La militancia de la CUP ha dicho "no" a la tramitación de los Presupuestos del Govern, pero al mismo tiempo quiere seguir negociando las cuentas. El resultado era el escenario más previsible debido a las fuertes críticas de la formación anticapitalista al proyecto de Presupuestos aprobado por el Ejecutivo de Pere Aragonès y a que un "no" definitivo abocaría al Govern a abrir negociaciones con En Comú Podem o con el PSC para tratar de sacarlos adelante.

En concreto, el 63% de la militancia -de un total de 462 votos- se ha decantado a favor de la presentación a la enmienda a la totalidad, mientras que un 33% ha optado por la abstención y, por lo tanto, facilitar la tramitación de las cuentas. En la segunda pregunta de la consulta a la militancia de la CUP, el 68% considera que hay que seguir negociando con el Govern. La consulta se llevó a cabo durante todo el lunes después de tres días de debate de las llamadas Asambleas Abiertas Parlamentarias (AOP) de la formación, en la que han tomado parte más de 500 personas.

En una rueda de prensa en el Parlament para anunciar los resultados de la votación, la portavoz de la CUP en el legislativo, Eulàlia Reguant, ha explicado que se trata de una "triple enmienda", ya que supone una "enmienda a la relación que tiene el Govern con el Estado, una enmienda a las políticas sociales y al modelo sociovergente y una enmienda a unas cuentas que son continuistas".

Respecto al primer punto, la diputada ha detallado que "no se está trabajando para generar las condiciones para autodeterminarnos", en parte por el "rumbo del Govern hacia la normalización de la relación con el Estado y el PSOE". Sobre el segundo punto ha expuesto que "entendíamos que el modelo sociovergente debíamos dejarlo atrás", pero que a la hora de la verdad "no hay un giro a la izquierda más allá de las palabras", algo que se demostraría con el contraste entre "la prisa en llegar a acuerdos con el aeropuerto [del Prat] o en sacar adelante los Juegos Olímpicos de Invierno" y "la parálisis con cuestiones nucleares que ubicamos en la defensa derechos sociales".

Por último, sobre la continuidad de las cuentas, la CUP considera que "pese a algunas mejoras, son claramente insuficientes en cuestiones como la vivienda, la sanidad o en el giro económico del país". En concreto, el partido pedía una inversión de 1.000 millones en vivienda, que el proyecto del Govern limita a 750, mientras que en sanidad la inversión en atención primaria crece por debajo de lo que querría la formación de izquierdas.

Forzar un "cambio de rumbo"

Reguant también ha anunciado que tras estos resultados los diversos espacios de decisión de la CUP se reunirán en las próximas horas para abordar la situación y tratar de desatascarla. En este sentido, inicialmente se registrará la enmienda a la totalidad, pero ésta se puede retirar hasta el próximo lunes, el día en que se votará en el Parlament la tramitación de las cuentas. La voluntad de la continuidad de la negociación es acabar forzando un "cambio de rumbo" en las políticas del Govern, para que se encamine hacia lo pactado entre CUP y ERC para investir a Pere Aragonès: "Giro a la izquierda y autodeterminación".

En cualquier caso, la diputada ya ha avisado que para que se desatasque la situación, el Govern debería abordar cuestiones vinculadas con la "triple enmienda" que presentan. Entre otros aspectos, la CUP defiende la retirada del proyecto de candidatura de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 -que el Govern supedita al resultado de una consulta vinculante que debería realizarse el próximo año en las comarcas afectadas- , que se abandone el complejo turístico de BCN World en Vila-seca y Salou -que debe liderar la empresa Hard Rock- y cambios en fiscalidad para hacerla más progresiva, como subir el IRPF a las rentas altas o reducir el límite exento del Impuesto de Patrimonio, cuestiones que el conseller Giró no quiere abordar.

¿Puerta abierta a la negociación con En Comú Podem o PSC?

La decisión de las bases de la CUP puede abocar al Govern a realizar cambios importantes en los Presupuestos si quiere garantizarse como mínimo su tramitación parlamentaria o, directamente, a buscar el apoyo de En Comú Podem o el PSC para evitar que sean tumbados y deban prorrogarse las actuales cuentas, que datan de 2020. Si finalmente el Govern de Aragonès optase por la segunda opción, esto implicaría un cambio en el tablero político catalán, ya que se haría visible la rotura de la mayoría independentista en el Parlament, lo que más que probablemente implicaría un vuelco en la legislatura.

Pese a que de entrada ahora mismo se sitúan en la enmienda a la totalidad a las cuentas, tanto PSC como Comuns se han mostrado dispuestos a negociar con el Govern, si bien en ambos casos le exigen cambios en el proyecto y denuncian que al menos hasta ahora el conseller de Economía, Jaume Giró, no se ha puesto contacto con ellos para abordar una negociación que comienza a ser probable.