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Las huestes de Feijóo y Ayuso boicotean a un equipo de TVE en la protesta contra la amnistía: "¡Fuera, sinvergüenzas!"

Simpatizantes del Partido Popular vulneran el derecho a informar de los periodistas durante la protesta en Madrid.

Asistentes a la manifestación del PP contra la amnistía celebrada en Madrid.
Asistentes a la manifestación del PP contra la amnistía celebrada en Madrid. Borja Sánchez Trillo (EFE)

Manifestación en Madrid convocada por el Partido Popular contra la amnistía. Avenida Felipe II, barrio de Goya, zona noble de la capital. Los asistentes, 40.000 según la Delegación de Gobierno, corean "¡presidente, presidente!". Alberto Núñez Feijóo recoge el guante: desde la calle o desde el Congreso defenderá una España "de ciudadanos libres e iguales" frente a lo que tacha de "indignidad" y "cacicada". Arropado por José María Aznar y Mariano Rajoy, el candidato a la investidura, que tendrá lugar esta semana, se crece.

La "¡libertad, libertad!" que tanto proclama Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid, quien se funde en un abrazo con su amado líder, adquiere tintes amenazadores en un ambiente crispado y teñido de ardor rojigualda. Feijóo saca músculo y escucha a lo lejos "Puigdemont, a prisión", mientras enarbola el mantra de la defensa de la igualdad entre los españoles. Sin embargo, en la plaza donde se ubica el WiZink Center y él está recibiendo un baño de masas, los valores de la justicia hacen aguas entre los suyos.

Aznar, Feijóo y Rajoy, en la manifestación contra la amnistía organizada por el PP en Madrid.
Aznar, Feijóo y Rajoy, en la manifestación contra la amnistía organizada por el PP. Borja Sánchez (EFE)

Algunos de esos "ciudadanos libres e iguales", a quienes él defenderá le "cueste lo que le cueste", comienzan a increpar a un equipo de Televisión Española, la pública, ¿la de todos? No, las enfurecidas huestes de Feijóo —o, según se mire, de Ayuso— creen que los profesionales de RTVE desplazados al lugar para informar de un "mitin" o una "manifestación —Feijóo no se aclara— son unos "pagados" y unos "sinvergüenzas". Arremeten contra ellos con toda clase de improperios. Una pancarta reza: "¡Puigdemont, a la cárcel! ¡Sánchez, a la mierda!".

"Libertad", sí. "Igualdad", también. Pero este domingo no todos los periodistas son iguales. Tampoco libres. Boicoteados, sin poder ejercer su derecho a informar, aguantan estoicamente la tormenta de insultos. "¡Fuera, fuera!". Ya no se sabe si sus líderes prenden la mecha o ellos incendian las calles en un campo de batalla abierto a la aprobación de una ley de amnistía que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, negocia con los independentistas catalanes, a la improbable investidura de Feijóo y a un hipotético regreso a las urnas.

Acosados por la multitud, que no ahorró improperios, la periodista Almudena Ariza se solidarizó con sus compañeros de RTVE y difundió un vídeo que refleja los modos de una derecha que ha mostrado síntomas, una vez más, de alergia a quedarse relegada en la oposición. O, lo que es lo mismo, de no aceptar a un Gobierno progresista al que, desde su formación, han considerado "ilegítimo". Ahora, ante la investidura de Feijóo, deberán entender que España es un sistema parlamentario y que, para ser presidente, hay que sumar en el Congreso, aunque este domingo ya han comenzado a restar en la calle.

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