Público
Público

Un equipo de arqueólogos encuentra restos del campo concentración de Albatera, el "más significativo" de España

La Generalitat proyecta un centro de interpretación e incluirlo en el itinerario de lugares de la memoria.

Instalaciones del campo de trabajo republicano, en 1938. / Luis Vidal (Biblioteca Digital Hispánica).
Instalaciones del campo de trabajo republicano, en 1938, antes de convertirse en un campo de concentración franquista. / LUIS VIDAL (BIBLIOTECA DIGITAL HISPÁNICA) 

europa press

El campo de concentración del franquismo "más significativo de España" comienza a desvelar datos de su historia gracias al trabajo de un equipo de arqueólogos que ha llevado la cabo la primera fase de una excavación que ya ha dado los primeros resultados valiosos.

Los especialistas han logrado, por ejemplo, delimitar dónde se ubicaba el campo y localizar toda la extensión en planta de uno de los barracones, lo que permitirá documentarlo perfectamente y recuperarlo para una posible musealización. En los trabajos también se han encontrado restos óseos, aunque todavía no las fosas comunes, debido a la gran extensión del terreno.

Munición, insignias militares, un pequeño colgante religioso que se supone que pertenecía a un prisionero y muchas latas de sardinas, el único alimento junto a las lentejas que se daba a los presos, son algunos de los hallazgos que están comenzando a contar la triste historia del enclave.

Así lo ha explicado a Europa Press Felipe Mejías, que encabeza el grupo de arqueólogos que ha estado trabajando en la zona. El experto recalca que se trata del campo de concentración "más significativo de España", puesto que a él fueron a parar personas que se habían refugiado en Alicante pero que no pudieron escapar en el buque Stanbrook. Entre ellos, y aunque no se conservan los listados de prisioneros, pudieron estar personas cercanas y cargos relevantes de la cúpula del gobierno republicano.

El germen de esta investigación se remonta a hace unos tres años, cuando Mejías empezó a indagar la ubicación de las fosas comunes de la provincia de Alicante y se planteó "qué había pasado con los muertos de esos campos" de los que tan poco se sabe. De hecho, pese a sus dimensiones, del de Albatera se conocía poco más del área aproximada en la que se encontraba, aunque durante décadas los vecinos y propietarios de las tierras han ido encontrando restos humanos y objetos que evidencia la existencia de fosas.

Hace alrededor de un mes y medio, y contando con una subvención de 17.600 euros de la Conselleria de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática, comenzaron los trabajos para estudiar el campo de Albatera desde un punto de vista arqueológico. En esta labor han intervenido unas 13 personas, entre el grupo de arqueólogos, una antropóloga forense e investigadores de la Universidad de Cádiz, que ha aportado un georradar de la unidad de Geodetección de Patrimonio Histórico de la Universidad de Cádiz que coordina el profesor Lázaro Lagóstena.

Los resultados son tan alentadores que los responsables de la excavación han solicitado ayuda al Institut Valencià de Cultura (IVC) para rodar un documental científico que muestre el trabajo técnico a la par que "un punto de vista con componente lírico".

"Los arqueólogos somos personas y nos emocionamos", comenta Felipe Mejías, que subraya las historias humanas que hay tras los descubrimientos que van haciendo, por muy simples que parezcan. "Estamos excavando una especie de basureros, los pozos donde los prisioneros arrojaban basura, solo sardinas y lentejas que es lo que recibían, y de hecho, muchos morían de hambre". Algunos reutilizaban las latas para cocer hierba y otros alimentos que podían conseguir. "Ahora seguimos encontrándolas".

Otro de los principales hallazgos de esta primera etapa es un barracón con una cimentación de unos 60 metros de longitud que van a fotografiar, documentar y tapar con la confianza de que en la siguiente campaña, prevista para el próximo año, se excavará para poder hacer en un futuro una reintegración parcial –gracias a documentos gráficos que se conservan de 1938– y que se pueda musealizar.

Y es que estos trabajos son solo el principio de un recorrido largo y necesario, puesto que los campos de concentración españoles son un tema prácticamente inexplorado. En este sentido, Mejías recuerda que hace una década un equipo del CSIC llevó a cabo excavaciones arqueológicas en el campo de concentración de Castuera (Badajoz), una intervención "pionera", y desde entonces, se ha hecho poco más.

"No hay rencor. Solo quieren saber"

"Es una cuestión por trabajar. Es un tema delicado, que aún levanta ampollas, ya que hay quien interpreta la memoria desde una perspectiva errónea; no se trata de abrir heridas, sino de cerrarlas. A raíz de esta intervención he estado en contacto con gente de toda España y en ninguno de ellos he visto rencor, solo quieren saber", defiende Mejías.

La tarea de los arqueólogos sirve también, dice, para romper silencios y ciudadanos de la zona rescaten informaciones que han permanecido calladas. Incluso, uno de los vecinos ha realizado una aportación económica que ha permitido alargar la campaña cuatro días más, revela el especialista.

Respecto a los restos humanos, hasta el momento han encontrado una tibia y un occipital, muy juntos, lo que apunta que puede haber una fosa "muy cerca". La antropóloga forense está analizando los huesos.

En todo caso, la consellera de Calidad Democrática, Rosa Pérez Garijo, ha hecho notar que "el tema del campo de Albatera es más global, ya que no solo se trata de localizar los posibles restos, sino de intentar hacer un centro de interpretación".

Compra de terrenos

Ha explicado que se está trabajando en esa línea, aunque una de las dificultades es que actualmente los terrenos son privados. La intención del Ayuntamiento es comprarlos mediante una subvención, lo que "daría más posibilidades". "Es importante delimitar el campo para hacer un lugar de la memoria. El campo de Albatera es un lugar idóneo, aunque no será el único, ya que queremos hacer un itinerario", ha apostillado.

Asimismo, la consellera ha considerado que hay que finalizar un mapa de fosas. "Sabemos que nunca estará, desgraciadamente, actualizado al cien por cien porque algunas pueden no encontrarse". La idea es poder tener el mapa a principios del año que viene y poner en marcha una web, ha concluido.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias