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Concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid Jorge García Castaño: "Si otros no van a ejercer sus competencias, que se las den a Madrid y así ayudaríamos más a la gente"

El concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid acaba de sacar adelante los Presupuestos municipales de 2018, unas cuentas aprobadas en clave de igualdad de género y marcadas por el aumento del gasto social y la inversión. Sostiene que la capital del Estado necesita una lectura distinta de la regla de gasto impuesta por la ley Montoro y asegura que la ciudad está capacitada para gestionar directamente competencias que "le pesan mucho a otras Administraciones".

Jorge García Castaño, concejal delegado del Área de Gobierno de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, posa en su despacho. (AYUNTAMIENTO DE MADRID)

Jorge Otero

Jorge García Castaño, concejal de Economía y Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, llegó al cargo el pasado mes de diciembre en plena guerra del Consistorio con el ministerio de Hacienda entonces en manos de Cristóbal Montoro, que no dudó en intervenir las cuentas municipales, a pesar de que presentaban superávit. Aquel enfrentamiento le costó el puesto a su antecesor en el cargo, Carlos Sánchez Mato, que se negó a aceptar el Plan Económico-Financiero que se improvisó para contentar al ya ex ministro de Hacienda. Con un perfil más político que tecnócrata, García Castaño ha logrado reconducir la situación, ayudado por el nuevo escenario que se ha abierto tras la relajación de la regla de gasto, ese límite que el Gobierno de la nación impone a los Ayuntamientos, y la salida del PP del palacio de La Moncloa.

García Castaño cree que ha llegado la hora de que la ciudad de Madrid deje de tener las manos atadas desde el punto de vista económico pero también político: asegura que ya es hora de que el Ayuntamiento empiece a asumir más competencias en materias como renta básica, vivienda, políticas de transición energética, dependencia o educación infantil. "El mensaje que queremos trasladar es que hay muchas competencias que otras Administraciones —autonómica y central— tienen pero no ejercen. Nosotros estamos dispuestos a quedarnos con todas ellas porque tenemos la capacidad administrativa, la capacidad política y tenemos ideas para gestionarlas.", afirma. 

Usted dijo al llegar al cargo, después del convulso cese de Carlos Sánchez Mato y de la intervención del ministerio de Hacienda en las cuentas del Ayuntamiento de Madrid, que quería recuperar la normalidad. ¿Ha sido así? 

En términos políticos y de gestión hemos recuperado toda la normalidad que se puede recuperar teniendo en cuenta que los Gobiernos de la nación someten a los Ayuntamientos a cambios continuos de normativa cada año. Los Ayuntamientos necesitamos tener una perspectiva estratégica de futuro mucho más clara. Aún así creo que en los últimos seis meses la situación está bastante normalizada dentro de lo que es la incertidumbre habitual que tenemos cada año. 

Los Presupuestos han sido aprobados en julio ¿Por qué tan tarde?

Los Presupuestos han llegado tarde por varias razones. Bueno, en primer lugar estos Presupuestos no hubieran sido posibles sin el decreto 1/2018, que es fruto del acuerdo que le arranca la Federación Española de Municipios y Provincias al anterior ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. Gracias a ese decreto, los ayuntamientos podemos invertir de mejor manera el superávit, y eso nos permite tener un escenario mucho mejor. A partir de ahí, nosotros tenemos que hacer un cambio de bases de ejecución que lleva prácticamente el mismo tiempo de elaboración que un Presupuesto porque esas bases tienen información pública, alegaciones, enmiendas, etcétera, y luego tenemos la propia tramitación del Presupuesto, que se inicia en mayo pero que con los plazos de enmiendas, al final llega cuando llega. Las tramitaciones del Presupuesto no han estado paradas en ningún momento.

¿Ha influido en el retraso la negociación con el PSOE?

El problema era más de escenario político que de una negociación sobre aspectos concretos del Presupuesto. Era necesario saber que márgenes íbamos a tener con este decreto 1/2018 y con otros cambios normativos. Y en ese sentido, hemos tenido buenas noticias a lo largo de todos estos meses, entre otras cosas porque los Ayuntamientos, y Madrid en concreto, se lo han peleado mucho. 

¿Se ejecutarán a tiempo unas cuentas aprobadas en julio?

Ahora mismo tenemos un 70% del gasto autorizado. Quitando aquello que era obligatorio que viniera en un presupuesto nuevo, es decir aquellas cosas que no podían ejecutarse con un presupuesto prorrogado, el resto está teniendo una ejecución razonablemente buena. Y luego, aparte de eso, están las Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS), que en nuestro caso son 700 millones de euros, cuya  autorización del gasto y tramitación tiene que ser durante este año 2018 pero la ejecución puede ser en dos años.

Le preguntaba por la ejecución porque desde el PP les acusan de que lo que no ejecutan va a la amortización de deuda. 

El PP hace una lectura muy interesada de lo que sucedió el año pasado. En 2017 teníamos un Presupuesto muy expansivo pero se produjo un choque con el exministro Montoro en la interpretación de la regla de gasto, así que tuvimos que cerrar un acuerdo de no disponibilidad de gasto de 400 millones de euros. La oposición nos dice dos cosas a la vez: 'Por un lado habéis incumplido y por otro lado no habéis ejecutado'. Es que si hubiéramos ejecutado más hubiéramos incumplido mucho más, y aún así ya hemos pasado la regla de gasto que planteaba Montoro.

¿De qué aspectos de estos Presupuestos se siente más orgulloso? ¿Dónde ponen el foco estas cuentas?

En la igualdad entre hombres y mujeres, porque es el área que más crece y también en el gasto social porque ese fue nuestro compromiso desde el principio, incluso cuando pensábamos que íbamos a tener unos Presupuestos más complicados. Y luego otra cuestión es la inversión, porque ese decreto 1 /2018, ese acuerdo que arrancó la FEMP a Montoro, nos ha permitido acometer IFS para financiar muchísimos proyectos: vamos a llegar a un presupuesto de 980 millones en inversión. Eso nos da un horizonte muy potente que se nota sobre todo en los barrios y se nota mucho en términos de reequilibrio territorial. Son inversiones no muy grandes pero que tienen que ver con instalaciones deportivas básicas, con colegios, con operación asfalto, etcétera. Son las tres cosas que más resaltaría.

Ustedes presumen de que estos Presupuestos son en clave de género. ¿En qué se nota?

Hay un incremento muy fuerte en el presupuesto del área de Igualdad, ya lo he dicho. Hay presupuesto para todo tipo de cosas: recursos para los espacios de igualdad, recursos de emergencia para mujeres víctimas de maltrato, el plan contra la trata o la prostitución. Pero más allá de eso, el Ayuntamiento de Madrid lleva dos años haciendo un informe de impacto de género en muchos programas de actuación. Este año ya hemos llegado a un 59% de los programas con memoria de impacto de género. A partir del año que viene nuestra intención es que a la hora de elaborar los Presupuestos vaya incorporado ese impacto de género en el 100%; es decir que el Presupuesto tenga una lectura transversal con impacto de género y que sea evaluable. Eso no es fácil a nivel de gestión pero en esto estamos siendo supervanguardistas y se ha avanzado mucho.

La oposición ha sido muy crítica con estos Presupuestos

Tanto PP como Ciudadanos hacen una mala interpretación de la ejecución de las IFS, que es una inversión en dos años, . Aún así veníamos de una ejecución de las IFS de en torno a 220 millones en 2013 y 2014; algo más en 2015, y de ahí hemos pasado a más de 500 millones en 2016 y a más de 400 millones en 2017, pero ya digo que el año pasado fue un año con unas características muy concretas. Ciudadanos, que es el populismo fiscal más ramplón que hayamos visto en política en este país porque siempre plantea menos ingresos y más gastos, lo que dice es que hay que gastar como Gallardón pero recortar como Botella. Pero se puede hacer una gestión compensada, a no ser que seas Ciudadanos.

¿La idea sigue siendo que Madrid tenga deuda cero en 2030?

Seguramente sea hasta antieconómico eso de que hay tener deuda cero. Espero que respecto a este asunto haya cambios normativos, porque no tiene ni pies ni cabeza la normativa actual. Los Ayuntamientos que tenemos superávit, que pagamos bien a proveedores, que no tenemos deuda comercial y que estamos por debajo del ratio del 75% de deuda sobre ingresos corrientes, no tenemos problema de deuda. Creo que habría que ser más flexibles en este tema

¿Qué expectativas tienen con el cambio de Gobierno? ¿Cree que accederá a modificar la regla de gasto?

En el Ayuntamiento tenemos dos prioridades a este respecto. La primera es urgente: Madrid necesita una lectura distinta de su regla de gasto porque tenemos un techo de gasto especialmente bajo para nuestra capacidad de financiación. Esto es urgente, ya llegamos tarde. Si queremos que tenga efectos este año hay que tomar decisiones ya.

¿Y cuál es la segunda prioridad?

Una reforma general para todos los Ayuntamientos de la regla de gasto. Es un campo de negociación más complejo. Aún así, creo que hay Ayuntamientos grandes, como Madrid y Barcelona que podrían y deberían tener una vía distinta al resto. El Ayuntamiento de Madrid podría asumir más competencias que otros. Ahí es donde hay que enmarcar la cuestión: una mirada muy urgente para este año, una mirada más estratégica para el conjunto de los Ayuntamientos, y luego una marcha más rápida para Madrid y Barcelona.

¿Reclaman un trato diferente para Madrid y Barcelona?

Madrid tiene unos números más propios de una Comunidad Autónoma que de un Ayuntamiento: número de trabajadores, capacidad de financiación, por supuesto  población, etcétera. Madrid no puede ir por la misma vía que un Ayuntamiento de 5.000 habitantes: no tiene sentido que nos rija la misma Ley Reguladora de Haciendas locales. Madrid ya tiene una ley de capitalidad y Barcelona ya tiene una ley propia, pero creo que podemos avanzar más y ayudar más a la gente si gestionamos directamente competencias que le están pesando mucho a otras Administraciones. Pienso en cuestiones de renta básica o en algunas otras competencias que tengan que ver con dependencia, con educación infantil, o con vivienda.

¿Ha habido ya contactos con el nuevo Gobierno?

En principio va a haber una reunión con los Ayuntamientos de Madrid y de Barcelona. Ayer [por el jueves pasado] hubo ya una reunión con el ministro de Fomento, y ya ha habido reuniones a distintos niveles. Es verdad que el Gobierno de Pedro Sánchez acaba de llegar, pero hay asuntos que son bastantes urgentes y que nos interesan a las dos Administraciones. Al final, el Gobierno central es un Gobierno con muchas ideas y poco tiempo y muchas se tienen que materializar en nuestra ciudad. Seguramente no hay Ayuntamientos tan capacitados como nosotros para llevar a cabo esas políticas. 

Después de Montoro todo es mucho más fácil

Claro. Nosotros no estamos pidiendo que nos den todas las competencias y que nos den todo el dinero. Lo que estamos pidiendo es que nos transfieran las competencias, o al menos nos dejen gestionarlas, y de paso nos den autonomía fiscal. En definitiva, el mensaje que queremos trasladar es que hay muchas competencias que las Administraciones que tienen pero no ejercen. Nosotros estamos dispuestos a quedarnos con todas ellas porque tenemos la capacidad administrativa, la capacidad política y tenemos ideas para gestionarlas.

¿Esa autonomía fiscal implicaría más impuestos?

Se trata de aumentar nuestra capacidad de ingresos. El Ayuntamiento de Madrid puede recaudar, por ejemplo, gravando el IBI a las viviendas vacías, un 50%, o buscando alguna fórmula como tasa turística que nos permita controlar mejor el mercado de las viviendas vacías. Si tenemos competencias, podremos hacer más cosas. No se trata sólo de recibir dinero, sino de tener capacidad para hacer cosas

¿Cómo sería esa tasa turística? ¿Cuánto recaudarían? 

La tasa turística no es una propuesta cerrada; se trata más bien de ejemplificar cómo podríamos tener algún ingreso más simplemente teniendo autonomía para gestionarlo. En el caso de la tasa turística todavía hay que hablar con el sector y  definirla.

Ustedes reclaman más competencias pero sería a costa de la Comunidad Autónoma de Madrid. No parece fácil que lleguen a un acuerdo.

Si otros no van a ejercer sus competencias, que nos las den a nosotros porque luego, cuando hay que dar alojamiento de emergencia a quien se queda sin casa por un desahucio es el Ayuntamiento quien debe hacerlo. Tampoco hay por qué quitarle competencias a la Comunidad de Madrid; nosotros planteamos un cambio en la Ley Reguladora de Haciendas Locales. Esas competencias pueden ser compartidas pero deben permitir al Ayuntamiento de Madrid hacer más en cuestiones como la renta mínima. El trabajo de gestión de una renta mínima se hace prácticamente entero por los servicios sociales municipales y luego se manda a la Comunidad, que tiene que autorizar el gasto. La Comunidad Autónoma puede tardar mucho en responder, pero en cambio la presión la tiene el funcionario municipal. Para eso, yo casi prefiero tener la competencia entera yo: si me van a poner la cara colorada que sea por mi culpa. Necesitamos una solución rápida. Hay muchas cosas que queremos asumir ya. Las escuelas infantiles la Comunidad de Madrid está haciendo cero y nosotros 13, por ejemplo.

¿Qué medidas contemplan los Presupuestos con respecto al aumento del precio de los alquileres en la ciudad de Madrid?

En el Presupuesto de 2018 y sobre todo en el de 2019 llevamos mucho dinero para construcción de vivienda pública; hay también partidas en los servicios sociales para ayudas al pago del alquiler; también entra todo lo que es el incremento de personal para el control de las viviendas turísticas: hemos empezado con una moratoria de licencias turísticas y estamos empezando ya a sancionar; vamos a aprobar el plan de usos turísticos en breve... Es decir que hay bastantes cuestiones que tienen que ver con la vivienda que van en nuestros Presupuestos y en nuestras políticas, pero hay muchas que no; por ejemplo, nosotros si queremos cambiar el Plan General de Vivienda, tenemos que pasar por la Comunidad de Madrid. Le pongo un ejemplo: la Comunidad de Madrid está construyendo 300 viviendas públicas y nosotros vamos a hacer 2.500 en la ciudad de Madrid.

Ustedes destacan que todos los años incrementan el gasto social, pero ¿cree que los madrileños lo notan?

El gasto social luce poco porque lo notan los ciudadanos pero no lo notan los medios (risas). Nosotros acabaremos incrementando un 50% el gasto social en toda la legislatura, pero es cierto que eso se ve poco porque no hay medios que se hagan eco. Lo que ha vendido aquí históricamente en términos electorales es el ladrillo, y nosotros estamos incrementando las dos cosas: prácticamente se ha duplicado la inversión y ha crecido mucho el gasto social, que va a seguir creciendo mucho más.

¿Remunicipalizar los servicios públicos ha ahorrado dinero al Ayuntamiento? ¿Van a hacerlo con la Calle30?

Hemos remunicipalizado bastantes servicios: Funeraria, Bicimad, Teleférico, numerosos párkings. Eso a veces ahorra costes y a veces no; no ocurre lo mismo en todos los sectores. El caso de  calle30 sí es claro: su modelo se concibió para intentar que no computara el déficit excesivo y la deuda en las cuentas, pero al final sí computó. Calle30 además ha generado ineficiencias porque ahora el Ayuntamiento paga IVA e impuesto de sociedades por los beneficios. Tiene poco sentido para nosotros e incluso para el sector privado, así que creo que podemos ir a un modelo más público y que funcione mejor. Ahora estamos trabajando con socios privados en Calle30 intentando buscar un acuerdo.

¿Qué balance hacen de los Presupuestos Participativos?

Muy positivo. Yo no lo hubiera creído hace años si me dicen que iba a haber 70 proyectos completamente acabados y que iba a haber 115 que están ya en ejecución. Es cierto que cada año vamos revisando estos presupuestos participativos porque suponen un reto de gestión terrible: hay centenares o miles de propuestos que tienen que evaluar los técnicos municipales y que luego hay que votar y luego redactar; hacer las licitaciones, etcétera. Año a año hemos ido mejorando y creo que en la próxima legislatura vamos a tener completamente estabilizados estos Presupuestos Participativos.

¿Aunque haya un cambio de Gobierno en el ayuntamiento de Madrid?

Sí. Yo creo que el proyecto está bastante consolidado entre los ciudadanos, aunque es claro que las derechas que tenemos enfrente dan un poco de miedo.

Acaban de aprobar los Presupuestos de 2018 pero ya están trabajando en los de 2019.

En estos momentos estamos preparando los Presupuestos del año que viene sin tener muy claro el techo de gasto que va a tener la ciudad de Madrid. Nuestra idea es seguir en la misma línea, con inversiones muy importantes, pero aún tenemos mucha incertidumbre respecto a la regla de gasto. En ese sentido, todavía estamos esperando a reunirnos con la actual ministra de Hacienda. 

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