A dos años de las elecciones autonómicas previstas en la Comunidad de Madrid, los miembros del PSM críticos con la gestión de su secretario general, Tomás Gómez, ya han empezado a moverse esta misma semana tratando de reivindicar una voz propia dentro del partido. El detonante, lo que hizo que estos socialistas dieran un paso adelante, fue la decisión que adoptó el líder de los socialistas madrileños el pasado 27 de nombre al renunciar a su escaño del Senado por no compartir el pacto el acuerdo para la renovación del CGPJ que alcanzó su partido con el PP.

Durante esta semana críticos con Gómez alineados con el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, y con Ferraz, que tanto en el último congreso del partido como en las primarias que le encumbraron como candidato a la presidencia de la comunidad, en 2011, apoyaron a los rivales del exalcalde de Parla, han venido reclamando en las redes sociales 'coherencia' al líder del PSM en su discurso sobre la participación y la apertura en el partido. En concreto, le reclamaban que facilitara que la militancia escogiera a su sucesor en el Senado.

Gómez consiguió su escaño por la cuota que corresponde a los parlamentos autonómicos y, en este caso, a la Asamblea de Madrid. Habitualmente son los propios partidos los que proponen a los candidatos a la Cámara Alta, cuyo nombramiento es refrendado en cada cámara regional. Así, como en anteriores ocasiones, la Ejecutiva del PSM decidió este jueves que el sucesor del líder de los socialistas madrileños en el Senado sea el exalcalde de Fuenlabrada, José Quintana.

Esta decisión no la comparten los miembros críticos consultados por este diario. El exalcalde de Getafe Pedro Castro considera los que como él defienden en cambio que los senadores de designación autonómica sean escogidos a través de una votación de la militancia constituyen un 'sector por la renovación del partido', cuyo objetivo es 'abrir' las decisiones del PSM en 'coherencia', dice, con lo que defiende Gómez para el PSOE. 

'Esto no es algo puntual. Va a seguir porque es necesario democratizar el partido y oxigenar las instituciones', apunta el que fue regidor del municipio madrileño durante 28 años. Castro explica, además, que sus exigencias no tienen como objetivo acabar con el liderazgo de Gómez, sino que buscan 'acabar con las decisiones que toman cuatro personas en una habitación'. 

De la misma opinión es Pilar Sánchez Acera, la alcobendense que en 2012 se enfrentó al actual líder del PSM en el congreso que celebraron los socialistas madrileños, en el que resultó perdedora. 'Queremos que se de la voz a los militantes', recalca ella en declaraciones a este diario. E insiste en que la exigencia a Gómez para que su sucesor en el Senado fuera elegido a través de votaciones 'se ha pedido en las agrupaciones'. 

Tanto ella como Castro afirman que otro de los fines que persigue el grupo, que dicen tiene representantes en todas las ciudades de Madrid, es que la Ejecutiva del PSM que controla Gómez determine ya si pedirá a Ferraz la celebración de unas primarias abiertas, proceso que ambos respaldarían. Respecto a la razón por la que no han planteado sus reclamaciones en alguno de los órganos del partido, explican que si ha sido así es porque 'no ha habido ocasión'.