Tras el retroceso experimentado en 2019, los Comuns afrontarán las elecciones municipales del próximo año con el objetivo claro de mejorar resultados, tanto en el área metropolitana de Barcelona -donde ya son una fuerza significativa-, como en el resto del territorio catalán, donde, en cambio, tienen una presencia más residual, a pesar de algunas excepciones. Obviamente, la joya de la corona de su poder local es la alcaldía de Barcelona y retenerla -por tercer mandato consecutivo- se intuye como el reto político más significativo que tienen en los comicios del próximo año. La reciente confirmación de que la alcaldesa, Ada Colau, volverá a encabezar la candidatura de Barcelona en Comú ha aumentado el optimismo en un espacio consciente de su gancho electoral.

La defensa del derecho a la vivienda o la lucha contra las desigualdades y contra la emergencia climática serán tres de los grandes ejes programáticos con los que concurrirá la formación, que pretende superar con creces las 200 candidaturas locales. La cifra será notablemente más elevada de las 170 que presentó en 2019 y una de las claves -más allá del trabajo realizado en los últimos años para ganar presencia en más comarcas- es el acuerdo alcanzado entre Catalunya en Comú y Podem para presentarse conjuntamente en todos los municipios.

De esta manera se evita la ruptura del espacio, que hace tres años se tradujo en listas separadas en una cincuentena de poblaciones y en que los Comuns no obtuvieran representación en ciudades tan importantes como Terrassa, Sabadell o Sant Cugat del Vallès, por unos malos resultados agravados por la división del voto.

En palabras de Candela López, una de las tres coordinadoras generales de Catalunya en Comú -las otras dos son Colau y Jéssica Albiach, líder de En Comú Podem en el Parlament-, este acuerdo les "ayuda a consolidar el proyecto". "Ya nos presentamos conjuntamente al resto de elecciones, como En Comú Podem, y era importante aterrizarlo en todos los municipios, de modo que podamos conseguir ser una fuerza decisiva en el conjunto de Catalunya", añade.

López, que fue alcaldesa de Castelldefels del 2015 al 2017, también comenta: "Tenemos la voluntad de seguir sumando y acercar a mucha más gente a nuestro proyecto" y, de hecho, aparte de encontrarse con vecinos, movimientos sociales o entidades de la sociedad civil también aspiran a llegar a acuerdos con formaciones locales progresistas.

Mejorar la implantación territorial

En 2019, los Comuns se quedaron en 328.260 votos -el 9,4% del total- y 258 concejales, claramente por debajo de los casi 373.000 sufragios (12%) y 370 electos obtenidos cuatro años atrás. La formación es especialmente fuerte en el área metropolitana de la capital, donde consiguió el 15,7% de las papeletas y concentra la mitad de sus alcaldías -con Barcelona, Montcada i Reixac, El Prat y Sant Feliu de Llobregat como más significativas; además forma parte del gobierno de Badalona-, y también tiene una presencia notable en la segunda y tercera coronas metropolitanas -lidera los gobiernos de Olesa de Montserrat, Santa Perpètua de Mogoda o Montornès del Vallès-.

A partir de aquí, su implantación es mucho más baja, con la excepción de las Terres de l'Ebre, donde sí tiene una representación importante y alguna alcaldía, y, por ejemplo, no tiene concejales en la ciudad de Girona, aunque sí tanto en Lleida como en Tarragona.

Mientras que en la provincia de Barcelona acumula 189 concejales, en Tarragona se queda en 45, y en Girona y Lleida las cifras son aún más bajas: 17 y 7, respectivamente. En este sentido, Candela López declara a este diario: "Para nosotros es importante consolidar aún más el proyecto en el espacio metropolitano, pero también que tenga presencia en todo el territorio catalán. Es un reto importante, porque queremos ser un referente en todas partes".

"Llevamos años expandiéndonos, con referentes en todas las vegueries y en las capitales de comarca y tenemos muy claro que el nuestro es un proyecto municipalista y como tal es importante que llegue a muchos municipios catalanes. También lo intentamos hacer sumando candidaturas independientes con las que compartimos valores políticos y proyectos de proximidad, como hemos hecho en las Terres de l'Ebre", expone la dirigente. También cita que la voluntad es "intentar aterrizar en cada pueblo y ciudad el trabajo que ya realizamos en municipios en los que ya tenemos la alcaldía o en los que desde la oposición llenamos de propuestas sobre cómo debe ser ciudad del futuro".

Aparte de incrementar el número de concejales, En Comú Podem también aspira obviamente a aumentar su volumen de alcaldías. Al respecto, López se muestra convencida de que la certificación de la alianza local con Podem y la aparición del proyecto estatal de Yolanda Díaz son elementos que "generarán ilusión" y que pueden abrir "oportunidades para conseguir alcaldías".

Lucha contra las desigualdades y apuesta por los bienes comunes

La coordinadora general de Catalunya en Comú admite que uno de los grandes retos actuales "es como animar a la gente, porque volvemos a estar en un momento de mucha desafección política. Pero con la apuesta por la proximidad y con políticas valientes esperamos conseguirlo". De hecho, el objetivo del espacio político es que en mayo del próximo año se vuelva a vivir una "primavera democrática", que rememore la del 2015, momento de la irrupción en numerosos consistorios -empezando por Barcelona- de candidaturas de la izquierda transformadora. "Es cierto, sin embargo, que los temas que forman parte de nuestro ADN ahora están en la centralidad", recalca, para añadir que "tenemos mucho trabajo que hacer para dar respuesta a los grandes retos que tenemos delante y avanzar hacia cómo deben ser las ciudades del futuro".

López define las cinco grandes líneas programáticas con las que afrontarán los comicios locales: "lo primero es todo lo que tiene que ver con la vida de la gente para que pueda mejorar, como las políticas sociales de lucha contra la desigualdad y las relacionadas con la lucha contra el cambio climático y la transformación urbana, como pueden ser las superilles, la creación de zonas de bajas emisiones, la apuesta por los ejes verdes o la movilidad sostenible".

El segundo es apostar por los "bienes comunes", que se materializa a través de una voluntad clara de fortalecer y aumentar la "gestión pública de los servicios", fundamentalmente a partir de remunicipalizaciones y expone ámbitos como "el agua o la energía" "Es un eje de centralidad para ver cómo plantamos cara a los lobbies y las grandes empresas", enfatiza.

El tercer eje que cita es "apostar por ciudades más habitables y más seguras", en el que obviamente garantizar el derecho a la vivienda será fundamental. Otra pata central del programa municipal de los Comuns será conseguir ciudades y pueblos más "inclusivos", en los que se haga frente a los discursos de odio y, por tanto, se fortalezcan las "políticas feministas", se garanticen los derechos de las personas LGTBIQ+ o se fortalezca "el derecho a la cultura". Por último, también habla de impulsar "políticas innovadoras" que puedan garantizar "trabajo digno en nuestras ciudades", ya sea con el desarrollo de nuevas industrias o intentar incidir en los servicios con la voluntad de garantizar "derechos y salarios dignos". En resumen, "queremos construir ciudades cuidadoras, feministas, valientes, habitables y que puedan garantizar el futuro de los vecinos", resume López.

Voluntad de formar "gobiernos progresistas"

Conscientes de que las mayorías absolutas son una realidad cada vez más escasa, especialmente en los núcleos más poblados, las alianzas poselectorales serán un elemento primordial para conformar los gobiernos locales y sobre ello la coordinadora del espacio subraya que la apuesta es, "como siempre, formar gobiernos progresistas". A pesar de insistir en el respeto a la "autonomía local" y que la realidad de cada municipio puede ser diferente, no esconde que esto implicará fundamentalmente cerrar acuerdos "tanto con el PSC como con ERC", algo que ya han hecho en el último ciclo electoral.