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El debate sobre la abolición de la prostitución llega al Congreso: estas son las posturas de los grupos parlamentarios

Abolicionistas, regulacionistas o proderechos son algunos de los términos que los diferentes partidos de la Cámara Baja utilizan para referirse a un asunto complejo y con aristas que desembarca de la mano del PSOE con un futuro incierto.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y la ministra de Igualdad, Irene Montero (d), antes del inicio del acto institucional con motivo del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer. EFE/Emilio Naranjo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la ministra de Igualdad, Irene Montero, antes del inicio de un acto institucional con motivo del 8 de marzo. Emilio Naranjo / EFE

Las tensiones verbalizadas este miércoles por los grupos en la Comisión de Igualdad durante el debate de la Ley de Garantías de la Libertad Sexual, conocida como ley de sólo sí es sí, fueron el preludio de lo que se vivirá en las próximas fechas en la Cámara Baja, donde se debatirá previsiblemente el 7 de junio la proposición de ley del PSOE para "prohibir el proxenetismo en todas sus formas", según señalan fuentes del grupo mayoritario del Congreso.

Lo cierto es que ese objetivo de abolir la prostitución forma parte de un debate complejo y con muchas aristas que sigue sin poner de acuerdo a las diferentes fuerzas del arco parlamentario. Ni en la izquierda ni en la derecha hay una postura común, pero tampoco dentro del movimiento feminista, lo cual lo aboca un consenso político bastante complicado.

La iniciativa del PSOE, registrada un día después de verse obligado a retirar de la ley del solo sí es sí una enmienda para endurecer los preceptos referidos a la tercería locativa y al proxenetismo no coactivo (ambos sacados finalmente del texto que el próximo jueves pasará su prueba final en el Pleno del Congreso), ahonda en estos aspectos para revertir la situación actual en la que, a su juicio, el proxenetismo está en una situación de "impunidad total", según reza el texto. 

"Somos abolicionistas de la prostitución y esta es la legislatura en la que vamos a abolirla", ha prometido este jueves la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, quien ha retado a las diferentes formaciones del Congreso a posicionarse en este debate ahora que la Cámara Baja afronta por primera vez el reto de acabar con esta forma de violencia machista, según reconoce el dictamen de la ley del sólo sí es sí.

Diferencias en el seno del grupo de Unidas Podemos

Lastra también ha recordado que el grupo parlamentario de Unidas Podemos "se fracturó" la última vez que hubo una votación sobre este tema en la Cámara Baja. La dirigentes socialista se ha referido a la proposición no de ley presentada por su partido y que promovía, entre otras cosas, la abolición de la prostitución. No obstante, la mayoría de los grupos ya consideraron en febrero de 2019 que no era la forma ni el momento de debatir este asunto. La iniciativa recibió luz verde del hemiciclo por los votos favorables de PP, PSOE e IU, desmarcándose así de Podemos.

Años después y tras muchos debates internos, el partido de la ministra de Igualdad, Irene Montero, aboga por acabar con la impunidad de la industria proxeneta y abolir la prostitución. El ministerio también apostó en el texto original de la ley del sólo sí es sí por los dos preceptos de la discordia que este miércoles fueron retirados para facilitar el acuerdo y el apoyo de los grupos (en contra de la férrea defensa de los mismos de los socialistas).

En esta línea, tal como ha celebrado la propia dirigente de Podemos este jueves, en dicha ley ya se considera a las mujeres víctimas de explotación sexual y de trata con fines de explotación sexual como una forma de violencia machista. Y, aunque aplaude la propuesta registrada por sus socios en el Gobierno, que "se sumará a los esfuerzos del Ejecutivo en el camino de abolir la prostitución", Montero añade que para alcanzar este objetivo se tienen que sumar otros mecanismos, como aprobar una ley de trata (el ministerio envió en enero un borrador a Justicia, coproponente de la norma, pero aún no ha recibido respuesta), un plan de inserción socio laboral para mujeres en contextos de prostitución, víctimas de trata y explotación sexual, y el teléfono 016 para este colectivo. En estos postulados se mueven sus compañeros de Galicia en Común.

Ante la propuesta del PSOE, Izquierda Unida asegura que la estudiará tanto en el seno del partido como del grupo de Unidas Podemos de cara a su tramitación parlamentaria. "Como formación que viene defendido la abolición de la prostitución desde hace bastantes años, desde IU siempre vamos a valorar de forma satisfactoria todo aquello que sume a la agenda abolicionista que lleva desplegando el Gobierno de coalición desde el primer momento", responden fuentes del partido.

En En Comú Podem se definen "proderechos", es decir, defienden los derechos de las trabajadoras sexuales, a quienes se les debería permitir la capacidad de sindicarse. "Reducir el debate a abolicionistas o regulacionistas puede ser perjudicial. Estamos contra cualquier medida que suponga criminalizar a las trabajadoras sexuales, como es el caso de la tercería locativa que, como dice Amnistía Internacional, provoca que las mujeres que ejercen la prostitución no tengan acceso a la vivienda, tengan que clandestinizarse aún más con el peligro que supone", explica a Público una de sus diputadas Mar García Puig.

Posturas cercanas entre los partidos catalanes

En ERC, su diputada Pilar Vallugera reconoce que este es un debate con un "difícil final", por lo que es importante "ir logrando acuerdos en los que no hay fisuras". Por ejemplo, la formación republicana no acepta el proxenetismo (que un putero se lucre de una mujer). Del mismo modo, hay unidad contra las redes de trata de personas, sea para explotación sexual o cualquier otro fin.

Pero también añade en unas declaraciones a este medio que "debe haber una lucha sin cuartel para asegurar una libertad" de las que quieren ejercer la prostitución porque "la expresión 'aún con su consentimiento' nos introduce en una fase de control paternalista de lo que es el empoderamiento de la mujer".

En Junts, como defendió este miércoles Pilar Calvo en el Congreso, son "de corazón abolicionista", pero entienden que "hay que ser realista". "La prostitución existe, no podemos hacer una ley que haga más vulnerables a las prostitutas. ¿Por qué tiene que ser una etiqueta u otra? El ser abolicionista o no abolicionista es un marco que ha impuesto el PSOE", añaden fuentes del partido independentista.

Por su parte, el PDeCAT confirma que aún "no ha mantenido" este debate en el seno de su grupo ni en el partido. "Es un tema muy delicado y con muchos matices", aseveran. Por el contrario, las distintas formaciones y espacios que forman la CUP ya tuvieron ese debate interno y tienen una postura clara al respecto: "No es abolicionista con práctica prohibicionista, es regulacionista de derechos. Más allá de un debate teórico, la propuesta teórica es de derechos para las trabajadoras sexuales. La trata es economía criminal y este tipo de economía se tiene que perseguir, mientras que la gente que no trabaja en términos de explotación por razón sexual apostamos por los derechos", zanjan.

Soluciones efectivas

Más País también se define como "proderechos", aunque el otro alma que integra el grupo, Verdes Equo, reconoce que como partido siguen decidiendo "cuál es la forma más efectiva de garantizar los derechos e integridad de las mujeres, evaluando las experiencias en otros países. Queremos soluciones efectivas", tal como apostillan fuentes de la formación ecologista.

Asimismo, Compromís entiende que el punitivismo no es la solución. "Lo que hace falta es una política que dote de derechos, no una que castigue. Para erradicar la prostitución no vale solo con la prohibición. Hacen falta políticas de educación en igualdad y respeto, y medidas que ayuden a las personas que quieran dejar la prostitución. Además, este debate reduce a un mismo hecho la prostitución, la trata y la explotación, cuando el Convenio de Estambul (2011), la Convención de Nueva York (1979) y el Convenio de Lake Successs (1949) diferencian de forma clara la explotación sexual y la trata con fines de explotación sexual del ejercicio de la prostitución. Este reduccionismo que se quiere practicar es nefasto para el debate y lo pervierte", comentan desde la formación valenciana. Sin embargo, el BNG es tajante en este debate al considerarse abolicionistas.

PNV y EH Bildu, aún pendientes de fijar postura

El PNV aún no se ha manifestado públicamente sobre este asunto, aunque confirman que en el seno del partido "se está trabajando desde hace meses, a través de un proceso de escucha y de debate, que fructificará en una posición común". EH Bildu, por su parte, señala que tampoco tiene una "posición definitiva fijada", aunque la coalición abertzale se ha manifestado en varias ocasiones en los términos expresados por ERC.

Tampoco hay consenso en las derechas

El PP, que en su día apoyó la PNL del PSOE para abolir la prostitución, también estuvo a punto este jueves de votar a favor de la enmienda de los socialistas para perseguir la prostitución y a los proxenetas. Asimismo, en el mes de octubre, cuando el partido de Pedro Sánchez se fijó el objetivo de erradicar esta forma de violencia, su portavoz en el Congreso y ahora secretaria general de la formación, Cuca Gamarra, apostó por "seguir trabajando en el camino de acabar con la prostitución como una forma de explotación y de trata de mujeres".

En este contexto, Jorge Buxadé, vicepresidente de Acción Política de Vox, desacreditó la propuesta ratificada en el 40 Congreso Federal del PSOE porque sería "como prohibir el hambre". Sin embargo, Cs apuesta por "regular la prostitución y luchar duramente contra las mafias y la explotación".

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