El Gobierno guarda silencio ante las nuevas acusaciones de Israel a sus ministros tras la iniciativa de Bustinduy
El Ministerio de Exteriores no tiene previsto contestar al último comunicado de la Embajada de Israel en España en respuesta a la iniciativa del ministro de Sumar. Israel niega el "genocidio" y acusa a Bustinduy de "dar alas a Hamás".
Washington (Eeuu)-Actualizado a
El Ministerio de Exteriores que dirige José Manuel Albares no ha contestado esta vez a la Embajada de Israel en España tras su último comunicado en el que acusaba a "algunos ministros" de dar alas a Hamás y alentar el antisemitismo. Según fuentes diplomáticas, tampoco tiene previsto hacerlo.
El origen del nuevo choque se encuentra en la iniciativa llevada a cabo por el ministro de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Bustinduy. El pasado miércoles envió una serie de cartas a empresas españolas en las que pedía que revisaran sus actividades para no contribuir al "genocidio" que está cometiendo Israel en la Franja de Gaza contra el pueblo palestino.
En un primer momento, tanto desde Exteriores como desde el Ministerio de Economía mostraron su sorpresa y desconocimiento ante las cartas de Bustinduy. Una desautorización que llegó poco después de que los medios de comunicación se hicieran eco de la iniciativa. Sobre las causas de no contestar a Israel, las fuentes diplomáticas consultadas se remiten a que la posición española es clara y que además Israel es un Estado amigo.
Tras la publicación de la noticia sobre Bustinduy, la Embajada de Israel en España difundió un comunicado mostrando su "total rechazo" a la "falsa acusación difundida por algunos ministros, intelectuales y medios de comunicación de que Israel esté cometiendo un genocidio".
"La denominación y deslegitimación de Israel, recurriendo a acusaciones carentes de fundamento, da alas a Hamás y a quienes persiguen la desaparición del Estado de Israel, son una clara incitación al odio y alientan el antisemitismo", añade el texto.
Estas mismas fuentes señalan que las posiciones de Sumar no generan consecuencias de calado en la política exterior española y enmarcan el comunicado israelí en una respuesta a una serie de opiniones individuales de ministros puntuales y no una crítica al Gobierno en pleno. Al mismo tiempo, recuerdan que dentro de los Ejecutivos de coalición confluyen distintas sensibilidades que hay que naturalizar.
No es el primer choque entre la Embajada israelí y el Gobierno de Pedro Sánchez. En noviembre, el Gobierno de Netanyahu llamó a su embajadora en España tras el viaje de Sánchez a Israel y Palestina. El presidente llamó a Israel a respetar el Derecho Internacional y comenzó a defender el reconocimiento del Estado de Palestina desde el paso de Rafah.
Antes, en octubre, Exteriores sí emitió un comunicado de respuesta a la Embajada de Israel en España rechazando las "falsedades vertidas sobre ministros del Gobierno como Ione Belarra. La exministra criticó al Gobierno de Israel por llevar a cabo "crímenes de guerra en la Franja de Gaza, bombardeos masivos, cortes de agua y luz" y no dejar "entrar ayuda humanitaria".
La Embajada israelí denunció entonces que declaraciones como esas podían "poner en peligro la seguridad de las comunidades judías de España". Albares, aparte del comunicado de Exteriores rechazando la reacción israelí, llamó personalmente a la embajadora para mostrar su disgusto.
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