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Elecciones gallegas Feijóo esquiva la tensión política y modera el tono de cara a las elecciones

El presidente de la Xunta huye de polémicas como la de la "madrileñofobia" y se centra en transmitir mensajes afables. Los partidos gallegos llegan a las elecciones sin diálogo con el mandatario durante la covid-19 y piden a la ciudadanía progresista que vaya a votar.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Fuente: Xunta de Galicia.
El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Fuente: Xunta de Galicia.

El único acuerdo al que habían llegado las fuerzas políticas gallegas con el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, no se cumplió. Radicaba en convocar elecciones dos meses después del estado de alarma. A una semana de la campaña electoral el mandatario autonómico mira desde lejos la crispación política de Madrid y en el caso de salpicarle, como han sido las acusaciones sobre la "madrileñofobia", marca distancia y se refugia en un tono agradable y comprensivo, incluso con el Gobierno central.

Aún lejos del crudo discurso de sus compañeros Pablo Casado o Cayetana Álvarez de Toledo —que todo apunta a que no hará campaña en Galicia— el presidente también lanza dardos a la gestión de Pedro Sánchez comparándola con la "anticipación" de la Xunta ante el coronavirus y con las compras de material que la televisión gallega, a su favor, no dudó en rotular en sus múltiples intervenciones. Y es que según los sondeos electorales que salieron a la luz esta semana, como el de Key Data para Público, la gestión de la pandemia aupó al barón gallego, puesto que en marzo los mismos auguraban la pérdida de la mayoría absoluta del PPdeG.

Es por ello por lo que, escudado en el perfil de gestor y moderado, el presidente prefiere no contestar para que la discusión no crispe la política popular gallega, aunque afee al Gobierno en entrevistas radiofónicas como la del jueves pasado en Onda Cero, donde criticó que el PSOE "nunca ha querido hablar con el PP y ha ninguneado el papel de la oposición", lo mismo que en Galicia le achacan las fuerzas parlamentarias por evitar asistir a la Diputación Permanente, evitar el debate y eludir las propuestas que no venían del lado de los populares.

Los populares reprochan a la oposición que no estén dispuestos a acortar la campaña electoral

Aún así, el secretario xeral del PPdeG, Miguel Tellado, consideró esta semana que "la oposición no interrumpió ni un solo día la precampaña". También, los populares reprochan a la oposición que no estén dispuestos a acortar la campaña electoral, que por ley tiene que durar 15 días. Feijóo sale con carrerilla de cara al 12 de julio convertido en la imagen de la gestión de la pandemia, quedando a su sombra figuras tan reclamadas para rendir cuentas como el Conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña o la Conselleira de Política Social, Fabiola García, principalmente por la grave situación de las residencias.

La mitad de las muertes en Galicia han sido en centros de mayores y todavía no hay explicaciones, lejos de que ha sido una tónica general en el estado. Los hospitales de la comunidad han aguantado la pandemia debido a las características geográficas gallegas y a la dispersión territorial, señaladas por expertos sanitarios, así como que el virus llegó más tarde a Galicia. El estado de alarma frenó la expansión de la covid-19 cuando se manifestó más fuertemente en Madrid o Barcelona y Feijóo, desde la Xunta y sin autocrítica, se colgó la medalla.

El PPdeG quería que los partidos acortasen la campaña, por "motivos sanitarios", y por su parte aseguran que retomarán la precampaña en donde la habían dejado. El escenario político de los comicios cancelados de abril es muy dispar al actual, puesto que el país había entrado en un estado de alarma del que no se sabía el fin y se desconocía la evolución de la pandemia. Dos meses después, Feijóo ha conseguido que Galicia sea la primera comunidad en abandonar el estado de alarma, y así lo han recogido los titulares.

"Si la gente va a votar, Feijóo pierde"

La oposición no comparte que los comicios se celebren en verano, aunque hayan sido sus compañeros de partido desde Madrid los que han llegado al acuerdo con País Vasco. De hecho, las fuerzas creen que uno de los motivos que impulsaron a Feijóo es la baja participación que pueden traer unas elecciones en julio, y por ello llaman al voto progresista, el ganador en las últimas elecciones generales. "Si la gente va a votar, Feijóo pierde", comunicó el candidato por Galicia en Común, Antón Gómez Reino.

Todos los partidos, incluido el PP, han mantenido las listas electorales de las pasadas elecciones canceladas en marzo por la pandemia. El único cambio significativo es la concurrencia de En Marea, que votó a favor de unas elecciones autonómicas en verano junto al PP y a Ciudadanos, algo que levantó sospechas entre los partidos políticos, ya que no tenían pensado presentarse en las de abril por la recién retirada de su líder, Luís Villares.

Figuras como Gómez Reino, llaman al acuerdo tanto antes como después de las elecciones en forma de coalición amte la izquierda fragmentada

En 2016 En Marea se convirtió en la segunda fuerza de oposición junto al PSdeG-PSOE, donde consiguieron 14 diputados. La coalición se rompió, de la que quedan Galicia en Común (Podemos, Izquierda Unida, Anova, Mareas) y ahora la coalición Marea Galeguista (En Marea, Compromiso por Galicia y Partido Galeguista), cuyo candidato a la Xunta es Pancho Casal, formación de la que los partidos no quieren hablar. La izquierda llega a los comicios fragmentada y figuras como Gómez Reino, llaman al acuerdo tanto antes como después de las elecciones en forma de coalición.

Aunque el marco electoral de las elecciones es incierto, los sondeos apuntan a una bajada de Galicia en Común y una subida del Bloque Nacionalista Gallego (BNG), cuya candidata es Ana Pontón, que quiere convertirse en la primera mujer nacionalista en gobernar Galicia. Su grupo se ha visto favorecido con el asentamiento en el Congreso de Néstor Rego, pero también el viento favorable de Madrid llega hasta Gonzalo Caballero por el PSdeG-PSOE y a Galicia en Común, que esperan que figuras del Gobierno estatal vayan a hacer campaña en Galicia.

Durante el estado de alarma, la oposición ha sido dura contra el mando autoritario del PPdeG, y por ello insisten en debates y "cara a cara" con Feijóo, como el que tendrá lugar en la TVG, en el que también se invitará a Ciudadanos y a Vox si no rechaza la propuesta como ocurrió en las anteriores. De la formación naranja acudirá su candidata, Beatriz Pino, que concurre en solitario después de la negativa del PP a formar coalición bajo la marca "Mejor Unidos". De la formación ultraderechista no hay candidato concreto a la presidencia de la Xunta y Santiago Abascal será la imagen de la campaña.

Feijóo confirmó su asistencia al debate en rueda de prensa este viernes. "Es un clásico en la CRTVG", comunicó. Sin embargo, en las pasadas elecciones, el debate tuvo lugar a primera hora de la mañana, motivo fuertemente criticado por el resto de partidos al ser una hora complicada para que llegase el mensaje a toda la población gallega. Esta vez se emitirá en prime time según ha informado la corporación.

Los acontecimientos ligados a la actualidad siguen marcando la agenda de precampaña de los partidos políticos, como la política industrial gallega a través de Alcoa, donde Feijóo sigue ignorando que es competencia autonómica y ha enviado una carta a Pedro Sánchez pidiéndole ayuda. El mensaje de las fuerzas gallegas de cara a las elecciones autonómicas va orientado en la gestión de la crisis económica y social de la Galicia postcovid, en un territorio de incertidumbre derivado del coronavirus, en unos comicios anómalos.

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