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Condenado el director de un banco por apropiarse de 6.000 euros de unos hermanos octogenarios

El Tribunal Supremo confirma la sentencia de un año y nueve meses de prisión para el director de una sucursal de Bankia en Almazora (Castelló) por quedarse con 6.000 euros que dos ancianos ahorraban en un depósito a plazo fijo.

Una mujer entra en la oficina de la sede central de Bankia en Valencia. EFE/Kai Försterling
Una mujer entra en la oficina de la sede central de Bankia en Valencia. Kai Försterling / EFE

La Sala Segunda del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de un año y nueve meses de prisión y multa de 6.300 euros para el director de una sucursal bancaria en el municipio castellonense de Almazora por estafar a dos hermanos, octogenarios, que acudieron a la entidad para renovar una imposición a plazo fijo, y a quienes el condenado engañó, dándoles a firmar una extracción de 6.000 euros, dinero con el que se quedó. El Supremo ha declarado  la responsabilidad civil subsidiaria de Bankia, a la que pertenece la oficina donde se produjo la estafa y que presentó recurso de casación junto con el condenado.

El Supremo confirma la sentencia de la Audiencia de Castelló que condenó al acusado, David Sotomayor, por delitos de estafa y falsedad documental, al considerar probado que el 19 de enero de 2015, siendo director de una sucursal de Bankia en Almazora, se percató de que al lado de su despacho estaban estaban sentados una mujer de 85 años y su hermano de 82, quienes habían acudido a renovar una imposición a plazo fijo que habían realizado tres años antes y vencía ese mismo día. Esa operación estaba asociada a una cuenta titularidad de ambos, en cuya cartilla estaba reflejada la imposición y el pago de los intereses que trimestralmente había ido generando

El acusado se identificó como el director de la oficina ofreciéndose para atenderles, haciéndoles pasar a su despacho. En el interior del mismo y una vez los clientes le facilitaron los datos y la cartilla, preparó la documentación de la renovación, pero "guiado por un ánimo de lucro" puso a la firma un recibo de "disposición en efectivo" por importe de 6.000 euros, documento que la mujer firmó "confiada" en la creencia que se iba a utilizar para la operación de renovación del depósito. 

Para apropiarse de los 6.000 euros, mientras estaba con los clientes se puso en comunicación por vía interna con una empleada de caja para solicitarle que preparase esa cantidad de dinero, "y al instante salió de su despacho para regresar de inmediato con la cartilla y en el interior de ésta el papel que había dado a firmar si bien ya rellenado con la impresión de disposición en efectivo, introduciéndolo todo junto en un sobre en el que el mismo rotuló la fecha del próximo vencimiento, en febrero de 2016, entregándoselo a los clientes al tiempo que les dijo que hasta el próximo año no tenían que preocuparse", consta en la sentencia del Supremo. 

Una vez que los hermanos se habían marchado, y cuando ya la empleada disponía de los 6.000 euros, "ésta aviso al acusado de que ya tenía el dinero, haciéndoselo llegar a su despacho, culminando David Sotomayor su plan al quedarse con el dinero", añade la sentencia, mientras que los hermanos, confiados en que todo estaba en orden y revisar la documentación contenida en el sobre, "solo advirtieron el engaño al momento de vencer el plazo fijo, o sea trece meses después".

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