Escrivá salvará el veto del PP a su reforma de las pensiones, aunque los socios del Gobierno están aún lejos de apoyarla

La primera pata de la reforma de las pensiones centrará el debate en el Pleno del Congreso de este jueves. El PP busca tumbar el primer paquete de medidas en este ámbito que el Gobierno acordó a finales de junio con los sindicatos y la patronal y que, a su vez, permitió recuperar el consenso entre el Ejecutivo y los agentes sociales (el Gobierno de Mariano Rajoy sacó adelante su reforma de las pensiones de forma unilateral y sin contar con el acuerdo social).

Precisamente, este primer paquete elimina gran parte de aquella reforma que se acometió en 2013, llevando a cabo dos de las grandes demandas que el movimiento de pensionistas lleva años reclamando: la revalorización de las pensiones de acuerdo al IPC y la derogación expresa del factor de sostenibilidad.

Si bien, el indicador que sustituye a este último punto, el nuevo mecanismo de equidad intergeneracional, es el que más ampollas ha levantado entre la oposición, que mira con recelo ante la incógnita que se abre por la aplicación del mismo. Y es que, esta fórmula correctora (no operará hasta 2027) será definida en el segundo paquete de medidas, que tendrá que resolver además las cuestiones más espinosas en materia de pensiones.

El PP veta la reforma por el factor de sostenibilidad

A este motivo se agarra el PP para fundamentar su enmienda a la totalidad que pide devolver el texto de nuevo al Gobierno. En este sentido, el grupo popular critica al Ejecutivo por "despreciar sin argumento válido y por mero interés partidista" el factor de sostenibilidad, el cual implicaba un ajuste a la baja en el cálculo de las nuevas pensiones según la esperanza de vida.

Asimismo, afea que este indicador sea derogado "sin haber previsto otro mecanismo que lo sustituya", por lo que refleja "lo poco que le importa a este Gobierno la sostenibilidad del sistema de pensiones". "El factor de sostenibilidad era una herramienta que vinculaba las pensiones de jubilación a la esperanza de vida y garantizaba que las personas de diferentes generaciones con similares contribuciones percibieran pensiones equivalentes a lo largo de su vida", añade el texto a pesar de que el propio Gobierno de Rajoy dejara aparcado este indicador en 2013.

Lejos del aval del Congreso

La mayoría de los grupos parlamentarios, entre ellos Unidas Podemos, han mostrado "inquietud" por la voluntad del ministro de introducir este nuevo concepto que todavía está por definir y acordar. Más aún por los vaivenes en las declaraciones del ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luís Escrivá, en este sentido. Si bien, el veto del PP a la reforma de las pensiones contará previsiblemente con el rechazo de los socios del Gobierno, según han confirmado a Público fuentes de Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu, Más País y Compromís.

Por otro lado, que el proyecto de ley siga en pie no quiere decir que la reforma cuente con el aval de la mayoría de la investidura, que se vuelve más necesaria que nunca ante la oposición del PP a la reforma. Todo lo contrario, ERC y EH Bildu insisten en que aún están lejos de apoyar la medida, que el Gobierno quiere que entre en vigor a principios de 2021. 

La nueva graduación de la penalización por jubilación anticipada (se endurece para las pensiones máximas), la exclusión del aumento de las pensiones mínimas y la ampliación del periodo del cálculo de la pensión (de 15 a 25 años) son algunos de los escollos que alejan a estos grupos del voto favorable. Y tampoco favorecen las polémicas declaraciones que el ministro ha protagonizado en varias ocasiones, como las relativas a la edad de jubilación por las que el propio Escrivá se vio obligado a rectificar.