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El diálogo social El Gobierno abre el camino para pactar el decreto de las políticas activas de empleo

Los sindicatos destacan que se vincule al diálogo social, se prestan a negociar y aportan sus propuestas al texto. El Ejecutivo centra su reforma en los jóvenes, las mujeres y los parados de larga duración. Será un eje clave de los fondos europeos.

Foto de enero de 2020, de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con los secretarios generales de UGT y CCOO, Pepe Álvarez y Unai Sordo, y los presidentes de CEOE y de Cepyme, Antonio Garamendi y Gerardo Cuervas.
Imagen de archivo de una reunión entre la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, y los representantes de los agentes sociales

manuel sánchez / alexis romero

Tras más de cuatro horas de reunión entre el Gobierno y los agentes sociales para abordar el borrador de un futuro decreto que regulará las políticas activas de empleo y el primer documento para la renovación de la estrategia de creación de empleo para el periodo 2021-2024, todas las partes aplaudieron que se incluya en el diálogo social la elaboración de estas propuestas.

Así lo manifestaron tanto UGT como CCOO que, aunque quieren modificaciones en los dos textos presentados por el Ministerio de Trabajo, creen que hay margen para poder llegar a un nuevo consenso social en esta materia. De hecho, se acordó establecer la metodología de trabajo y el arranque de los grupos técnicos para trabajar en ambos temas.

Desde la UGT se destacó el "alto consenso" en los agentes sociales para iniciar este proceso de diálogo de cara a afrontar el problema del desempleo y centrarlo en los sectores más vulnerables. "Ahora es el momento de alcanzar este objetivo, porque la sociedad la necesita. Y el marco presupuestario europeo puede facilitar el conseguirlo", afirmó Mari Carmen Barreda, secretaria general de Empleo del sindicato socialista.

De la misma opinión es CCOO, quien también consideró imprescindible circunscribir al diálogo social estas políticas y, además, presentó sus propias propuestas para que sean negociadas en posteriores reuniones. 

La patronal, que se quejó de haberse enterado por los medios de comunicación de ambas propuestas (una versión que Trabajo desmiente), también estará presente en las negociaciones que se avecinan, aunque algunas de sus propuestas difieren mucho de los planteado inicialmente por el Gobierno.

Desde el Ministerio de Trabajo se sabe que se avecina una negociación difícil en dos temas fundamentales que, además, están muy vinculados a los fondos que llegarán de Europa. El propósito de Yolanda Díaz es que una parte de este dinero sea utilizado en potenciar y mejorar las políticas activas de empleo, un objetivo que un principio no estaba concretado con unos de los fines primordiales del Fondo de Reconstrucción, pero que ahora sí será un objetivo prioritario.

Las políticas activas, la otra pata de la reforma laboral

El borrador del decreto que se ha visto en la reunión de este martes, al que ha tenido acceso Público, contiene las líneas maestras sobre las que el Ministerio de Trabajo quiere asentar las denominadas políticas activas de empleo. El objetivo del Gobierno es utilizar estas políticas como una herramienta para acabar con la precariedad del mercado laboral, una herramienta que en un futuro se complementará con la derogación de la reforma laboral (que Trabajo quiere abordar tras aprobar una regulación para los riders).

El decreto que se quiere sacar adelante busca garantizar una entrada con mejores condiciones en el mercado laboral a la vez que se protegen los empleos ya obtenidos. Los principales destinatarios de estas medidas serían colectivos vulnerables como las mujeres, los jóvenes y los parados de larga duración (en especial los mayores de 45 años), que son los más afectados por las condiciones y la estructura actual del mercado.

En el caso de las mujeres, el decreto pretende impulsar el criterio de igualdad de oportunidades en el mercado laboral, tanto en cuestiones generales (la inserción de las mujeres en trabajos cultural y tradicionalmente "masculinizados") como en cuestiones más concretas (la inserción laboral de las mujeres víctimas de violencia de género).

Una de las líneas maestras del eje de la igualdad de género es el programa de incentivos a la contratación para la promoción de la presencia femenina en las ocupaciones y sectores en los que se encuentran infrarrepresentadas. También en la línea de fomentar el empleo de calidad de las mujeres se establece, entre otras medidas, la necesidad de que los programas o acciones de orientación o mejora de la empleabilidad estén ocupados al menos al 50% por mujeres.

Respecto a los jóvenes, uno de los objetivos es el de modificar su puerta de entrada al mercado laboral a través de la sustitución (mediante incentivos a determinados programas) de los mecanismos de transición entre la formación y el primer empleo. De esta manera, el decreto propone incentivar las entradas con contrato de jóvenes al mercado laboral (contratos de formación, prácticas o la modalidad más adecuada en cada caso y tarea a desempeñar) en detrimento de aquellas que se hacen sin contrato de trabajo (como las becas).

El borrador del decreto establece que los programas de orientación o mejora de la empleabilidad estén ocupados al menos al 50% por mujeres

El borrador del decreto también contiene un plan para el retorno del talento joven que ha salido de España en los últimos años. En concreto, por un lado, se contempla subvencionar los gastos de desplazamiento de personas que hubieran obtenido cualquier titulación oficial en España y que se hubieran desplazado a un país extranjero por motivos laborales, en el supuesto de que regresen para ser contratadas con carácter indefinido o para el inicio de una actividad emprendedora por cuenta propia.

Y, por otro, también se proponen subvenciones e incentivos para la propia actividad que se vaya a desarrollar tras la vuelta a España (sean contratos indefinidos o cualquier proyecto por cuenta propia). Para las personas mayores de 45 años, el borrador prevé el despliegue de mecanismos con el fin de evitar que sufran discriminación por su edad en el mercado laboral.

El decreto que finalmente se apruebe recogerá un plan de mínimos que dé seguridad jurídica y que aúne en base a unos principios comunes las políticas activas de empleo, que dependen en buena medida de cada comunidad autónoma (la financiación de estas medidas e incentivos tendrá su reflejo en los Presupuestos Generales del Estado).

El objetivo es que los territorios puedan adaptar sus propios planes de activación del empleo a unos consensos mínimos en materias como la igualdad de género o el combate contra la precariedad laboral. Según fuentes de Trabajo, antes de la reunión de este martes con los agentes sociales, las comunidades ya habrían dado un primer visto bueno al borrador. Si finalmente hay acuerdo en el marco del diálogo social, el texto será de nuevo revisado por los territorios.

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