso. Fuente: PP (David Mudarra)
El líder del PP, Pablo Casado y su homóloga en Cs, Inés Arrimadas, en el Congreso. Fuente: PP (David Mudarra).

marta monforte

Pablo Casado quiere precipitar la desaparición de Ciudadanos. Tras confirmar su "no" a la moción de censura impulsada por Vox hace poco más de un mes, el líder del Partido Popular se dirige ahora a los votantes "socialdemócratas" que están "decepcionados" con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Casado cree que el PP representa mejor a los "socialdemócratas moderados" que Sánchez, así lo expuso en una entrevista en El Mundo.

"Ahora queremos hacer la unión del gran centro, de esa fuerza tranquila española, por la base, por los votantes, diciendo que a Sánchez sólo le puede ganar el PP si aglutinamos el voto moderado, transversal, centrista, frente a los extremistas y radicales", aseguró. Un discurso prácticamente calcado al del exlíder de Cs, Albert Rivera, tal y como explicó Público.

Sin embargo, el objetivo del conservador no es convencer a los votantes del PSOE, sino tratar de arañar votos de aquellos que se decantaron por Ciudadanos en las elecciones catalanas del 2017, cuando Inés Arrimadas obtuvo 36 escaños y más de un millón de votos. Unos comicios en los que los populares lograron únicamente cuatro diputados. "Decir que el PP está en el centro no es enfrentarse a ningún otro partido, porque es donde hemos estado siempre. Yo no quiero ir al centro porque haya votos en el centro", dijo en la citada entrevista, sobre Cs.

Las fuentes populares consultadas por Público admiten que el principal objetivo de Casado es crecer a costa de los de Arrimadas, ahora que la formación naranja está debilitada a nivel nacional tras su debacle el 10 de noviembre de 2019. "El abrazo del oso", resume un diputado. El presidente del PP ha pasado de querer formalizar una alianza entre ambas formaciones a querer absorber a Cs.

Es precisamente ese el motivo por el que el líder del PP no ha querido formalizar una alianza con los naranjas en Catalunya, pese a la insistencia de Arrimadas y su equipo. "He intentado en el último año hacer una alianza de constitucionalistas del centro y la derecha, con esa España Suma que rechazaron tanto Ciudadanos como Vox, y creo que estamos en otra etapa", decía el líder del PP, enterrando así su 'proyecto estrella', España Suma. El conservador admitió que a partir ahora iba a tratar de "unir a los votantes de esos partidos", y no las siglas en torno a un único proyecto.

Las palabras de Casado tuvieron una reacción inmediata: apenas unas horas después Inés Arrimadas anunció que Cs concurriría en solitario a las elecciones en Catalunya, programadas para el próximo 14 de febrero. Arrimadas censuró la actitud de Casado, al que acusó de no ser "coherente" y criticó que los populares solo quieran pasar "de cuatro escaños a seis o siete". "Estamos acostumbrados a que el PP y el PSC nos dejen tirados", fue la respuesta de la líder naranja.

La transferencia de voto entre PP y PSOE suele estar en el 2%

Gabriela Ortega es profesora y directora del Centro Internacional de Gobierno y Marketing Político de la Universidad Camilo José Cela, señala en conversación con Público que la transferencia de voto entre PP Y PSOE suele estar entre 2 y 3% a nivel nacional, pero que de Cs al PP es de 17-19%, de ahí que la estrategia de Casado se dirija a por el voto de los naranjas. En las elecciones del 10 de noviembre 1,5 millones de votos se fueron al bloque de la derecha: 800.000 al PP y 650.000 a Vox.

Un análisis en el que coincide el politólogo Eduardo Bayón, editor de Debate21 y consultor en comunicación política, asuntos públicos y estrategia. "La estrategia de Casado apelando al votante socialdemócrata, hay que entenderla en términos de intentar ocupar o ganar espacio en el centro y entre aquellos votantes que en su momento se movían entre los dos grandes partidos y que posteriormente pueden haber optado por Ciudadanos", explica a este diario.

"Las transferencias de voto entre ambos partidos en el CIS de noviembre son anecdóticas"

A su juicio, el PP no se dirige el votante del PSOE porque "las transferencias de voto entre ambos partidos en el CIS de noviembre son anecdóticas, 1,5% del PSOE hacia el PP" y el clima político no favorece un cambio de este calado puesto que "la política española se mueve en bloques". "La cuestión pasa porque saben que estamos en vísperas de una debacle de Ciudadanos en las elecciones catalanas que puede dejar ‘huérfano’ a una buena bolsa de votantes", analiza.

Ortega también tiene claro que Casado tratará de "invisibilizar a Arrimadas" ya que "se pisarán en el discurso". "Lo cual, le viene fenomenal para las catalanas", expone. Sin embargo, la socióloga y politóloga duda de que el líder del PP mantenga esta estrategia a nivel nacional hasta 2023, en unas eventuales elecciones generales. "Al no ser periodo electoral, no se notará el cambio de estrategia en transferencia a nivel nacional", opina.

Paz Álvarez, directora técnica del gabinete demoscópico Key Data, coincide en que "nunca va a haber un trasvase de votos masivo entre PP y PSOE", pero sí destaca que Casado también trata de dirigirse hacia esos votantes que no son fieles a los socialistas porque sabe que las elecciones solo "se ganan desde el centro" y hay una "cantidad considerable" de votantes que deciden en función del contexto, los llamados indecisos. "Ahora en un sistema multipartidista eso es más complicado porque hay más opciones", expone.

Casado corre el riesgo de "retroalimentar el discurso de Vox"

Bayón señala que la estrategia de Casado "tiene sus riesgos" porque "ahora mismo el PP se encuentra compitiendo por sus dos flancos". "Hablar de socialdemocracia, aunque sea en términos abstractos, puede alejar a votantes ideológicos hacia Vox, además de retroalimentar el discurso de los de Abascal”. A juicio del politólogo, "el mayor problema del PP es que da la sensación de no saber a qué jugar, es decir, presenta una indecisión sobre si desplazarse hacia el centro, ocupar el espacio de Ciudadanos y evitar que el PSOE pueda captar más votante moderado, o si por el contrario se impone a Vox en la derecha".

"Casado está viendo como los propios votantes del PP cada vez lo valoran peor"

Para Bayón, estos vaivenes en la estrategia y el discurso "deben ser entendidos en esta disyuntiva", que a su vez se suma a problema de liderazgo del propio Casado, "que está viendo como los propios votantes del PP cada vez lo valoran peor". Según los datos ofrecidos por el politólogo el líder del PP "ha pasado de 6,6 hace un año a 4,3 en noviembre" y un 62% de los votantes del PP no confían en su labor de oposición.

Ortega también señala que la "principal desventaja" de Casado es "aislarse de su base nacional más hacia la derecha" aunque destaca que "puede recuperarla en dos años que quedan para las nacionales". Álvarez, por su parte, hace alusión a la "mala posición" que tiene el PP en Catalunya que puede acabar con un sorpasso de los ultraderechistas. "Es mucho más fácil para Vox tener un mensaje rupturista y entrar en el parlamento con unos buenos resultados que para el PP", sintetiza.

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