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Podemos entra hoy en el Parlamento andaluz, la primera parada en su carrera a las generales

La candidata Teresa Rodríguez confía superar las previsiones de las últimas encuestas, que les situaban como tercera fuerza con entre 15 y 22 escaños. La cita con las urnas de este domingo es decisiva: medirá las fuerzas del partido, determinará su estrategia a seguir en las autonómicas y demostrará que sigue saliendo el sol aunque Podemos esté en las instituciones

La candidata de Podemos en las elecciones andaluzas, Teresa Rodríguez, en el mitin de cierre de campaña, con Pablo Iglesias e Íñigo Errejón. A.L.M.

SEVILLA.-La expectación es absoluta, la ilusión de sus simpatizantes flota en el ambiente, y el deseo de dar la vuelta a las encuestas y echar a Susana Díaz de San Telmo es más que evidente en Podemos.

Este domingo se enfrentan a una de las jornadas más importantes en su corta historia: son los comicios en los que a todas luces entrarán en las instituciones, y pueden servir para plasmar su mensaje de que el cambio político es “irreversible”, de que el bipartidismo tiene los días contados.

Para parte de sus dirigentes estatales estos comicios son en cierto modo una toma de contacto, una suerte de experimento que servirá para corregir los fallos y tomar nota de los aciertos para llegar con más fuerza a las generales de finales de año, objetivo prioritario del partido. Para otros, y desde luego para el equipo que lidera Teresa Rodríguez, las elecciones del 22 de marzo representan el primero de los cuatro partidos que deberán jugar en 2015, y tienen una importancia vital.

Apenas cuentan con un año y dos meses de vida y probablemente se convertirán en tercera fuerza política en Andalucía

Apenas cuentan con un año y dos meses de vida y probablemente se convertirán en tercera fuerza política en Andalucía. Para Podemos esto no sería suficiente, porque no quieren ser “partido bisagra” ni “fuerza testimonial”, porque salen “a ganar”, aunque teniendo en cuenta los resultados de los sondeos parece muy complicado: se harán con entre 15 y 22 escaños según las últimas encuestas, que en el mejor de los casos los sitúan cerca del Partido Popular, y a gran distancia del PSOE.

También es cierto que los de Podemos son buenos esprintando, como demostraron en las elecciones europeas, cuando la encuesta de Público fue la que más se aproximó a los resultados que finalmente lograron. Entonces, este diario les daba entre dos y tres europarlamentarios, la mayoría de sondeos sólo uno, y finalmente sacaron cinco.

Entonces partían de una situación aún más difícil, eran casi desconocidos y tenían aún menos medios, además de menos simpatizantes, pero dieron un golpe sobre el tablero político que logró trastocarlo, y ellos insisten en que volverán a hacerlo este domingo. Dijeron que Susana Díaz había intentado “pillarlos con el pie cambiado” con su decisión de adelantar las elecciones, pero insistieron en que no había podido lograrlo, y ahora es el momento de demostrarlo.

La dirección estatal del partido se ha reunido este sábado en Sevilla, y este ha sido precisamente uno de los temas a tratar en el encuentro, sobre el que no han querido dar detalles. Aunque Mariano Rajoy se permita llamarles “zascandiles” en plena jornada de reflexión, los de Podemos saben que es momento de ser prudentes, y no correrán riesgos innecesarios antes de tener los resultados.

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, con la candidata a las elecciones en Andalucía, Teresa Rodriguez. REUTERS/Jon Nazca

El líder de Podemos, Pablo Iglesias, con la candidata a las elecciones en Andalucía, Teresa Rodriguez. REUTERS/Jon Nazca

Salvo que logren salirse de las tablas, Teresa Rodríguez será la única responsable de comparecer al concluir el recuento, cuando previsiblemente responderá a algunas de las preguntas que surgirán del análisis de los primeros resultados. Podemos tiene difícil gobernar, pero el PSOE de Susana Díaz podría pedirle su apoyo para perpetuarse en el poder, algo a lo que Rodríguez se negará a no ser que los socialistas se pillen los dedos comprometiéndose a “girar 180 grados” en sus políticas.

Lo que parece claro es que Rodríguez preferirá estar en la oposición antes de llegar a acuerdos que supongan renunciar al grueso de sus propuesta

Con IU debilitada –siempre según las encuestas-, otra de las opciones es que PP y PSOE se vean obligados a formalizar su relación en una coalición de gobierno, una situación ante la que un amplio sector de Podemos se frotaría las manos, y probablemente restaría aún más apoyos a ambas fuerzas en las siguientes elecciones, sobre todo a los socialistas.

Lo que parece claro es que Rodríguez preferirá estar en la oposición antes de llegar a acuerdos que supongan renunciar al grueso de sus propuestas, a dar la espalda a sus votantes y a desvirtuar su marca. También parece obvio que sea cual sea el resultado la gaditana seguirá peleando por echar a los socialistas de la Junta, que no va a tirar la toalla.

Su experiencia en esta campaña permitirá corregir la estrategia a abordar de cara a las autonómicas, y su llegada al Parlamento andaluz reforzará la idea de que no hay una corriente de opinión única en Podemos, de que es posible discrepar con el ‘oficialismo’ y seguir remando en el mismo barco.

Y, por encima de todo, servirá para demostrar que el sol sigue saliendo aunque el partido de Rodríguez e Iglesias esté dentro de las instituciones, algo que muchos todavía se empeñan en negar, como hicieron antes de que Alexis Tsipras llegara al poder. Hasta la fecha, Atenas sigue en pie.

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