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Emergencia del coronavirus Urkullu se queda solo en su defensa de la patronal y abre una grieta con el Gobierno de Sánchez

El lehendakari promueve las tesis de Confebask y rechaza el cierre de empresas no esenciales. El jueves tendrá que defenderlo en solitario ante la Diputación Permanente del Parlamento Vasco.

Urkullu teleconferencia
Imagen cedida por el Gobierno Vasco del lehendakari durante la videoconferencia mantenida el domingo con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. EFE/ Irekia

Iñigo Urkullu lo ha vuelto a hacer. Al igual que en otros episodios recientes, el lehendakari ha mostrado su completa sintonía con la patronal vasca, aunque ahora con un plus: esta vez, su posicionamiento del lado de Confebask ha supuesto abrir una primera e indisimulable grieta con el Gobierno de Pedro Sánchez. El motivo: la paralización de la actividad económica no esencial.

Primero, por carta. Luego, a través de una pantalla. En un formato u otro, el lehendakari ha empleado el fin de semana para dejar claro que no comparte la decisión del Ejecutivo central de frenar la actividad de distintos sectores para tratar de evitar que el coronavirus continúe propagándose.

Lo dicho en la pantalla fue una adaptación de lo escrito en la carta. Aprovechando la reunión con los presidentes autonómicos, Urkullu dijo el domingo a Sánchez que "comunicar públicamente, antes de reunirnos, decisiones consumadas y no consultadas, no es buen método. No lo comparto y espero de su parte un compromiso que corrija esta distorsión", afirmó.

En la carta enviada la noche anterior, el lehendakari pedía además que "atendiendo a los criterios fundamentados en la Salud Pública", fuese cada comunidad autónoma la que determinase las actividades y empresas que "son auxiliares y necesarias para la actividad crítica previo conocimiento del Gobierno español".

La posición de Urkullu estaba alineada con la manifestada por Confebask, que se posicionó en contra de la paralización de actividades no esencial. En el caso de la patronal vasca, las críticas al Ejecutivo encabezado por Sánchez fueron de especial dureza. "El Gobierno central es un ejemplo de incompetencia e incapacidad", afirmó este lunes por la mañana en Radio Euskadi el presidente de Confebask, Eduardo Zubiaurre.

Describió el escenario actual como "kafkiano" y propio de "una pesadilla" de la que le gustaría despertarse "con gobernantes de otra talla". Dijo además que "quien está al frente" del Gobierno "no tiene lucidez y toma decisiones nefastas".

"Estamos dando una imagen terrible. El mundo sigue funcionando", afirmó Zubiaurre en el programa Boulevard de Radio Euskadi. De eso mismo había hablado el lehendakari el domingo –y también en jornadas previas–, cuando le indicó a Sánchez que "nuestras empresas van a cerrar mientras sus competidoras en Europa y el resto del mundo siguen trabajando".

"La actividad económica esencial depende de la realidad industrial de cada comunidad. Euskadi seguirá siendo leal y solidaria, pero hoy, la industria vasca está sumida en un caos por la falta de definición de Sánchez", añadía la consejera de Industria, Arantxa Tapia, en una entrevista ofrecida el domingo a Cadena Ser.

Este lunes, ya con el decreto del Gobierno sobre la mesa, dijo en Euskadi Irratia que "es hora de actuar ordenadamente, centrarse en la salud y mantener lo que se pueda".

Este asunto volverá a estar sobre la mesa el próximo jueves, cuando el lehendakari comparezca de forma telemática ante la Diputación Permanente del Parlamento Vasco –órgano que funcionará hasta que se celebren las postergadas elecciones autonómicas y se constituya una nueva Cámara–. Lo hará a petición de EH Bildu y será para explicar la gestión del Gobierno Vasco ante la emergencia del coronavirus.

Urkullu estará allí, literalmente, solo: salvo el PNV, ningún partido del escenario vasco se ha mostrado en contra del cierre de la actividad empresarial no esencial.

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