En una jornada marcada por un volumen de actos bastante menor que el del año pasado, decenas de miles de personas han salido a las calles en varias ciudades catalanas para conmemorar el segundo aniversario del referéndum del 1 de octubre. Y, como no podía ser de otra manera, para reclamar una independencia, esta vez "real", y exigir la liberación de los "presos políticos". En Barcelona la movilización ha reunido a 50.000 personas, según la cifra dada por la Assemblea Nacional Catalana (ANC), la organizadora del acto, un dato que la Guardia Urbana ha rebajado a 18.000. La movilización ha salido de la plaza Catalunya, ha pasado por la sede de la Comisión Europea, situada en el Paseo de Gracia, y ha acabado ante el Instituto Balmes, donde hace dos años se vivieron cargas policiales.

Aparte de la manifestación de Barcelona, la más numerosa, durante la tarde ha habido movilizaciones en diversos puntos de la geografía catalana. En Girona, unas 13.000 personas han participado en la marcha de antorchas que se ha hecho en el centro de la ciudad. En Lleida, la convocatoria, hecha por la Taula per la Democràcia, ha reunido a unos 10.000 asistentes, según los organizadores, y se han escuchado gritos favorables a la independencia y reclamando la liberación de los "presos políticos".

Tarragona ha congregado a unas 4.000 personas en una marcha que ha arrancado en la plaza de la Font y se ha desplazado hasta la plaza Imperial Tarraco, donde está la subdelegación del gobierno español. Finalmente, unas 5.000 personas han acudido al pla de Lledoners, justo delante del centro penitenciario donde hay encarcelados siete de los nueve dirigentes independentistas juzgados por el Tribunal Supremo.

"1 de octubre, ni olvido ni perdón" ha sido el clamor más repetido a lo largo de la marcha de la capital, acompañado de consignas que desde hace dos años ya son un clásico en las manifestaciones independentistas como "las calles serán siempre nuestras" o "votamos, ganamos". También se han escuchado gritos de "unidad", pidiendo a los partidos soberanistas que se pongan de acuerdo: "no nos podemos permitir más declaraciones de independencia simbólicas. Los votos del 1 de octubre eran reales. Los porrazos eran reales. Queremos una independencia real", leían desde la organización en una de las paradas que se han hecho a la marcha.

De hecho, uno de los grandes objetivos de esta movilización era no "olvidar cuál es el objetivo real [...] la independencia es la única herramienta real para salir de este callejón represivo en el que el Estado nos quiere enjaular ". Aunque se han vivido unos minutos de tensión entre algunos manifestantes y periodistas de TVE a raíz de los cánticos de "prensa española, manipuladora", la manifestación se ha desarrollado en un tono festivo y sin tropiezos.

Este segundo aniversario del referéndum del 1 de octubre llega a las puertas de la publicación de la sentencia del juicio al procés que emitirá los próximos días el Tribunal Supremo y podría ser el punto de partida de una ola de "movilizaciones masivas" convocadas por varias entidades independentistas "si la sentencia no es absolutoria". La ANC ya ha propuesto colapsar la red viaria catalana en cuanto se conozcan las condenas. Paralelamente, la jornada también ha estado marcada por el compromiso del Govern de avanzar sin excusas para la República" y por distintos actos de partidos.