La encuesta de otoño de la revista 'Temas', cuyo consejo de redacción preside Alfonso Guerra, concluye que si se celebrasen hoy elecciones generales las ganaría el PSOE con entre un 31% y un 34% de los votos, mientras que Podemos sería la segunda fuerza, con entre un 21% y un 24%, y el PP sería tercero, con un apoyo de entre el 20% y el 22%.

La encuesta detecta un 'espectacular crecimiento del voto de izquierdas en general', de manera que PSOE, IU, Podemos y otros partidos menores podrían sumar dos tercios de los votos (67,2%), mientras que el centro y la derecha (PP y UPyD) se quedarían en un 25%. Nacionalistas y regionalistas conseguirían un 6,9%.

El sondeo, basado en 1.724 entrevistas realizadas entre el 15 de septiembre y el 2 de octubre, antes de la crisis del ébola y del escándalo de las 'tarjetas black', apunta a un fuerte retroceso de CiU, que perdería dos tercios de sus apoyos de 2011 y se quedaría en un 1-1,5% en favor de ERC -que triplicaría los suyos hasta un 2,5 o el 3,5%-. También retrocederían IU y de UPyD, en parte por la competencia de Podemos.

IU y UPyD pierden un tercio de sus votos en favor de Podemos

El nuevo partido perjudicaría a IU, que le cede un 30% de sus votos anteriores, y se quedaría con una intención de voto del 8%; y a UPyD, ya que esta formación perdería un 28,6% de su electorado en favor de los de Pablo Iglesias.

Por este y otros motivos, dicen los responsables de la encuesta, el partido de Rosa Díez se quedaría en un 2,5% frente al 4,7% en 2011, lo que demuestra 'la inestabilidad a la que se encuentran sometidas formaciones construidas en gran parte sobre liderazgos personales y en torno a estrategias y propuestas poco concretadas y excesivamente fiadas a la capitalización del descontento'.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, empata en valoración con el nuevo secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en 4,79 puntos, aunque Iglesias es mejor valorado por sus propios votantes, con 7,27 puntos frente a los 6,73 que le dan a Sánchez los suyos.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibe un 2,44 de la población en conjunto y un 6,03 de los 'populares', mientras el coordinador federal de IU, Cayo Lara, recibe un 3,72 (5,79 de los suyos), Rosa Díez un 3,64 (5,63 de sus votantes) y Albert Rivera, líder de Ciutadans, un 3,49.

Además, la encuesta muestra que un 57,7% de los votantes del PSOE quiere a Sánchez como candidato y un 43,7 por ciento de los 'populares' prefiere a Rajoy. En el caso del PSOE, el siguiente en apoyos es, muy por detrás de Sánchez, el expresidente Felipe González (7,9%), seguido de la exministra Carme Chacón (5,7%) y la presidenta andaluza Susana Díaz (4,7%).

En el PP la segunda opción es la presidenta del PP madrileño, Esperanza Aguirre (11,6%), seguida por el expresidente del Gobierno José María Aznar (11,2%), mientras un 6% preferiría a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y un 5,1% a la 'número dos' del PP, María Dolores de Cospedal.

Dentro del ascenso global de la izquierda, el sondeo apunta que las posibilidades futuras de cada partido dependerá de cómo 'se sustancie la futura campaña de las elecciones generales' y de cómo evolucionen y cómo sean percibidas 'determinadas fuerzas políticas de nuevo cuño'.

Según los investigadores, los votantes de Podemos son en un 33,7% abstencionistas, mientras un 25,7% procede del PSOE, un 12,8% de IU, un 8,8% del PP y un 3,2% de UPyD, es decir, un perfil muy 'heterogéneo' que habrá que ver si se estabiliza 'más allá de la explosión de indignación y descontento que está logrando capitalizar en estos momentos'.

Con estos datos, los investigadores dan mucha importancia a los 'elementos subyacentes' que pueden apuntar tendencias. Entre otras cosas, un 39,6% de los encuestados creen que el PP volverá a ganar las elecciones, frente al 20,3% que cree que lo hará el PSOE.

'El PP podría acabar remontando de forma apreciable' Por eso, cree que el PP podría beneficiarse de esta herencia, y también de que puede haber voto oculto en favor del PP y de que el descontento no encuentre 'anclaje' en otra fuerza conservadora, de modo que 'el PP podría acabar remontando de forma apreciable'.

Sin embargo, sólo un 21,2% de los encuestados desea que gane el PP, mientras el 38,4% desea que gane el PSOE, 7 puntos más de quienes declaran que votarían por este partido -en el caso del PP y Podemos ambas cifras son similares-, así que los expertos apuntan que el PSOE deberá estudiar como cuestión crucial cómo terminar de atraer a los 'recelosos'.

Además, destacan que entre los votantes de Podemos a un 68% les gustaría que el PSOE ganase las elecciones, aunque un 42,2% cree que ganará el PP, y el 33% querría a Sánchez como presidente. Así, concluyen que bastantes votantes de Podemos tienen una intención 'testimonial y de tipo reactivo, como expresión de protesta y malestar'.

La edad media del electorado del PSOE es de 53,3 años

Entre los votantes de izquierda, el PSOE es más fuerte entre los mayores de 60 años y la edad media de su electorado es de 53,3 años, mientras que Podemos es más fuerte entre los jóvenes y la edad media de su electorado se sitúa en 42,9 mientras el de IU está en 45,6 de promedio.

Con todo, aunque admite que Podemos ha dañado la expectativa de voto joven del PSOE, afirma que se nota especialmente en el electorado de IU, que pierde apoyo entre los menores de 30 años desde el 9% de 2012 hasta el 5,4% en otoño de 2014.

El PSOE también tiene apoyos entre los trabajadores manuales (un 19,8% vota socialista), los jubilados, personas con niveles básicos de estudio y que viven en municipios menores de 10.000 habitantes y se consideran a sí mismas clase media-baja. En el electorado de Podemos hay más ciudadanos con estudios medios (21%) y residentes en ciudades de más de 500.000 habitantes.

La encuesta ha detectado que el conjunto del electorado español se está orientando más a la izquierda 'en parámetros similares a los años ochenta y noventa, cuando el PSOE obtenía mayorías' y hoy se sitúa, en una escala de 1 a 10, en el 6,18, frente al 5,99 de 2010.

El sondeo destaca, eso sí, que el PSOE es el partido que demuestra tener más 'consistencia' entre cómo lo perciben sus votantes y cómo se perciben a ellos mismos, mientras los electores de Podemos ubican a su partido más a la izquierda de sus posiciones personales y los del PP, al contrario, se ven a sí mismos más de centro que el partido al que votan.