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COMERCIO DE ARMAS Activistas denuncian ante la Junta de Accionistas que el BBVA financia armas nucleares

Miembros de la campaña Banca Armada acceden a la Junta de Accionistas celebrada este viernes en Bilbao, donde han denunciado que esta entidad "ha destinado 4.450 millones de euros entre 2014 y 2019" para proyectos de carácter militar.

MOC en Junta BBVA
Militantes del Movimiento de Objeción de Conciencia (MOC) protestan fuera de la Junta Directiva del BBVA. KEM-MOC

Mañana rara. Coronavirus mediante, la Junta de Accionistas del BBVA celebrada este viernes en Bilbao ha estado marcada por la recomendación de evitar la "asistencia física" al encuentro. En su lugar, la entidad recomendó a los accionistas votar de forma telemática y seguir la reunión desde sus casas o despachos vía internet. En ese contexto, presentes y ausentes han recibido unos datos contundentes: el BBVA es la entidad española que más dinero destina a la industria armamentística.

Así lo han denunciado los activistas de la Campaña Banca Armada que esta mañana han participado físicamente en la Junta de Accionistas. Tal como ya habían hecho durante los últimos ocho años, miembros de esta iniciativa han accedido a la reunión gracias a la cesión de 26 accionistas críticos para dar a conocer los datos actualizados sobre los vínculos de la entidad bancaria con la industria armamentística.

Gemma Morós y Eduardo Aragón, integrantes de Banca Armada, denunciaron ante la junta que el BBVA "continúa liderando el ranking de la Banca Armada": no en vano, ha destinado 4.450 millones de euros entre 2014 y 2019 a financiar misiles, balas, aviones de combate, electrónica militar y armas nucleares, entre otros".

La denuncia también se ha sentido en los accesos al Palacio Euskalduna, el escenario elegido para esta reunión. Allí fuera, activistas del Movimiento de Objeción de Conciencia (KEM-MOC) volvieron a realizar una performance en la que se tiñeron de pintura roja, emulando sangre, y se arrojaron al suelo. La Ertzaintza, que estaba desplegada en la zona, les sacó a rastras.

 Dentro de la reunión, Aragón citó el informe "Shorting our security: Financing the companies that make nuclear weapons", publicado en junio del año pasado por las organizaciones  PAX, Profundo e ICAN, para destacar que "el BBVA ha invertido 2.528,2 millones de dólares en General Dynamics", una empresa de armamento que "fabrica todo tipo de máquinas de guerra de tierra, mar y aire, ha obtenido una serie de contratos relacionados con componentes clave para la producción del misil nuclear Trident II que comparten el Reino Unido y Estados Unidos".

"El contrato inicial de 30,6 millones de dólares (28,2 millones de euros) adjudicado en 2015, ha sido modificado repetidamente entre 2017 y 2018 hasta alcanzar la cifra de 174,4 millones de dólares (155,6 millones de euros)", apuntaron.

Ese mismo informe revela también que el BBVA "ha financiado otras empresas conocidas por su participación en la producción de armamento nuclear como Aecom, Airbus Group, Boeing, Bwx Tecnologies, Honeywell International o Jacobs Engineering".

El asunto no termina ahí. "En los últimos años, además de la producción de armamento nuclear, el BBVA ha financiado empresas que fabrican misiles, explosivos, armas ligeras, balas, helicópteros militares, aviones de combate y electrónica militar, entre otros, que se exportan a Oriente Medio y el Norte de África, contribuyendo a escalar la violencia de los conflictos armados de estos territorios y al hecho de que muchas personas tengan que huir de la guerra hacia Europa", afirmaron.

458 millones para Maxam

Del mismo modo, los activistas de Banca Armada han denunciado la "estrecha relación del BBVA con el grupo MAXAM Outdoors S.A., a quien ha financiado con más de 458 millones de euros entre 2014 y 2019".

En ese contexto, explicaron que la Unión Europea "tiene documentados al menos siete casos de envíos a zonas de conflicto de material bélico fabricado en España. Uno de ellos tiene como protagonista a la empresa española MAXAM y como escenario la República Democrática del Congo, donde hace 20 años se sufre un conflicto armado que ha afectado a millones de personas en una situación de emergencia considerada por la ONU el año 2017 como de las de más alto nivel, sólo compartida por Siria, Irak y Yemen".

"Todas estas inversiones contrastan con las propias políticas del BBVA de compromiso con los derechos humanos y el medio ambiente. De hecho, su política de defensa dice que no financiará a fabricantes de armas controvertidas como las armas nucleares", recordaron.

"Sin embargo, el banco excluye de esta norma a los países que sí autoriza el TNP (Tratado de No Proliferación Nuclear), que a su vez son los que albergan a las mayores empresas fabricantes y son los principales poseedores de este tipo de arsenales, como China, Francia, Rusia, el Reino Unido y los Estados Unidos", remarcaron.

El papel de otros bancos

Las denuncias sobre el papel de la banca española en la industria militar continuarán en las próximas semanas. Según han anunciado los promotores de esta campaña, próximamente participarán en las juntas de Banco Santander, Caixabank, Banc Sabadell y Bankia "gracias a los votos que accionistas de todo el estado han delegado a la Campaña Banca Armada para denunciar las malas prácticas de estas entidades bancarias en relación al negocio de la guerra".  

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