España nutre el polémico mercado de armas para civiles en EEUU pese a las matanzas y ataques de lobos solitarios
Las exportaciones de rifles y escopetas de fabricación española alcanzan cifras astronómicas. Amnistía Internacional ha pedido en reiteradas ocasiones que se revisen estas operaciones por el riesgo de violencia armada.
Bilbao-Actualizado a
Los rifles y escopetas de fabricación española despiertan pasión en EEUU. Según datos oficiales, el gigante de América del Norte se ha convertido en el principal comprador de armas de caza y deportivas made in Spain, a tal punto que solo en los últimos cinco años las operaciones de exportación rozan los 1.000 millones de euros. Se trata de un negocio que no para de crecer.
El último informe sobre las operaciones de exportación de armas autorizadas por la Junta Interministerial para el Comercio y Control del Material de Defensa y Tecnologías de Doble Uso (JIMMDU, órgano encargado de conceder o rechazar tales permisos) indica que en el primer semestre de 2022 –últimos datos disponibles– autorizó 31 licencias de venta de armas deportivas y de caza destinadas a EEUU.
Solo en los primeros seis meses del año que acaba de terminar, el monto total de las operaciones permitidas por el Gobierno alcanzaron el importe de 177.510.160 euros. En ese mismo periodo se concretaron otras operaciones que habían sido autorizadas anteriormente y que alcanzaron los 39,2 millones de euros.
EEUU volvió a ubicarse así como el principal comprador de este tipo de armas a empresas españolas, una posición que ostenta desde hace ya varios años. Cañones, cartuchos, cerrojos, escopetas, rifles y vainas con pistón formaron parte de la remesa enviada en ese periodo con el visto bueno del Gobierno.
En 2021 se alcanzó una de las cifras más altas en este ámbito. De acuerdo a los datos de la JIMMDU, ese año se autorizaron 52 licencias de exportación de armas de caza y tiro deportivo a EEUU por un valor superior a los 682 millones de euros, un importe casi seis veces superior al de 2020.
"Cortar el grifo"
Entre 2017 y 2021 se autorizaron 317 licencias por un importe cercano de más de 973 millones –una cifra que supera los mil millones si se suman los datos parciales de 2022–, "contribuyendo así a la crisis de derechos humanos causada por la violencia armada en EEUU", destaca Alberto Estévez, portavoz sobre comercio de armas en Amnistía Internacional (AI).
Solo en 2021, coincidiendo con el récord de exportaciones autorizadas por las autoridades españolas, "más de 45.000 personas perdieron la vida en incidentes relacionados con la violencia armada en EEUU, incluidas 692 matanzas", un término que incluye todos aquellos ataques –en su mayoría a cargo de los llamados lobos solitarios– en los que mueren cuatro personas o más.
"El Gobierno debería cortar el grifo porque no hay garantías de que no contribuyan a la epidemia de violencia armada en ese país que se ha cobrado más de 280.000 vidas en los últimos cinco años. Eso equivale a toda la población de una ciudad media española", señala Estévez.
A su juicio, estas operaciones de exportación de rifles y escopetas a EEUU constituyen "un caso flagrante de doble rasero y aplicación inadecuada de la legislación existente, pero parece que, en la balanza comercial española, don dinero pesa más que el derecho a la vida de la población estadounidense".
"Riesgo de desvío"
Con esos datos sobre la mesa, AI ha recomendado al Gobierno que no autorice este tipo de exportaciones a EEUU en base a los criterios de la Posición Común de la Unión Europea sobre transferencias de armas, particularmente aquellos puntos que aluden al "respeto a los derechos humanos en el país de destino", la existencia de "tensiones internas" y el "riesgo de desvío y la capacidad para aplicar controles efectivos sobre la exportación".
"Además de este acuerdo político de la UE, el Gobierno está obligado por el Tratado sobre Comercio de Armas a hacer una evaluación objetiva para valorar si podrían utilizarse para cometer o facilitar una violación grave del derecho internacional de los derechos humanos", recuerda el portavoz de AI.
A ello se suman los dictámenes aprobados en esta legislatura por la Comisión de Defensa del Congreso, que ha pedido al Ejecutivo que refuerce "el enfoque preventivo" de la ley española que regula la exportación de armas españolas a fin de evitar los envíos a Estados "con altos índices de violencia armada, en las que el material español exportado pueda ser empleado en situaciones de violación de derechos humanos". "Blanco y en botella: el caso de EEUU es un ejemplo palmario de esta situación", agregó Estévez.
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