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Feijóo se resiste a votar contra la moción de censura de Vox pese a que dirigentes del PP no ven bien la abstención a Tamames

En el PP creen que si Feijóo no se opone a una moción que él mismo califica de "esperpento" es por los equilibrios constantes en su relación con la extrema derecha. 

Feijóo
El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo (d), saluda a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a su llegada a la clausura de la Intermunicipal hoy domingo en Valencia. EFE/Kai Forsterling

Más allá de nacer muerta, la moción de censura de Vox ha tomado un tono ignominioso con el nombre de Ramón Tamames, de 89 años, encima de la mesa. "Nosotros en ningún caso hubiéramos pedido a alguien con el prestigio y las circunstancias personales de Tamames que pase este trago, que haga este papel", criticó este lunes Borja Sémper desde la sala de prensa de Génova. A esa misma hora el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, mantenía una reunión con los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado en la que calificó la moción de "despropósito" pero dónde no habló ni sometió a discusión el sentido del voto. Porque, con todo, Feijóo se mantiene en la abstención resistiéndose (no hay que perder de vista las municipales y autonómicas del 28M) a votar en contra de la extrema derecha.

Feijóo comprometió el sentido del voto del PP a la moción hace casi dos meses, el 13 de diciembre, cuando Vox le arrinconó anunciando que presentarían una moción de censura al Gobierno y que tratarían de buscar "un candidato de consenso" en la derecha. " 'No' no vamos a votar", dijo en una entrevista con Federico Jiménez Losantos (satélite mediático de la ultraderecha) en EsRadio. Esas declaraciones pillaron con el pie cambiado al partido porque el tema no se había despachado internamente, pero los populares acataron disciplinadamente la decisión de Feijóo. El PP asumió así su discurso: "No vamos a votar que no porque estamos pidiendo elecciones".

Pero, después de dos meses de especulaciones y de nombres extravagantes, Santiago Abascal propuso la semana pasada al economista, exdirigente del PCE y luego militante del CDS, Ramón Tamames, como candidato a la moción y, por ende, presidente del Gobierno. Tamames no ha aceptado oficialmente la oferta de Vox pero en su tournée por los medios de comunicación de los últimos días deja claro que la oferta le atrae. "Pienso invitarle a cenar o a comer en casa, para conocernos antes de la sesión. Me parece que es el normal en personas civilizadas, y el presidente lo es, indudablemente", ha dicho sobre Pedro Sánchez en una entrevista con la agencia EFE.

En el PP ponen en valor el "respeto" que sienten por la "figura" de Tamames pero critican el movimiento de la extrema derecha proponiéndole a él. "Tiene un ego desmedido", coinciden entre las filas populares (a todos los niveles), "y por eso ha aceptado".

Lo cierto es que la elección de Abascal pone en un brete a Génova porque la abstención en la moción, que no tiene ninguna posibilidad de prosperar, supone no oponerse a que Tamames fuera presidente del Gobierno. Porque eso es exactamente para lo que se postula un candidato a una moción de censura. Esa postura no convence a casi nadie, más aún cuando el propio partido califica abiertamente la moción de "despropósito" y "esperpento".

Así, fuentes próximas a Isabel Díaz Ayuso defienden que Feijóo debería rectificar su posición y votar en contra de la moción porque creen además que es "una moción contra Feijóo" y no contra Pedro Sánchez. Creen que al presidente del Gobierno "le va a servir para contar su propaganda" en la tribuna porque no confrontará directamente con Tamames si finalmente, como todo apunta, termina siendo el candidato. En el PP, además, saben bien que Sánchez "se crece" en este tipo de intervenciones.

Esa misma opinión sobre lo que debería hacer el PP con su voto en la moción la comparte otro barón territorial del PP y diversas fuentes parlamentarias populares a las que ha consultado Público, algunas de las cuales justifican que Génova insista en que su "posición sigue siendo la misma", tal y como aseguró este lunes Borja Sémper, por la cercanía de las elecciones autonómicas y municipales. Feijóo ha dicho por activa y por pasiva que quiere arrastrar hacia su papeleta a los votantes de la extrema derecha.

Ciudadanos rechaza ahora la moción

Dónde sí ha habido ya un giro es en Ciudadanos. Para la nueva líder del partido, Patricia Guasp, la moción es ahora "inútil" y ha asegurado este lunes que el nombre de Tamames solo ayuda a "polarizar".

Estas declaraciones suponen una enmienda a la expresidenta de CS, Inés Arrimadas, que apoyaba la moción impulsada por Vox hasta el punto de haber colaborado con Abascal en la búsqueda de ese "candidato de consenso" que nunca llegó.

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