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Entrevista a Manu Pineda Manu Pineda: "La política exterior europea es lamentable y la estamos pagando bien cara"

Una delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con Palestina visita estos días los territorios ocupados para tomar pulso a la situación. La delegación está presidida por el eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda, con quien hemos hablado sobre las perspectivas europeas.

Entrevista al eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda. / PÚBLICO
Entrevista al eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda. / PÚBLICO

eugenio garcía gascón

Una delegación del Parlamento Europeo para las Relaciones con Palestina visita estos días los territorios ocupados para tomar pulso a la situación. Su apretado programa incluye una visita a la ciudad de Hebrón, obtener información sobre las colonias judías en área de Belén, al sur de Jerusalén, una entrevista con Saeb Erekat, secretario general de la OLP y jefe de las negociaciones con Israel, una reunión con el primer ministro Mohammed Shtayyeh y otra con el presidente Mahmud Abás, reuniones con organizaciones no gubernamentales palestinas e israelíes de derechos humanos y una visita al campo de refugiados de Shuafat, al norte de Jerusalén.

Se trata de un viaje que tiene mucho de simbólico semanas después de que el presidente Donald Trump y el primer ministro Benjamín Netanyahu anunciaran el controvertido acuerdo del siglo que prevé la anexión israelí de grandes extensiones de Cisjordania y confirma la segregación de los palestinos en sus ciudades y pueblos de manera permanente. La delegación está presidida por el eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda, con quien hemos hablado sobre las perspectivas europeas.

"Es una delegación integrada por cinco eurodiputados de distintos grupos de la Cámara y venimos a ver sobre el terreno lo qué está sucediendo en un momento tan crítico como este, donde se observa un nuevo atropello contra el pueblo palestino que ciertamente tiene precedentes pero que ahora se da en un grado mayor. En el llamado acuerdo del siglo no se ha dado voz a una de las partes, ni lo ha firmado, ni está conforme con un documento que vulnera más de 60 resoluciones de la ONU, el derecho internacional y todos los tratados que incluso ha firmado Israel, incluidos los acuerdos de Oslo".

El programa incluye varias visitas. "Vamos a visitar algunas zonas que sufren más la ocupación, por ejemplo Hebrón, donde los asentamientos judíos están dentro de la misma ciudad. En Tel Rumeida se da una situación irrespirable. También visitaremos el campo de refugiados de Aida, en Belén, etc. Buscamos hacernos una idea lo más real posible. También nos reuniremos con ONG israelíes, como Rompiendo el Silencio y B’Tselem que defienden los derechos humanos y cuyos puntos de vista queremos conocer, pero al mismo tiempo llevamos una agenda institucional que nos permitirá reunirnos con las máximas autoridades palestinas".

Mucha gente piensa que la reacción europea al acuerdo del siglo ha sido demasiado tibia. Para empezar no se ha visto que haya un consenso en la UE en esta cuestión, hasta el punto de que el ministerio de Exteriores israelí ha dicho que las reacciones europeas deben considerarse "a nivel personal" y no a nivel institucional. El primer ministro Benjamín Netanyahu ni siquiera se ha molestado en responder a los europeos.

"Estoy bastante de acuerdo con este planteamiento. Tanto ahora con Josep Borrell, como antes con Federica Mogherini, la Unión Europea ha hecho pronunciamientos impecables. Con cada agresión se hace un pronunciamiento, pero luego no se va más lejos, de manera que los pronunciamientos no sirven de nada. Sitúan a la UE en el lado correcto de la historia pero también son un simple lavado de cara. La UE hace como Pilatos, se lava las manos y no va más allá, mantiene los acuerdos de asociación con Israel que en su título segundo dicen que están basados en el respecto de los derechos humanos… mientras no suspenda los acuerdos, la UE estará haciendo un brindis al sol. Creo que ha llegado el momento de que la UE reconozca al estado palestino, lo que al menos sería una medida de presión".

Sin embargo, da la impresión de que el problema no está tanto en la UE como en las grandes capitales europeas. Ni la canciller Angela Merkel ni el presidente Emmanuel Macron parecen estar interesados en resolver el conflicto. Al contrario, Merkel y Macron frenan arriba cualquier debate serio que planteen los funcionarios europeos sobre esta cuestión.

"Merkel y Macron no son los únicos que actúan así. Para la inmensa de los líderes europeos el conflicto es una patata caliente y les gustaría que desapareciera sin salpicarles. Se incomodan cada vez que se habla de esta situación. Macron es profundamente sionista, está legislando contra el BDS, y Merkel también. De alguna manera pesa sobre ellos la losa del Holocausto y parece que aquellas barbaridades y este cargo de conciencia los tiene que pagar ahora el pueblo palestino. Además está el enorme peso de Israel en las relaciones internacionales. Por el contrario, los palestinos no tienen ni el apoyo de los países árabes, sí de los pueblos pero no de los gobiernos, y el peso de los pueblos cada vez es menor".

Tras esta actitud pasiva de los grandes mandatarios se observa el fracaso de la política exterior europea en todos los frentes, como China, Libia, o el que sea, un fracaso que apunta a la existencia de una grave crisis institucional dentro de la UE, sin que se vislumbre que los europeos vayan a superar esta situación, una opinión que en parte comparte el eurodiputado Manu Pineda.

"La UE carece de una política exterior propia, hace seguidismo de EEUU cayendo en una de las mayores hipocresías. Quitando los partidos de extrema derecha, que no son hipócritas y siempre se cuadran ante Trump, los demás partidos critican personalmente a Trump pero apoyan las medidas que él impulsa. La política exterior europea se limita a no molestar al matón de la clase, incluso cuando el matón nos está haciendo daño a los europeos. Alemania está pagando muy caras, con el peligro de recesión, las veleidades de Trump con China y Rusia. En España o Francia hemos aprobado la tasa Google, y sale el matón de la clase amenazando con freír a quien ponga una tasa a una empresa americana. Y en lugar de que los demás alumnos de la clase reaccionen contra el matón, todos dicen 'a ver si a mí no me toca'. Es un papel lamentable y lo estamos pagando bien caro".

Pineda no cree que esta tendencia vaya a cambiar en un futuro próximo. "No soy muy optimista. Si lo miramos como una foto fija, esto invita al pesimismo, pero vamos a trabajar para que no sea así".

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