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Ciudadanos ¿Por qué Rivera no es el Macron español?

Las claves para entender por qué, a pesar de configurarse ambos como lo que podría llamarse "populismo mainstream", a ambos líderes les distancian diferencias significativas de base. Diferencias que podría estar estrechando con el presidente francés, sin embargo, Pedro Sánchez.

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, en una intervención en el Palacio del Eliseo, y el presidente de Ciudadanos, Albert ivera, en una comparecencia en la sede del partido en Madrid. REUTERS

Pedro Sánchez le ha robado a Albert Rivera la fotografía con la que el líder de Ciudadanos soñaba desde hace meses. El presidente del Gobierno se estrenó el pasado sábado en la política internacional reuniéndose en París con su homólogo francés, Emmanuel Macron. Tras su almuerzo en el Elíseo, Sánchez mostró una excelente sintonía con Macron y se posicionó como el mejor aliado del ejecutivo neoliberal galo. Con su fidelidad a París y Berlín, el líder del PSOE busca consolidar su imagen como hombre de Estado, aunque esto contradiga sus propuestas progresistas —la acogida digna de refugiados resulta incompatible con la creación de "centros cerrados". De esta forma, espera disputarle a Rivera la promesa de "un cambio sensato". De encarnar el Macron español.

Aunque esto se puede ver trastocado por el anuncio de esta lunes: Rivera, Macron y Renzi irán juntos a las elecciones europeas de 2019. Ciudadanos, el movimiento La Republique en Marche! y el Partido Democrático italiano están trabajando para crear una plataforma electoral con el objetivo de "salir del eje derecha e izquierda en favor de uno que enfrente a progresistas contra populistas" para "salvar a Europa". Una propuesta que sitúa a Ciudadanos en una buena posición frente a los comicios del próximo mayo. 

Después de la llegada de Macron al Elíseo, el líder de Ciudadanos ha multiplicado sus elogios hacia el presidente francés, de 40 años. Jóvenes, atractivos físicamente, excelentes oradores y partidarios de superar el eje izquierda-derecha: Macron y Rivera comparten algunas similitudes evidentes. De hecho, La República en Marcha (el partido del presidente francés) mantiene contactos con Ciudadanos para configurar una nueva familia liberal y europeísta de cara a las elecciones europeas del 2019.

Macron y Rivera forman parte de un "populismo mainstream"

“Ambos forman parte de un populismo mainstream”, explica el historiador Christophe Barret, autor de los libros Podemos. Pour une autre Europe y La guerre de Catalogne. Representan la emergencia de nuevas identidades políticas, pero sin cuestionar el sistema. Tanto Macron como Rivera simpatizan con el modelo económico neoliberal y aceptan la pérdida de soberanía popular en beneficio de la Unión Europea.

A pesar de encarnar el “extremo centro”, también existen diferencias significativas entre el presidente francés y el líder de la formación naranja. “Rivera pretende equipararse con Macron para aprovecharse del prestigio del presidente francés”, asegura el filósofo Josep Ramoneda, buen conocedor de la política española y la francesa. “Pero creo que no hay comparación posible. Ni en la gestión de su proyecto, la talla política de cada uno ni en la solidez de su formación”, añade Ramoneda.

¿En qué se equivoca Rivera cuando se compara con Macron? ¿Cuáles son las principales diferencias entre Ciudadanos y el macronismo?

1. Un movimiento nuevo vs un partido creado en 2005

“Macron representa en realidad un Podemos de derechas”, afirma Barret. El sueño del presidente del Banc de Sabadell, Josep Oliu, no se hizo realidad en España, sino en Francia. Sólo un año antes de las presidenciales francesas, el dirigente centrista impulsó la plataforma En Marche!, cuyas siglas correspondían con las del nombre y el apellido del candidato. Gracias a su carisma personal, la decadencia del bipartidismo francés y un tratamiento mediático benevolente, Macron hizo realidad su asalto al Elíseo. Un triunfo electoral que también se produjo gracias al apoyo de los miles de seguidores de su movimiento, fundado inicialmente con la promesa de regenerar la política y favorecer una toma de decisiones más participativa a través de internet.

En cambio, Ciudadanos es una formación bastante menos nueva. Su fundación se remonta a 2005, cuando fue impulsada en Catalunya “para oponerse a las políticas lingüísticas favorables al catalán”, recuerda Ramoneda. Desde la elección de Albert Rivera y otros dos diputados al Parlament en 2006, los naranjas cuestionaron pilares del catalanismo, como la inmersión lingüística o el impulso de medios de comunicación públicos en catalán. Tras casi una década en la que Ciudadanos no logró consolidarse al otro lado del Ebro, hizo realidad su salto a la política española con sus 500.000 votos en las europeas de 2014. Antes, la formación naranja protagonizó episodios que ahora preferiría olvidar, como su participación en 2009 en la alianza ultraderechista Libertas.

2. Un tecnócrata francés vs un político de carrera

Los más de diez años de experiencia parlamentaria de Rivera son el principal bagaje formativo del presidente de Ciudadanos. Licenciado en derecho por Esade y diplomado con una maestría en derecho constitucional, el líder de los naranja sólo trabajó durante cuatro años en la Caixa antes de dedicarse de manera exclusiva a la política. Su paso por el Parlament y el Congreso le ha permitido perfeccionar sus habilidades oratorias, que en su época universitaria ya le sirvieron para imponerse en los concursos de debate.

Rivera se ha dedicado casi en exclusiva a hacer carrera política

Mientras que la trayectoria de Rivera es propia de un político de carrera, Macron resulta un producto de la tecnocracia francesa. Después de terminar sus estudios en la Escuela Nacional de Administración (ENA), incubadora de la clase dirigente, se incorporó en 2005 al prestigioso cuerpo de la Inspección general de las finanzas. Un par de años más tarde, trabajó como banquero de finanzas de Rothschild. Gracias a sus estrechos vínculos con el economista Jaques Attali, conoció el socialista François Hollande, que lo eligió como su consejero en materia económica para las primarias de 2011. Sin haber militado prácticamente nunca en el Partido Socialista, Hollande lo eligió en 2012 como secretario adjunto en el Elíseo y en 2014 como ministro de Economía.

3. Un antiguo ministro vs una formación con poca experiencia de gobierno

Macron utilizó su paso por el gobierno de Hollande como una garantía ante la novedad de su movimiento. Pese a su promesa regeneradora, integran su ejecutivo varios antiguos dirigentes del Partido Socialista y la derecha republicana. Lo que contrasta con la inexperiencia gubernamental de Ciudadanos. La formación naranja gobierna en una ochentena de municipios, pero apenas ha ocupado cargos en ejecutivos autonómicos ni en el gobierno central.

4. Republicanismo integrador vs nacionalismo español

Pese al auge demoscópico de los últimos meses, “Ciudadanos continúa siendo la cuarta fuerza en el Congreso”, recuerda Ramoneda. Su crecimiento en los sondeos se debió sobre todo a la corrupción del PP y la gestión torpe de Rajoy del otoño catalán. En este contexto de crisis democrática, se vio recompensado el anti-independentismo de Ciudadanos y su oposición férrea a la plurinacionalidad de los pueblos de España. De hecho, el españolismo de Rivera contrasta con una visión nacional más pragmática e integradora en el caso de Macron.

La República en Marcha no es una formación que se caracterice por sus propuestas en el debate identitario, aunque estas son menos tajantes que las de Ciudadanos”, explica el geógrafo Cyril Trépier, investigador en el Instituto francés de geopolítica de la universidad París 8. Salvando las grandes diferencias entre el caso catalán y el corso, resulta significativa la propuesta de Macron de reformar la Constitución francesa para mencionar la especificidad territorial de Córcega.

El joven presidente francés también ha seguido adelante con el proceso de descolonización de Nueva Caledonia, que el próximo 4 de noviembre celebrará un referéndum de independencia. El pasado 21 de junio, Macron defendió la enseñanza y la promoción del bretón. “La lengua francesa no está amenazada por las lenguas regionales”, añadió.

Dos proyectos circunscritos a dinámicas nacionales…

En realidad, la emergencia de la derecha macronista y de Ciudadanos se explican por la lógica nacional de sus respectivos países. Y sobre todo, por el arte de aprovechar la oportunidad. Ante el ocaso del quinquenio de Hollande y la amenaza de la extrema derecha, Macron tuvo la habilidad de erigirse en el mejor recambio del bipartidismo francés. Rivera también ha sabido postularse como un buen substituto del PP, lastrado por la crisis territorial y su larga lista de casos de corrupción. Pero su intento no ha fructificado.

Sánchez, al formar Gobierno, ha combinado "los guiños a la derecha y a la izquierda"

Además, el crecimiento demoscópico de Ciudadanos parece diluirse tras la moción de censura contra Rajoy. Con la elaboración de su gobierno, “Sánchez siguió una cierta lógica macronista, ya que priorizó la elección de profesionales reputados en lugar de los barones de su partido”, explica Trépier. Como hizo el presidente francés, según Ramoneda, “ha combinado los guiños a la izquierda y a la derecha”. Por ejemplo, al haber apostado por un ejecutivo mayoritariamente femenino, pero también por algunos ministros de corte conservador, como Nadia Calviño en Economía o Fernando Grande-Marlaska en Interior.

De hecho, la configuración del gobierno del PSOE ha resultado una operación de comunicación exitosa. Y esta aleja a Rivera de erigirse en el Macron español. Al menos de momento.

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