Público
Público

Una Colau sin filtros baja a la calle para explicar las primeras
semanas de mandato

La alcaldesa de Barcelona y los concejales Gerardo Pisarello y Gala Pin detallan el proceso de aprendizaje y algunas de las medidas tomadas desde el ayuntamiento a los más de 200 vecinos del Raval que asisten a un acto con él que se quiere evitar la pérdida de contacto con las clases populares

La alcaldesa de Barcelona y los concejales Gerardo Pisarello y Gala Pin.

MARC FONT

Barcelona.- De la calle a la institución, pero sin perder el pulso y el contacto con la calle a pesar de la vorágine del día a día. Bajo esta premisa, Barcelona en Comú ha celebrado este viernes al atardecer un acto en el barrio del Raval de la capital catalana con la voluntad de sus principales responsables, empezando por la alcaldesa, Ada Colau, de explicarse a la ciudadanía y de escucharla y responder a sus inquietudes. Después de una mañana con un agitado pleno municipal, Colau, Gerardo Pisarello -primer teniente de alcaldía- y Gala Pin -concejal del distrito de Ciutat Vella- han cambiado radicalmente de público y han estado alrededor de dos horas departiendo con las más de 200 personas que se han congregado en la Rambla del Raval. Jugaban en casa, todo hay que decirlo, y los asistentes representaban fundamentalmente a las clases populares que jugaron un papel clave en su victoria en las elecciones municipales del 24 de mayo. En este contexto, La alcaldesa de Barcelona y los concejales Gerardo Pisarello y Gala Pin detallan el proceso de aprendizaje y algunas de las medidas tomadas. En este contexto, los aplausos han predominado.

“Empezamos esta aventura en la calle y es en la calle donde nos sentimos más cómodos”, ha subrayado Pisarello, a lo que Colau ha añadido que “es importante mantener actos de calle como este para evitar coger dinámicas muy fuertes dentro del ayuntamiento y que nos acaben alejando, precisamente, de la calle”. La alcaldesa ha querido mostrar su rostro más cercano -durante gran parte de su intervención estaba acompañada de su hijo en el escenario- y ha reivindicado que comparecía como la primera edil de Barcelona para “rendir cuentas”, a la vez que como “mujer, madre y vecina”. En un tono muy alejado de la confrontación que se vive a menudo en el salón de plenos de la institución, Colau ha querido contar con anécdotas como han sido las primeras semanas de gobierno, un período de aprendizaje, según ha reconocido.

“Es importante mantener actos de calle como este para evitar coger dinámicas dentro del ayuntamiento y que nos acaben alejando, precisamente, de la calle”

La alcaldesa ha comentado que “en poco más de un mes ya nos hemos acostumbrado a un espacio físico que antes nos parecía muy extraño”, pero ha lamentado que los “muros” del ayuntamiento “son mucho más grueso de lo que parece desde fuera”, de manera que “es muy fácil quedarse allí y no salir a la calle”. En este sentido, Colau ha confesado que se “agobió” inicialmente por la enormidad del complejo administrativo del consistorio -formado por tres edificios conectados entre sí- y por el hecho de que el área de alcaldía esté separada del resto de dependencias. Según ella, esta “doble separación” -de la calle y del resto de los trabajadores municipales- responde a una “determinada concepción del poder” que mantiene “aislado”, sobre todo de la ciudadanía, a la persona que ocupa la alcaldía. Y precisamente de la voluntad de evitar esta situación surgen actos como el de este viernes, que Barcelona en Comú quiere realizar periódicamente en los distintos barrios de la ciudad. En esta ocasión, amenizado con actuaciones musicales antes y después de los parlamentos.

Para Colau, lo peor de sus primeras semanas de mandato ha sido “hacer de monigote” en determinados actos y la dificultad para conciliar la vida familiar con el trabajo de la alcaldía. Así mismo, ha manifestado las dificultades para “controlar tu agenda”, ya que se “llena” de reuniones, entrevistas, actividades en la ciudad y ha ahondado en la necesidad de “repensar el poder” al aludir que “de golpe descubrí que soy presidenta de un imperio” ya que está al frente de multitud de organismos y empresas públicas como el Consorcio de Turismo, la Fundació MWC, la Fira de Barcelona, el Área Metropolitana de Barcelona. “¿Que concepción tenemos del poder que centraliza tantos cargos en tan pocas personas? Es imposible ejercer bien una presidencia”, ha sentenciado.

Diálogo “sin renunciar a las convicciones”

Antes de dar paso a las intervenciones de los vecinos asistentes -que se han interesado por cuestiones como las dificultades para jugar a cricket en el barrio, la represión que sufren los artistas de la calle en aplicación de la ordenanza del civismo, el fracaso escolar o los abusos y la mala atención de la administración, entre otras-, Colau ha reconocido que hasta ahora ya “hemos tenido que rectificar” en temas como el uso del coche oficial, que ha pasado de no querer utilizar a hacerlo ocasionalmente. Colau ha admitido ciertos “problemas con el relato” de su política que dan los medios porque “a veces se magnifican ciertas cosas o se explican parcialmente”, pero ha querido subrayar que existe “diálogo” y reuniones con la oposición. De hecho, el encuentro de hoy también buscar contar sin filtras lo hecho hasta ahora.

Colau ha admitido ciertos “problemas con el relato” de su política que dan los medios porque “a veces se magnifican ciertas cosas o se explican parcialmente”

Sobre esta cuestión, su número dos, Gerardo Pisarello, se ha extendido para señalar que tienen “voluntad de diálogo, pero sin renunciar a nuestras convicciones” y ha admitido que “puede que nos precipitáramos descartando los Juegos Olímpicos [de Invierno], pero también estábamos cumpliendo nuestro programa electoral”. De hecho, en el pleno de la mañana se aprobó la creación de una comisión que valorará la idoneidad o no de los juegos Barcelona – Pirineos. El primer teniente de alcaldía ha recordado algunos gestos significativos del nuevo equipo de gobierno, como que Ada Colau empezara su actividad como alcaldesa paralizando un desahucio o que se manifestarán “contra una gran anomalía como los centros de internamiento de extranjeros (CIE)”, y ha reconocido que “quedan muchas cosas por hacer, pero lo mas importante ahora es que la voz la tengan los vecinos de Barcelona”.

A raíz de la intervención de los asistentes, Pisarello ha reconocido que existen casos de abusos administrativos o de “mala atención al ciudadano” que, según él, “a veces obedece a un problema de falta de personal”. En todo caso, el edil ha asumido que “nos falta una cultura administrativa de dar explicaciones” y ha animado a los vecinos a “denunciar estas situaciones cuando se produzcan” para poder solventarlas. Y es que para él, la presión desde abajo es fundamental ya que “no sirve de nada delegar en representantes si la ciudadanía no sigue movilizada y organizada”. De momento, la ciudadanía asiente y aplaude, al menos entre los vecinos asistentes a un acto impensable durante la alcaldía de Trias.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias