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Emergencia del coronavirus Sánchez busca reconstruir puentes con la oposición de cara a unos futuros "Pactos de la Moncloa"

El presidente se prepara para una nueva ronda de contactos personal con todos los partidos. El ministro de Transportes, José Luís Ábalos, plantea una figura similar a la de los acuerdos de la Transición para relanzar la economía tras la crisis sanitaria. ERC rechaza cualquier fórmula de "gran coalición" y Unidas Podemos evita posicionarse.

Sánchez y Casado se reúnen en el Palacio de la Moncloa
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder del PP, Pablo Casado, en una de las recientes reuniones que ambos líderes han mantenido  en el Palacio de la Moncloa. EFE

manuel sánchez / alejandro lópez de miguel

El Gobierno cambia de estrategia. Después de casi dos semanas actuando en solitario, sin informar previamente de las medidas adoptadas ni a las comunidades autónomas ni a los partidos de la oposición, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, intentará reconstruir puentes en los próximos días pero, sobre todo, de cara a próximas decisiones que se puedan tomar en el futuro, cuando finalice la crisis sanitaria del coronavirus.

Así lo apuntó el secretario de Organización del PSOE y ministro de Transportes y Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, quien rescató este jueves la idea de recuperar los Pactos de la Moncloa (durante la Transición) cuando acabe la crisis sanitaria. Y ni fue una casualidad ni una ocurrencia. El número tres del PSOE quiso lanzar el guante a todos los partidos, para ver cómo se posicionan inicialmente.

Ábalos plantea esta reedición de los Pactos una vez superada la crisis sanitaria, y con el objetivo de relanzar la economía

Ese gran acuerdo de Estado, inspirado en la reedición de los Pactos de la Moncloa está todavía sin definir, pero en ningún caso pasaría por un Gobierno de concentración o de unidad, como se plantea desde algunos sectores políticos, mediáticos y económicos, aclararon fuentes socialistas.

Abalos, de forma imprecisa, habló de "una figura" en la que se planteara un proyecto de país conjunto y de unidad, de carácter nacional, pero con una premisa fundamental: "Que mejore la vida de la gente". Eso sí, siempre sería después de superar la actual situación de crisis sanitaria, y con el objetivo de relanzar la economía.

Lo que el Gobierno quiere buscar es no quedarse completamente solo ante esta situación de emergencia, como le ha venido ocurriendo en los últimos días y, si finalmente tiene que estarlo, que no sea porque no lo haya intentado. 

Rebajar la tensión

Además, se trata también de rebajar la tensión política que ha ido aumentando en los últimos días, con los presidentes autónómicos y alcaldes -incluso, entre los críticos hay algunos socialistas- y con los líderes de la oposición. En buena medida, esta tensión ha sido motivada porque Sánchez ha congelado los contactos individuales con todos ellos.

Para ello, Sánchez volverá a hablar personalmente en los próximos días con los dirigentes de los partidos representados en el Congreso, para conocer de primer mano sus posiciones.

Además, en Moncloa preocupa la actitud cada vez más beligerante del líder del PP, Pablo Casado, que desde hace unos días está elevando considerablemente el tono de crítica ante prácticamente todas las actuaciones del Ejecutivo, y su apoyo parlamentario podría ser necesario.

De hecho, ya ha anunciado el líder del PP que no apoyará en el Congreso de los Diputados los últimos decretos aprobados por el Gobierno. En sus últimas comparecencias, empleando diversas fórmulas, Casado ha acusado a Sánchez de mentir en gran cantidad de circunstancias, todas ellas relacionadas con el Covid- 19.El PNV, a su vez, también se ha mostrado muy crítico con la forma de actuar del presidente.

ERC rechaza la propuesta de Ábalos: "Una salida social de la crisis es absolutamente incompatible con la gran coalición que algunos desean"

Este jueves, además, ERC salió inmediatamente al paso de la propuesta de Ábalos, oponiéndose frontalmente."Una salida social de la crisis es absolutamente incompatible con la gran coalición que algunos desean", afirmaron fuentes oficiales del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso.

Por su parte, el socio en el Gobierno de Pedro Sánchez ha evitado posicionarse en este asunto. En cualquier caso, el diagnóstico que Unidas Podemos hace del funcionamiento del Ejecutivo de coalición es positivo, y la formación de Pablo Iglesias ha defendido a capa y espada sus decisiones, especialmente en los últimos días. 

Por contra, si bien los representantes de Unidas Podemos en el Gobierno se cuidan mucho de criticar en exceso a la oposición, su portavoz parlamentario, Pablo Echenique, sí ha criticado con dureza la actuación de Pablo Casado, así como la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz-Ayuso, también del PP. Hoy por hoy se antoja difícil que aceptaran llegar a un acuerdo de este tipo con el Partido Popular.

En el Gobierno tampoco se tiene mucha confianza en que pueda llegar a buen puerto esta iniciativa, pero va a ser su marco de actuación en los próximos días. De hecho, se recuerda que hasta hace pocas semanas era el líder del PP el que planteó numerosos pactos de Estado al Gobierno, aunque se cree que no había ninguna intención real de llevarlos adelante.

Los Pactos de la Moncloa

Los Pactos de la Moncloa fueron los acuerdos firmados por el Gobierno de la legislatura constituyente y el grueso de fuerzas políticas con representación parlamentaria, también nacionalistas vascas o catalanas, en el Palacio de la Moncloa, el 25 de octubre de 1977, durante la Transición. Formalmente se trataba de dos pactos: el Acuerdo sobre el programa de saneamiento y reforma de la economía y el Acuerdo sobre el programa de actuación jurídica y política. Además de generar consensos sobre cómo gestionar la transición al sistema democrático, entre otras cuestiones hicieron frente a una inflación disparada, que llegó a sobrepasar el 26%. Las fuerzas firmantes se conprometieron a  impulsar los Pactos en el Congreso -llegaron dos días después- y en el Senado -desde el 11 de noviembre-. A ellos se unieron los sindicatos CCOO, desde el inicio, y UGT, posteriormente, no así la CGT.

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