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La continuidad del cambio en Navarra podría depender del PSN

Los partidos que sustentan el gobierno de Uxue Barkos intentarán sumar los votos necesarios para conservar la mayoría absoluta. De no lograrlo, la llave quedará en manos de la formación socialista, hasta ahora situada en la oposición. Mañana te ofrecemos el balance de la última legislatura y las perspectivas para las elecciones en Canarias y Baleares.

GRÁFICO 26M NAVARRA

La vieja derecha de Navarra, un territorio de tradición conservadora, jamás olvidará aquella noche del 24 de mayo de 2015. Después de una jornada de votaciones, la noticia que tantas veces habían imaginado estaba a punto de hacerse realidad. Calculadora mediante, en los cuarteles generales de Unión del Pueblo Navarro y PP saltaban las alarmas: si las fuerzas progresistas se ponían de acuerdo, adiós al gobierno autonómico conservador. Y así fue. Cuatro años después, las calculadoras vuelven a estar encendidas. Las alarmas, también.

El peculiar escenario político de Navarra, con un abanico de cuatro partidos a la derecha y otros cinco a la izquierda, marcará la cita del próximo domingo 26. Allí los bloques están claramente definidos: por un lado, UPN, PP y Ciudadanos, agrupados bajo la marca electoral "Navarra Suma". Por el otro, las cuatro formaciones que dieron sustento al denominado gobierno del cambio que encabezó Uxue Barkos: Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra. Falta en esta ecuación el PSN, partido que, precisamente, podría tener la llave de futuros pactos.

No en vano, en la campaña electoral navarra aparecen fantasmas y recuerdos del pasado. Surge, entre otras cosas, el denominado “agostazo”, término por el que se conoció uno de los episodios políticos más polémicos de esta comunidad. En aquel agosto de 2007, el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero impidió que el PSN facilitara el fin de los gobiernos de la derecha en Navarra, lo que habría sido posible si los socialistas se hubiesen sumado a un acuerdo de gobierno con Nafarroa Bai e IU. En lugar de apostar por esa vía, el Partido Socialista acabó facilitando la continuidad del conservador Miguel Sanz (UPN) como presidente del Ejecutivo foral.

En 2015, las denominadas “fuerzas del cambio” –término que políticamente engloba a Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e Izquierda-Ezkerra- tuvieron los escaños suficientes para llevar a Uxue Barkos al Palacio de Navarra. Lo hicieron sin depender del PSN, que durante esta última legislatura se mantuvo en la oposición.

Con estos antecedentes, las elecciones autonómicas del próximo domingo 26 se plantean como un nuevo reto para el PSN. Si las últimas encuestas no fallan, sus votos podrían ser necesarios para que se mantenga un gobierno alternativo al bloque de la derecha que encarnan UPN, PP y Ciudadanos y al que podría sumarse Vox en caso de lograr representación parlamentaria. En las elecciones generales del pasado 28 de mayo, los ultraderechistas consiguieron 17 mil votos en este territorio. Sin embargo, el último CIS pronostica que los de Abascal se quedarán fuera del parlamento.

Mayorías y minorías

Según ese sondeo, Navarra Suma acapararía con creces el voto de la derecha: se estima que podría obtener entre 16 y 17 escaños –en las pasadas elecciones UPN consiguió 15, el PP 2 y Ciudadanos ninguno-. El CIS pone en segundo lugar al PSN, con 11 o 12 representantes (ahora tiene 7). El bloque del cambio volvería a ser liderado por Geroa Bai, que se quedaría con entre 7 y 9 escaños (en la actualidad cuenta con nueve), seguida por EH Bildu, con entre 7 y 8 asientos en el Parlamento foral (8 en esta última legislatura). Podemos, que durante esta última legislatura ha vivido una seria crisis interna, se quedaría con seis escaños –perdería uno- e Izquierda-Ezkerra, la marca de IU en esta comunidad, obtendría uno o dos (en las últimas elecciones lograron dos).

Una encuesta de Gizaker para el Grupo Noticias sitúa al cuatripartito al borde de la mayoría absoluta

Por su parte, otra encuesta realizada por Gizaker para el Grupo Noticias asegura que el cuatripartito estaría al borde de la mayoría absoluta, mientras que por el lado de la derecha otorga dos parlamentarios a Vox (los mismos que le quitaría a Navarra Suma, que se quedaría, según ese sondeo, con 15 escaños). En ese endiablado escenario de mayorías y minorías, el PSN volvería a ser un factor determinante.

Posibles pactos

Si esos pronósticos se confirman, el bloque del gobierno del cambio deberá pelear hasta el último voto para tratar de mantener la mayoría absoluta. De no lograrlo, todas las miradas se dirigirán al PSN, que tendría una nueva oportunidad para decantarse por un Ejecutivo de carácter progresista. Sin embargo, los escaños del PSN también darían mayoría al bloque de Navarra Suma. En principio, la formación socialista de Navarra ha puesto una clarísima línea roja: en reiteradas ocasiones, la candidata del PSN, María Chivite, ha dicho que su partido no pactará con EH Bildu ni con el PP. Si cumple con su palabra, habría una nueva ecuación sobre la mesa: un gobierno formado por Geroa Bai, Podemos, Izquierda-Ezkerra… y PSN. Dependerá de lo que digan las urnas.

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