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Así se cerró en una hora la ley de vivienda que llevaba nueve meses resistiéndose

Tras el rechazo de Unidas Podemos a la última propuesta de la parte socialista del Gobierno el mismo martes por la mañana, Sánchez reunió en Moncloa a Díaz, Belarra, Montero y Bolaños, y aceptó por vez primera la regulación de los alquileres. 

Pedro Sánchez Yolanda Díaz
Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, durante un acto en Santander. Pedro Puente Hoyos / EFE

El acuerdo de Presupuestos fue de maduración lenta, pero tuvo un cierre muy rápido. El de la regulación de los alquileres era el único escollo importante que quedaba por sortear y tanto en el PSOE como en Unidas Podemos sabían que, si cerraban la ley de vivienda, habría unas nuevas Cuentas en el seno del Gobierno.

Y así fue; una vez se acordó cómo iba a articularse la regulación de los alquileres, el resto fue cuestión de minutos. Sin embargo, la cronología de los hechos es más compleja y en el acuerdo las últimas 24 horas jugaron un papel más relevante que muchas semanas enteras de negociación.

Después de un fin de semana de llamadas y conversaciones constantes para cerrar los dos principales escollos (Impuesto de Sociedades, el más "fácil", y la regulación de los alquileres), el lunes por la mañana tuvo lugar una reunión al máximo nivel entre el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra.

La secretaria general de Podemos negocia la ley de vivienda desde su etapa como secretaria de Estado, y fueron ella y Bolaños quienes negociaron la arquitectura y los pormenores organizativos del actual Gobierno de coalición. De hecho, la llegada del ministro de la Presidencia al Ejecutivo tras la renovación del Gobierno, en el mes de julio, intensificó todas las negociaciones con Unidas Podemos, dejando a un lado al Ministerio de Transportes, que es el competente en la materia. Bolaños es un buen negociador y, además, se entiende bien con Belarra pese a las diferencias ideológicas que les separan.

En esa reunión los dirigentes no lograron desbloquear la ley de Vivienda (el PSOE quería cerrar un acuerdo ese mismo lunes para que los PGE pudieran llegar a tiempo al Consejo de Ministros de este martes, un empeño personal de Sánchez), y sus equipos técnicos estuvieron intercambiándose borradores toda la tarde. Finalmente, Bolaños avanzó que enviaría una última propuesta el martes por la mañana, aunque fuentes cercanas al Ministerio de la Presidencia aseguran que el pacto estaba ya muy cerca.

Sin embargo, Unidas Podemos recibió esa propuesta y, según fuentes conocedoras de las negociaciones, no contenía la regulación de los precios del alquiler en la ley de vivienda, algo que molestó al espacio confederal, pese a que el acuerdo parecía casi cerrado. Hubo un amago de romper la negociación, pero cuando todo parecía torcerse y la situación entre los socios de Gobierno parecía la más tensa de los últimos meses, se produjo algo inesperado.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, llamó a cuatro ministros para citarlos en La Moncloa a una última reunión de emergencia y fuera de toda agenda. Se trataba de Bolaños y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, por la parte socialista; y de la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, y Belarra, por la parte de Unidas Podemos.

Cambio de postura

Allí, Sánchez se abrió por vez primera la aceptación de la regulación de los precios de los alquileres que había rechazado la parte socialista del Gobierno durante nueve meses: "Nos llegaron a decir que la regulación era pinchar en hueso", aseguran desde el espacio confederal. Y, en una hora, se cerró un acuerdo que llevaba resistiéndose nueve meses.

Que la reunión estaba fuera de cualquier agenda se dejó notar incluso en la televisión. Prácticamente a la misma hora que el PSOE y Unidas Podemos mantenían este encuentro para desbloquear la ley de Vivienda y los Presupuestos, el secretario de Estado de Derechos Sociales y responsable económico de Podemos, Nacho Álvarez, hacía una entrevista en el Canal 24 Horas.

Álvarez es uno de los principales protagonistas de las negociaciones y, de hecho, tanto en estos PGE como en los de 2021 despachó los asuntos económicos y fiscales directamente con la ministra de Hacienda. Sin embargo, en esta ocasión todo fue tan rápido y sorpresivo que fue la entrevistadora la que informó al entrevistado del anuncio sobre el acuerdo (una información que llegó a la prensa por el canal oficial de la Secretaría de Estado de Comunicación del Gobierno).

Los PGE serán aprobados en Consejo de Ministros el jueves

El secretario de Estado, sorprendido por el acontecimiento, tiró del manual de prudencia y advirtió a la presentadora de que, al menos hasta donde él sabía, todavía no se había producido un acuerdo y los equipos seguían trabajando intensamente.

Pero el acuerdo ya estaba cerrado, la maquinaria estaba en marcha, y Sánchez se preparaba para anunciar las principales medidas económicas en un acto en Andalucía. Curiosamente, antes de la intervención de Sánchez, la vicepresidenta segunda fue entrevista en La Sexta y dijo que no podía desvelar ningún contenido del acuerdo alcanzado, dejando a Sánchez que lo hiciera unos minutos después.

En el entorno de Pedro Sánchez se respira satisfacción por el acuerdo alcanzado ya que, aunque en ningún momento hizo peligrar el Gobierno de coalición, sí se consideraba un cierto fracaso seguir retrasando la presentación de los Presupuestos Generales del Estado. Sánchez había insistido en que estuvieran para el Consejo de Ministros de este martes y, aunque no ha conseguido el objetivo, el retraso solo será de dos días, ya que el jueves serán aprobadas las Cuentas del Estado en un Consejo de Ministros extraordinario. Hay tiempo para que sean aprobadas antes de final de año.

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