La palabra ultraderecha era este lunes el gran elefante en la habitación para Génova. Nadie se atrevía a pronunciarla. La pregunta, con diferentes fórmulas, se repetía a lo largo de la mañana: ¿Cómo ve el PP a Giorgia Meloni?. Las respuestas, de una calculada equidistancia, daban cuenta de lo incómodos que se sienten los populares al tener que posicionarse sobre el homólogo ultraderechista italiano de Vox. Cada uno escurría el bulto a su manera: "Respeto a la voluntad de los ciudadanos", "se moderará" o "el tiempo dirá". 

"Si Vox no quiere que le llamemos ultraderecha, no se lo llamaré", dijo Alberto Núñez Feijóo en el mes de mayo, a las pocas semanas de convertirse en presidente del PP. Una concesión que ha mantenido, tanto él como los suyos, e incluso extrapolado también al análisis que se hace desde Génova de la victoria del posfascismo en Italia. La dirección nacional se niega a definir a Giorgia Meloni como líder de ultraderecha.

Feijóo reunió este lunes a todos sus dirigentes territoriales- a excepción de Isabel Díaz Ayuso, Juan Vivas y Alfonso Rueda- en un Comité Ejecutivo Nacional. Veintidós minutos de intervención en abierto y ni una sola mención a los resultados de las elecciones italianas, la noticia más relevante de la jornada en España y en Europa. El presidente del PP eligió el silencio.

Sí hablaron compañeros de partido. Juanma Moreno, presidente de Andalucía, aseguró que esperaba de Meloni respeto por la "diversidad" y "los valores y los objetivos de la UE más allá de la democracia". Sobre los posicionamientos ideológicos del partido que lidera la más que probable próxima ministra de Italia, Moreno se limitó a decir que "no me gusta que se radicalice ninguna posición política".

Y, encabezados por Isabel Díaz Ayuso, han sido varios los líderes del PP que han considerado que lo más destacado de la victoria del posfascismo italiano es que supone una derrota para la izquierda. "Parece que el electorado solo acierta cuando gobierna la izquierda", dijo Ayuso a primera hora de este lunes. "Desde el respeto a la democracia, los italianos han decidido y queda claro que el socialismo trae ruina a Europa. Hay un cambio de tono desde el socialismo hacia otras alternativas", reflexionó el presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez.

Una corriente a la que se apuntó también Alfonso Fernández Mañueco, presidente de Castilla y León, cuyo principal diagnóstico es que "quien ha perdido las elecciones ha sido la izquierda".

Ayuso comparte diagnóstico con Meloni

Algo igual de cierto que quien las ha ganado es una líder ultraderechista representante del neofascismo que llegó incluso a reivindicar la figura de Mussolini. Es más, su cierre de campaña hace seis días fue un guiño a esta nostalgia fascista: "Después de nuestra victoria, podrán levantar la cabeza y finalmente verbalizar lo que siempre pensaron".

Aún con esto, Díaz Ayuso ha señalado que, aunque "hay algunas partes del discurso que a lo largo de los días fui escuchando y que efectivamente no casan con el mío", sí hay "partes del diagnóstico de la situación de Italia" que comparte con Meloni. Según la líder del PP es "significativo" ver "la catarata de titulares en contra de la elección de los ciudadanos en las urnas". "Parece que solo unos pueden acceder al gobierno", se lamentó. 

Para Ciudadanos: derecha nostálgica

La resistencia a usar la palabra ultraderecha, entre los partidos de derechas, también alcanzó este lunes a Ciudadanos. La vicealcaldesa de Madrid acuñó el concepto "derecha nostálgica" para referirse a la victoria de Meloni. Aún así, el portavoz de Cs, Edmundo Bal, fue tajante al afirmar que el próximo gobierno italiano, si todo sale como se espera en las próximas semanas, es una "mala noticia para la UE y para Italia".

Ejemplo para la ultraderecha española

Y, como cabía esperar, en Vox celebraron la victoria de la ultraderecha como propia. "Meloni ha mostrado el camino", escribió Santiago Abascal este lunes. Macarena Olona, más efusiva, le dedicó una columna de opinión en la que la señalaba como su "inspiración". No hay que olvidar que Meloni acompañó a la excandidata de Vox a la Junta de Andalucía durante su campaña pronunciado uno de los discursos más duros de su trayectoria política reciente cargando contra la inmigración, las leyes LGTBI o las políticas de género. La líder italiana llegó a reconocer que esa intervención fue un error y que estaba "cansada".