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Debate electoral: Tudanca clama por un cambio tras 35 años, Igea aprieta a Mañueco y este se refugia en la fiscalidad
Los candidatos de PP, PSOE y Ciudadanos participan en el primer debate del que fueron excluidos los demás partidos en aplicación de la ley electoral.
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El primer debate electoral a tres, en el que el candidato de Ciudadanos, Francisco Igea, participó de manera telemática tras contagiarse del virus, se saldó con el propósito de Luis Tudanca, el candidato socialista, de erigirse en alternativa sólida a 35 años de PP y con una pelea por apuntarse los méritos del Gobierno de coalición entre PP y Ciudadanos. Un Ejecutivo que el presidente Alfonso Fernández Mañueco rompió por sorpresa para convocar los comicios del 13 de febrero. La despoblación sobrevoló sobre todo el debate.
La palabra 'cambio' fue la que Tudanca trató de colocar en la cabeza de los dos millones de votantes de Castilla y León. "Después de 35 años, esta tierra merece mucho más. Esa es la verdadera elección. O hay un gobierno de PP y Vox o hay un gobierno decente. Estas son las dos opciones", resumió Tudanca. "¿Para qué pide el voto si no quiere gobernar? Yo sí quiero gobernar Castilla y León", le espetó a Mañueco.
Igea, en tono didáctico, reivindicó la utilidad de Ciudadanos y su papel en el Gobierno de Castilla y León y arremetió con dureza contra Mañueco, a quien pintó como una especie de títere de Pablo Casado, aficionado a las fotos y no al gobierno, un presidente que reina pero no gobierna y al que acusó de deshonestidad –"¡hace trampas hasta en los debates. Qué pereza!"–.
Hubo un momento en que se produjo entre ambos este intercambio al respecto de la experiencia conjunta de Gobierno.
-El Gobierno es del presidente y quien lo ha presidido he sido yo- dijo Mañueco.
-Yo creía que el Gobierno era de Castilla y León. El Gobierno siempre tiene que ser de todos. Si entiende que es de su propiedad, eso explica muchas cosas- le replicó Igea.
El presidente Mañueco, por su parte, pintó una Castilla y León llena de oportunidades, en la que el lastre es el presidente Pedro Sánchez y reivindicó su gestión y la de su partido. Prometió rebajas fiscales, un cheque-bebé y se definió como "el partido del campo".
La medida del cheque bebé recibió las críticas de Tudanca –"que me hable del cheque bebé con lo que dijo el PP del Gobierno de España"– y la ironía de Igea –"lo que promete Ayuso, el señor Mañueco lo hace al día siguiente"–.
Educación y regeneración
El debate se dividió en bloques temáticos. En educación, el presidente contó con el apoyo de Igea, quien apostó por mejorar la formación profesional ocupacional. Tudanca quiso contraponer otro modelo, el público. Para ello, aportó datos de estudiantes en universidades públicas y privadas. "Los datos son tozudos", dijo. Tudanca afirmó que había mil docentes menos en la educación. "Me comprometo a garantizar la gratuidad de los libros de texto, y aumentar las becas", afirmó Tudanca.
Mañueco reivindicó sus políticas y las convocatorias públicas: "No va a llegar a la presidencia de la Junta. Eso está claro. Tenemos la mejor educación de España. Le pido que se sienta orgulloso de ella. Somos los más igualitarios de toda España", respondió el presidente a Tudanca.
El bloque sobre regeneración tuvo sus momentos de cierta intensidad en un debate duro en el contenido, pero mesurado en las formas, en el que Mañueco, acorralado por Tudanca e Igea, llegó a sacar lo que llamó los indultos a "los golpistas". "Golpe de estado, indultos. Eso sí que interesa en Castilla y León", dijo Mañueco.
"No soporto la corrupción. El PP lleva demasiados años gobernando Castilla y León y sintiéndose impune. Todo el mundo sabe en esta tierra las elecciones las ha convocado Mañueco para escapar de un calendario judicial. La regeneración debe ser un compromiso de todos. El PP ha manchado nuestras instituciones", dijo Tudanca.
Mañueco le reprochó la fallida moción de censura que presentaron los socialistas. "Han estado dos años buscando tránsfugas. Pues les paramos los pies", le dijo el presidente. "Esta convocatoria ha demostrado que ese Gobierno era inestable", forcejeó Tudanca.
Tal vez los golpes de Igea fueron los que más daño le hicieron a Mañueco. Igea le acusó de incumplir el código ético y le avisó de que dos consejeros debían ser cesados. "No se les puede dejar solos. En cuanto se les deja solos vuelven a hacer contratos inexplicables para beneficiar a los amigos de siempre. Si hay algo corrupto es la deshonestidad. Prefirió convocar elecciones con la deshonestidad y la calumnia", dijo Igea. "Nadie esperaba que el tránsfuga que hiciera prosperar la moción de censura fuera el presidente", apostilló el candidato de Ciudadanos.
Mañueco se defendió como pudo. "A los dos les gusta ponerse el traje de inquisidores. Leánse El Hereje de Delibes, que es un mensaje de tolerancia. Hay que dejar trabajar a la justicia. Y el que la hace la paga. [Los casos] no me afectan personalmente ni políticamente. Si hay algo ilegal, que lo denuncien. Mi honestidad es el legado para mis hijas. Quiero que se sientan orgullosas de su padre".
Fiscalidad
En fiscalidad, se contrapusieron dos modelos. Ciudadanos y PP coincidieron en defender el ideario liberal, impuestos bajos y aumentos de recaudación para financiar servicios públicos. Tudanca reivindicó la importancia de lo público, "lo que nos protege a todos": "Cuando hablamos de fiscalidad, hablamos de servicios públicos, hablamos de justicia fiscal. Y hacer rebajas fiscales donde se necesita".
El presidente Mañueco aseguró que había cumplido con sus promesas –"eliminar el impuesto de sucesiones y tener una fiscalidad moderada"– y prometió rebajas fiscales en el IRPF y una fiscalidad mejorada en el campo: "Pondremos cuota cero para los nuevos autónomos".
Igea compitió con Mañueco, quien estuvo muy cómodo en este capítulo y se pudo refugiar tras dejar atrás el bloque sobre regeneración: "Nos copia las propuestas, pero lo hace mal. Su oferta es mejor de la que hicimos en la Consejería de Empleo. Esas rebajas podían estar ya en el presupuesto. Las rebajas se producen con Ciudadanos. Con nosotros realidades, con el PP, promesas".
Mañueco arremetió contra el presidente de España. "La política fiscal de Tudanca es la de Sánchez, arrasar con los bolsillos. Quiere obligarnos a subir los impuestos. Y yo digo que no, que basta, vamos a defender nuestra autonomía fiscal".
Tudanca replicó con intensidad: "El único impuesto que han bajado es a 700 personas, a los herederos más ricos. ¿Por qué creerles? Quiero impulsar un pacto fiscal y aprobar una fiscalidad favorable en el medio rural que ayude a luchar contra la despoblación".
Tudanca pidió también a Mañueco "respeto" para Sánchez: "Usted está empeñado a hacer oposición al Gobierno de España, váyase a la oposición. Trate con respeto a Sánchez, porque usted le paga la fiesta a los ricos pidiendo más recursos al Gobierno. Solo ha dado beneficios fiscales a los más ricos. Yo lo que quiero es cambiar Castilla y León".
Los demás partidos
¿Por qué participaron solo PSOE, PP y Ciudadanos en el debate? En el Parlamento de Castilla y León hay siete partidos. Cuatro de ellos tienen un solo procurador –Vox, Podemos, UPL y Por Ávila– y no tienen grupo propio. Los otros tres, sí, Ciudadanos, PSOE y PP. Según la ley electoral de Castilla y León, solo los partidos con grupo propio pueden participar en los debates, dos, que se celebran durante la campaña.
Para el candidato de Unidas Podemos, Pablo Fernández, esto es un "inconveniente". Fernández invitó a hacer más debates que los estipulados en la normativa. "La ley electoral es la que es", dijo, según recoge Europa Press.
UP lanzó este lunes la campaña Mudanzas Mañueco con el fin de visibilizar el "sangrante y terrible drama" de la despoblación como "consecuencia" de las políticas del PP. El candidato de Vox, Juan García-Gallardo, dijo que no verá el debate y lo despreció. "Para ver falsas peleas quizás mejor me centro en otra cosa", afirmó.
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