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Feijóo reivindica la España de las autonomías en su estreno en Catalunya como presidente del PP

En un discurso con tintes del pasado en la reunión anual del Cercle d'Economía, se limita a apelar a la estabilidad, a atacar el Procés, a repetir la idea que Catalunya lleva años "en decadencia" y a atacar la política económica del Gobierno.

El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante su participación en la tercera y última jornada de la Reunión del Cercle Economía, a 6 de mayo de 2022.
El presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante su participación en la tercera y última jornada de la Reunión del Cercle Economía, a 6 de mayo de 2022. Andreu Dalmau / EFE

Alberto Núñez Feijóo se ha estrenado en Catalunya como presidente del PP en uno de los pocos foros relativamente favorable a sus ideas que puede encontrar en este territorio: la reunión anual del Cercle d'Economía. En una intervención en la que ha repetido sus mantras económicos, que podríamos resumir en bajada de impuestos y reducción de la administración, Feijóo se ha mostrado muy crítico tanto con el Gobierno como con el independentismo y el Procés. En este sentido, su discurso ha empezado con un elogio a la España de las autonomías que en Catalunya se interpreta como un viaje a un pasado ya remoto y que está lejos de recibir el apoyo de la inmensa mayoría de su sociedad, aunque sí puede contar con el aplauso de una parte de su empresariado.

"La España de las autonomías es un feliz encuentro de ideas, experiencias y aspiraciones que fraguaron en un modelo que es plenamente vigente", ha proclamado Feijóo. El todavía presidente de la Xunta de Galicia ha cargado las tintas contra el independentismo: "El Procés ha sido un mal negocio. Ha dividido a la sociedad, ha deteriorado las instituciones y se ha dejado de gobernar a favor de los intereses de la gente". Y ha añadido que en los últimos años Catalunya ha caído en una "decadencia innegable" y debe empezar a hablar "menos de política y más de economía".

Su receta para convencer a los catalanes no ha pasado de apelar a la "estabilidad" y en la idea en que con el actual contexto global de tensión, para Catalunya es mucho mejor un "acercamiento" al resto de España. En su opinión, la fuerza de una "nacionalidad como Catalunya, estriba en la admiración y las simpatías que despierta fuera". Feijóo, por tanto, no ha ofrecido nada nuevo en relación al conflicto catalán, pese a la tremenda crisis que atraviesa su partido en Catalunya, con solo tres diputados en el Parlament y sin representación en muchos de los principales ayuntamientos. Ni tan siquiera ha atendido una petición compartida por el empresariado, como es una mejor financiación para Catalunya, como se ha encargado de señalare en la presentación el presidente del Cercle, Javier Faus.

Feijóo tampoco ha hablado del caso Pegasus, el escándalo de espionaje a independentistas -y también a miembros del Gobierno- que ha sacudido la política española las últimas semanas. Con un discurso que ha obviado en todo momento el papel que ha jugado su partido en la actual situación, el presidente del PP ha manifestado que "España lleva demasiados años en los que reina el conflicto", para añadir que "las tensiones partidistas se perciben ahora en el seno del Gobierno central" y culminar soltando que "al enfrentamiento y radicalidad que afectan a España, en Catalunya se añade los problemas generados por algunos políticos".

"Vengo a ofrecer estabilidad"

Pese a que el tono de su mensaje es mucho menos estridente que el de su antecesor, Pablo Casado, el fondo difiere más bien poco. "Vengo a reclamar y a ofrecer estabilidad", ha asegurado Feijóo, que ha atacado el enfoque del gobierno de la actual situación económica y ha insistido en su llamado "plan para España" como vía de solución. Fundamentalmente consiste en la "racionalización del gasto burocrático", algo que puede interpretarse con una reducción del personal público; rebajas de impuestos -ha citado el IRPF, el de Sociedades y también el IVA, sobre todo para la energía y el gas-; así como la "agilización de la administración".

También a nivel político se ha mostrado partidario de grandes pactos entre el PP y el PSOE, pese a que los acuerdos de este tipo dejan de lado a buena parte del Congreso, y lo ha hecho llamando a recuperar "el espíritu olímpico de Barcelona 92" para poner "remedio a los desencuentros que se han visualizado entre la clase política".

Finalmente, a preguntas de los socios del Cercle, ha hablado sobre Vox, diciendo que a diferencia de la formación de extrema derecha, el PP es un partido europeísta, autonomista y "de gestores", y ha apostado por lograr convencer al electorado de la organización de Santiago Abascal para que "retorne" al PP. En resumen, en su debut en Catalunya Núñez Feijóo no ha aportado grandes titulares ni un discurso nada novedoso, sino algo que simplemente podía aplaudir una determinada élite empresarial que difícilmente puede considerarse representativa de la Catalunya del año 2022.

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