MADRID.- El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha tachado de "incalificable atentado" la agresión que sufrió este martes la presidenta de VOX Cuenca, Inma Sequí, y ha destacado el "máximo interés" por parte de las autoridades, que trabajarán con "la mayor diligencia" para esclarecer los hechos.

La dirigente de VOX recibió este martes una paliza en la puerta de su domicilio por parte de tres personas a grito de "fascista". Tuvo que estar hospitalizada durante unas horas por las heridas sufridas, incluyendo un pómulo roto.

Fernández Díaz ha apuntado que la agresión a la presidenta de VOX es un ejemplo de "lo contrario que desea una sociedad democrática, plural y responsable" y que las autoridades están demostrando "su profesionalidad" para poder localizar y poner disposición judicial a quienes han cometido "este acto de agresión a esta persona por sus ideas políticas".

En los pasillos del Congreso de los Diputados, el ministro ha aprovechado para mostrar "solidaridad" con Inma Sequí y su "deseo de un pronto restablecimiento" de la cuestión para que sus autores respondan ante la autoridad "lo antes posible".

La familia de la víctima dice que no había recibido amenazas

A la familia de la presidenta de VOX Cuenca, Inmaculada Sequí, que ayer recibió una paliza en la puerta de su domicilio por parte de tres personas a grito de "fascista", no le consta que la joven de 18 años haya recibido amenazas previas a la agresión.

En declaraciones a Cadena Cope recogidas por Europa Press, Luis Sequí, el padre de Inma, ha tachado el hecho de "intolerable" y se ha mostrado "indignado" por la paliza.

Según ha recalcado, "es innegable" que la agresión se ha producido por la condición política de la joven, que además fue la candidata de VOX a la Alcaldía de Cuenca en las pasadas elecciones locales del mes de mayo.

A pesar de que Inma Sequí no reconoció a sus agresores, su padre ha dicho confiar en la "habilidad policial" para que conseguir identificar a los dos hombres y la mujer que ayer por la mañana estaban esperando a Sequí en la puerta de su casa.

Al grito de "¡Es ella! ¡A ver qué dices ahora, fascista de los cojones!", la agredieron hasta dejarla inconsciente. La joven fue hospitalizada al tener roto el pómulo, el labio partido y contusiones varias.