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Elecciones Cataluña El PP de Casado obtiene su peor resultado en Cataluña mientras Vox le triplica en escaños

La formación que dirige Pablo Casado confiaba en doblar el resultado obtenido en los comicios de 2017 y ha acabado obteniendo un escaño menos que entonces.

El candidato del PPC a la presidencia de la Generalitat, Alejandro Fernandez (d), junto a su numero dos, Lorena Roldán (c), y el presidente del Partido Popular, Pablo Casado (i), durante el acto final de campaña de las elecciones catalanas del 14F que lo
El presidente del PP, Pablo Casado, el alcalde de Badalona (Barcelona), Xavier Garcia Albiol, el candidato al 14F, Alejandro Fernández, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, en un acto de campaña en Catalunya. Alberto Paredes / Europa Press

El Partido Popular certifica su peor resultado de la historia en Cataluña. La formación que dirige Pablo Casado confiaba en doblar el resultado obtenido en los comicios de 2017, cuando sacaron 4 diputados de la mano de Xavier García-Albiol. Finalmente el PP catalán se queda únicamente con tres diputados, mientras la ultraderecha obtendría 11, doblando sus votos y triplicando el número de escaños. Los populares tampoco consiguen arañar ningún diputado a Ciudadanos, pese a que la formación de Arrimadas ha caído de 36 a 6 escaños.

La candidatura de Alejandro Fernández no consigue, si quiera, hacerse con grupo propio en el Parlament, su principal aspiración en estos comicios. De hecho, ese fue el motivo por el que Pablo Casado rechazó confluir conjuntamente con los naranjas. Es la primera vez que el partido ultra se impone a los populares en unas elecciones autonómicas, lo que supone una enmienda a la estrategia de Casado.

Su estrategia se ha basado en presumir de gestión, en una campaña en la que Casado ha estado muy presente en Cataluña y ha abordado, principalmente, temas relacionados con la economía y la salud. El líder del PP decidió evitar la cuestión independentista, un terreno en el que sabía que no podía competir en dureza con Vox. En su lugar, la dirección nacional movilizó a sus barones territoriales y a dirigentes con un discurso situado más a la derecha, como el de la exportavoz Cayetana Álvarez de Toledo —apartada de la dirección el pasado mes de agosto—  y el del fundador de Vox, Alejo Vidal-Quadras.

La presidenta que ha estado más presente en la campaña  —y la única que acudió en precampaña— fue la madrileña Isabel Díaz Ayuso, una dirigente que ha sido la cara visible de la oposición del PP contra Pedro Sánchez durante la pandemia y cuya gestión se ha situado en las antípodas a las de la Generalitat catalana. Sin embargo, ni Ayuso ni Álvarez de Toledo han evitado el temido 'sorpasso' de Vox. La dirección popular teme ahora que esta victoria del partido de Santiago Abascal vuelva a reabrir el debate sobre el liderazgo de Casado.

La relación con Vox marca la trayectoria de Casado

Lo cierto es que el líder popular deberá volver a la eterna disputa desde que llegó a la presidencia: definir qué rol mantener con la extrema derecha, que no hace más que crecer a su costa mientras el PP no logra despegar. La dirección del partido ha convertido la palabra "centralidad" el eje de su discurso en los últimos meses, después de su 'no' a la moción de censura impulsada por Vox en el Congreso, pero este distanciamiento dialéctico no han tenido efectos en la práctica: en clave nacional no han cambiado de alianzas en ninguno de los gobiernos autonómicos en los que necesitan a la ultraderecha para legislar y aprobar los presupuestos autonómicos.

La relación con Vox ha marcado la trayectoria de Casado prácticamente desde que llegó a la presidencia del partido en julio de 2018. El líder del PP ha ido fluctuando su posición respecto a la formación de extrema derecha durante los últimos años, sin mantener una coherencia que pueda ser defendida con solvencia por los cargos y dirigentes del PP. Llegó a calificar al partido de Santiago Abascal como un "movimiento transversal", más tarde señaló que era una formación "populista" y de "extrema derecha" y actualmente se dirige indistintamente a ellos como  "constitucionalistas" y "populistas".

Génova culpa a Sánchez y Bárcenas de su mal resultado

El candidato del PPC, Alejandro Fernández, ha lamentado la baja participación en estos comicios, ligeramente por encima del 50%. "No soy amigo de edulcorar la realidad", ha dicho Fernández, acompañado de su número dos, Lorena Roldán, excandidata a la Generalitat de Ciudadanos, y su número tres, Eva Parera. "Nuestro resultado es muy malo porque no hemos logrado los dos objetivos que nos habíamos marcado: crecer y lograr grupo parlamentario", ha lamentado. El conservador ha reivindicado la importancia de un espacio "europeísta y liberal".

Por su parte, el secretario general del partido, Teodoro García Egea, ha culpado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de su resultado electoral en Cataluña: "Sánchez ha preferido polarizar la sociedad y alimentar a los extremos con tal de perjudicar a su única alternativa: moderada, constitucionalista y europeísta", ha dicho en una comparecencia desde la sede de Génova 13.

El número dos de Casado ha admitido que el resultado del PP "ha sido malo" porque pierden un escaño respecto a los comicios de 2017 pero ha asegurado que las elecciones catalanas no son "extrapolables a nivel nacional": "Hace tres años un partido constitucionalista nos multiplico por nueve", ha señalado, en referencia a la victoria de Inés Arrimadas, "y nosotros les multiplicamos por nueve en las generales", ha proseguido. Asimismo, García Egea no considera noticia la irrupción de la "derecha populista" -en sus palabras- en el Parlament.

García Egea también ha culpado al "juego sucio", por el "pacto" entre la Fiscalía y el extesorero del PP, Luis Bárcenas, de que las expectativas de su formación se desplomasen a la mitad en un sólo día. "Esta es la última factura que vamos a pagar de ese pasado, se acabó", ha afirmado Egea, que ha prometido reforzar su "apuesta por la ejemplaridad".

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