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Feijóo asumirá el liderazgo de un PP que no ha sido capaz de pasar página de la corrupción durante la era Casado

Ayuso reconoció que su hermano cobró 280.000 euros pero en el partido "no hay dudas" sobre el contrato que le vincula a la Comunidad de Madrid. Este martes se celebra la Junta Directiva Nacional que fijará el congreso extraordinario.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, interviene en la entrega de llaves a adjudicatarios de viviendas protegidas, en Vigo, a 28 de febrero de 2022.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, interviene en la entrega de llaves a adjudicatarios de viviendas protegidas, en Vigo, a 28 de febrero de 2022. Javier Vázquez / Europa Press

A Mariano Rajoy le echó de la Moncloa la sentencia del caso Gürtel que dio por probada la financiación ilegal del PP. El fallo judicial fue tan duro que los partidos de la oposición tuvieron pocas opciones para no apoyar la moción de censura del PSOE. Así, el 1 de junio de 2018 la aritmética parlamentaria dejaba a Rajoy sin la presidencia del Gobierno y cuatro días después, el 5 de junio, el político gallego dimitía también como presidente del Partido Popular. Fue el fin de una era, el 'marianismo', y un mes y medio más tarde Pablo Casado le relevó en su cargo con la promesa de "regenerar" el partido.

Si el PP de Mariano Rajoy fue el PP de los papeles de Bárcenas, Gürtel, Púnica y Lezo, entre muchos más, Casado aterrizó en los mandos de Génova con el compromiso público de limpiar la enorme mancha de un partido que se había demostrado corrupto. La nueva era, prometían, sería la de la "transparencia".

Se va Casado, se queda Génova

La "regeneración" de Casado tendría además su propio símbolo, y en los planes del todavía presidente del partido, iba a ser una nueva sede lejos del edificio de Génova 13, ligado al caso Bárcenas y al pasado corrupto del partido. Pablo Casado anunció que el PP dejaba su sede el 16 de febrero de 2021. El destino quiso que ese mismo día, un año después, Ayuso apretase el detonador que le hizo saltar por los aires denunciando la presunta contratación de un detective para investigarla.

El tiempo de Pablo Casado al frente del partido conservador, salvo sorpresa, ha terminado y en su final han vuelto a relucir los fantasmas de la corrupción: un detective contratado supuestamente por el partido para espiar a una presidenta autonómica por la adjudicación a dedo de un contrato sanitario del que su hermano obtuvo, que al menos por ahora esté confirmado, 55.850 euros.

De este episodio que recuerda a un pasado de las cloacas, Génova solo reconoce que la información sobre el contrato del hermano de Ayuso llegó a la sede y con eso preguntaron a la presidenta, si obtener respuesta. Niegan la contratación de ningún detective. Por su parte, Isabel Díaz Ayuso, y sus consejeros de Sanidad y Economía, pronto reconocieron el objeto de las sospechas de Génova: hubo contrato y Tomás Díaz Ayuso cobró por sus labores como "intermediario". Hay un total de cuatro facturas entre el hermano de la presidenta y la empresa adjudicataria, pero en un primer momento desde la Puerta del Sol solo se admitió el cobro de 55.850 euros.

La cifra que dio Génova era muy superior. Pablo Casado situó los beneficios de Tomás Díaz Ayuso en torno a 280.000 euros: "Yo no permitiría que mi hermano cobrara 300.000 euros por un contrato decidido en un consejo de ministros presidido por mí", aseguró en una entrevista. Esa era la información que había llegado al partido y que Ayuso, según Génova, no supo aclarar en privado.

Lo que vino después es conocido y ha terminado con el presidente del PP acorralado y convocando, de madrugada, un congreso extraordinario para elegir a un nuevo dirigente del partido. Solo un día después, mientras el país miraba a la guerra en Ucrania, el equipo de Díaz Ayuso reconoció en un mensaje a periodistas, según varios medios de comunicación, que su hermano cobró 283.000 en cuatro pagos de la empresa Priviet Sportive S.L. Una cifra muy próxima a la que señaló Pablo Casado.

Confianza ciega en Ayuso

La Fiscalía Anticorrupción ha abierto una investigación por este contrato y ni Isabel Díaz Ayuso ni su entorno han dado más explicaciones, pero no hacen falta para el PP. Quien está llamado a presidir el partido, Alberto Núñez Feijóo, mostró este domingo su conformidad con las aclaraciones de la presidenta madrileña: "si alguien tiene dudas, yo tengo pocas dudas". Para Feijóo la justificación de la Puerta del Sol es "clara y diáfana" y el partido no debe mover ficha.

El presidente andaluz, Juanma Moreno, también tiene suficiente. "La información que ha dado Ayuso me parece suficiente (...) No tengo ningún elemento para no confiar en ella", aseguró este lunes. Para Moreno Ayuso es en estos momentos "uno de los grandes activos" que tiene el PP.

Más de perfil aún se puso el Alfonso Fernández Mañueco, que al ser preguntado por las presuntas irregularidades en el contrato que implica al hermano de Ayuso dijo "tengo suficiente con lo que tengo". "La relación con Ayuso es buena, es de contacto, vamos a seguir trabajando exactamente igual que hemos trabajado desde hace dos años y medio", defiende también Martínez Almeida. El alcalde saca pecho además de la "coincidencia de nuestras políticas y sintonía".

Los populares cierran filas en torno a Feijóo, y el gallego escuda a Díaz Ayuso. No hay atisbo de dudas en las filas del PP sobre el enriquecimiento, reconocido, del hermano de la presidenta madrileña a través de una adjudicación a dedo de la Comunidad de Madrid.

Pese a los esfuerzos de los barones, la sombra de la falta de transparencia es grande y la alargan los últimos colaboradores fieles de Casado. Tanto Teodoro García Egea, ex secretario general del PP, como Pablo Montesinos, todavía vicesecretario de Comunicación, han deslizado en sus últimas entrevistas las reticencias de la presidenta para aportar la documentación requerida por el partido. El mensaje que se transmite desde el núcleo duro de Casado es que se va por exigir "transparencia".

La Junta Directiva que abre paso a Feijóo

Este martes se dará el primer paso oficial para la salida de Casado. La Junta Directiva Nacional, el máximo órgano entre congresos del partido, se reúne para fijar el próximo congreso extraordinario que decidirá el futuro del PP. La fecha elegida será, con casi toda seguridad, el fin de semana del 2 y 3 de abril.

Se producirá también el primer encuentro después de la guerra interna entre Casado y Ayuso, porque ambos son miembros de la Junta en la que se reunirán en torno a 400 miembros afiliados al partido.

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