La figura del verificador entre el PSOE y ERC, un primer paso hacia la supervisión de las negociaciones del conflicto catalán
Los socialistas aceptan que una entidad internacional supervise sus conversaciones con los republicanos, aunque rechazan que forme parte de la Mesa de Diálogo entre gobiernos.
La figura del mediador es una figura que sobrevuela habitualmente la mayoría de los numerosos conflictos políticos, con o sin violencia, que se producen hasta en el último rincón del planeta. Se plantea como pieza clave para la resolución de conflictos, y es una figura habitualmente codiciada por la parte más débil y rechazada por la parte fuerte. El débil lo considera un refuerzo a sus planteamientos y el fuerte un obstáculo para sus imposiciones.
También es habitualmente una figura que permite a una parte intentar internacionalizar el conflicto, mientras la otra acostumbra a querer evitarlo. En el caso de los Estados, alegando que se trata de un asunto interno en el que no se debe inmiscuir ningún actor exterior.
Este planteamiento encajaría también en el conflicto político entre Catalunya y el Estado español, que desembocó en el referéndum y la declaración de independencia del 2017, con graves consecuencias judiciales posteriores. Y, por ello, el independentismo catalán clama desde hace años exigiendo esta figura del mediador, mientras que el Gobierno español la rechaza, apelando a esa consideración de asunto interno, a pesar de haber reconocido la existencia de un conflicto político.
Pero el acuerdo de investidura entre el PSOE y ERC parece haber movido un poco las posiciones y, aunque no se puede hablar de mediadores, sí ha conseguido colarse la figura del verificador. Quizás como primer paso en la supervisión de las negociaciones para la resolución del conflicto catalán.
Espacio de negociación y verificador
El acuerdo establecido entre el PSOE y ERC para la investidura de Pedro Sánchez dice, literalmente, que paralelamente a la Mesa de Diálogo y Negociación entre gobiernos que continuará los trabajos de la legislatura pasada, “se creará un espacio de negociación entre ambos partidos que cuente con un mecanismo que tenga las funciones de acompañar, verificar y realizar seguimiento de todo el proceso de negociación y de los acuerdos a los que se llegue”.
Fuentes de la negociación explican a Público que este verificador se circunscribe exclusivamente a las conversaciones entre el PSOE y ERC, en un comité de relaciones entre socialistas y republicanos, en las que participarán miembros de los dos partidos. En ningún caso la verificación se producirá en la Mesa de Diálogo, en la que se sentarán exclusivamente miembros de ambos ejecutivos sin participación externa alguna.
El PSOE acepta dos propuestas de verificadores de ERC
Según fuentes de Esquerra durante una conversación informal con un grupo de periodistas —entre los que se encontraba Público—, el PSOE habría aceptado ya dos de las propuestas de la media docena de entidades u organizaciones internacionales especializadas en resolución de conflictos que han aportado por los republicanos. Aunque se reservan dar nombres a la espera de que alguna de estas dos organizaciones acepte el encargo o lo declinen.
El paso para activar este mecanismo de verificación deberá darlo ahora el PSOE, con un contacto para demandar estos servicios con la organización finalmente elegida, ya que el protocolo de estos casos requiere se active el proceso de verificación a instancias de las dos partes.
Estamos, pues, lejos de poder hablar de mediadores —y mucho menos en la esfera institucional— entre el Gobierno español y el de la Generalitat. Y los expertos en resolución de conflictos consultados apuntan que la fórmula de supervisar las conversaciones entre los dos partidos —pero no la Mesa de Diálogo— “no es lo más óptimo, pero si las partes lo aceptan, se puede realizar”.
Estos expertos alertan también de la dificultad que implica que las negociaciones se den por separado entre el PSOE, ERC y Junts, aunque estos últimos también dispongan de alguna figura similar. De hecho, este sería un punto a pulir entre Junts y el PSOE, que mantiene encallado a última hora el acuerdo de investidura. Ahora bien, los expertos ven con normalidad estas dificultades, ya que aseguran que la fragmentación de actores en las partes enfrentadas, especialmente en la más débil, es un fenómeno muy habitual.
Los efectos en la Mesa de Diálogo
Los efectos en la Mesa de Diálogo
Pero esta verificación que ha aceptado el PSOE no es menor, dado que el acuerdo de investidura también establece que ese “espacio de negociación” o “comité de relaciones” entre los dos partidos tiene “la finalidad de que las propuestas que lleguen a la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo cuenten con un ritmo de trabajo constante y con un grado óptimos de debate y compromiso político y puedan implementarse durante la presente legislatura”.
Y, aunque los trabajos finales en esa Mesa de Diálogo entre gobiernos y sus acuerdos no contarán con la verificación, la supervisión previa de un tercero “puede ayudar a evitar malentendidos, disonancias, interpretaciones divergentes o erróneas y facilitar los trabajos y, por consiguiente, los acuerdos”, aseguran fuentes de la negociación.
El acuerdo fija que “a tal fin, se designará de mutuo acuerdo a una persona de reconocido prestigio para realizar dichas tareas”. Dirigentes de Esquerra han explicado en la conversación informal de este martes con un grupo de periodistas que no se trataría de una persona física como tal, sino más bien de una entidad de reconocido prestigio, que designaría a uno o diversos miembros de sus equipos de trabajo para realizar la verificación. Pero que, en cualquier caso, es la entidad u organización como tal quién respondería frente a una controversia o conflicto entre los dos partidos.
La ratificación y continuidad de la Mesa de Diálogo era una de las tres condiciones que exigía Esquerra para el acuerdo de investidura, junto a la amnistía y la carpeta social de la financiación, y el traspaso de Rodalies.
"Ahora deberemos centrarnos en la resolución del conflicto político por vías exclusivamente políticas y democráticas, y nosotros proponemos el referéndum de autodeterminación pactado", aseguran desde ERC.
En cambio, el PSOE rechaza la posibilidad de ese referéndum, y en el acuerdo solo figura que “también debe abordarse el debate sobre la forma en que los acuerdos a los que se puede llegar sobre el marco político de Catalunya puedan ser refrendados por el pueblo catalán”.
Las categorías de los expertos en resolución de conflictos
Las categorías de los expertos en resolución de conflictos
Los expertos en resolución de conflictos políticos alertan de que existe una gran confusión en las nomenclaturas, y que no es lo mismo un mediador que un relator o un verificador, entre muchas otras figuras y fórmulas que existen a la hora de intervenir en el intento de resolver un conflicto político.
La figura del de mediador sería el rango más alto, pero es muy poco frecuente, ya que es una figura que, en las negociaciones, se sitúa al mismo nivel que las partes. “Lo que pasa es que muchas veces se confunde lo que es un relator o verificador con el mediador”, asegura una experta “y sus funciones y estatus son radicalmente diferentes”.
En la resolución de conflictos, el mediador es la figura más intervencionista, y puede proponer a las partes la agenda a seguir o puntos del orden del día de las reuniones. También es alguien que propone una solución y que actúa como una tercera parte.
Otra figura sería el facilitador, que tiene entre sus funciones dinamizar las reuniones para que se desarrollen positivamente, incluso desde el punto de vista de la logística. También existe el relator, que actúa tomando notas. Y, finalmente, un verificador que sería quien se cerciora de que se cumple lo pactado. Esta sería la figura incluida en el acuerdo entre el PSOE y ERC.
Si el conflicto entre Catalunya y el estado realmente llega algún día a una negociación clásica de resolución de conflictos, antes de llegar al mediador, requerirá de figuras previas, pero no menos indispensables.
Entre ellas, el explorador, que mira las intenciones y disposiciones reales de las partes; el preparador, que habilita a alguna de las partes para que esté en condiciones de sentarse en una mesa de negociación; o el convocante, que invita solemnemente a las partes a sentarse para negociar. Y, posteriormente, otros actores como el incentivador (con propuestas económicas o políticas) o el unificador (que agrupa a las disidencias que puedan surgir).
En cualquiera de sus variantes, los expertos en resolución de conflictos tienen dos premisas: prudencia y confidencialidad respecto a las conversaciones, y discreción para pasar inadvertidos. Lo cual no quiere decir que no haya algunos muy conocidos, como George Mitchell en el caso irlandés o el obispo sudafricano Desmond Tutu.
En Europa existe una larga tradición de organizaciones ligadas a universidades o fundaciones dedicadas a estas labores. Por ejemplo, en Suiza o los países nórdicos, con Noruega a la cabeza. La Fundación Olof Palme sería un claro exponente.
El trabajo discreto de Rovira en Suiza
El trabajo discreto de Rovira en Suiza
En el caso del conflicto catalán, este primer paso de verificación internacional, ni se ha improvisado, ni sale de la nada. Tiene mucho que ver con la elección que hizo la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, del país para pasar su exilio. Eligió justamente en la ciudad suiza de Ginebra, un epicentro de este tipo de organizaciones.
Rovira se trasladó en 2018 a Suiza para evitar la cárcel que comportaba su imputación por rebelión, la cual hubiera derivado en sedición. Y, aunque el delito decayó con la reforma del Código Penal, se ha mantenido en territorio suizo, dado que ya se esperaba la imputación como presunta dirigente de Tsunami Democràtic, que se ha oficializado este viernes por parte de la Audiencia Nacional. Imputación que comporta una acusación de terrorismo, y que la amnistía pactada contempla después de una dura negociación.
Rovira ha realizado un exhaustivo trabajo en el ámbito de la resolución de conflictos y Esquerra ha contado con el asesoramiento de algunos destacados expertos para encarar la negociación con el Gobierno español estos últimos años.
Los republicanos catalanes, además, han contado con la experiencia de algunos de sus socios internacionales inmersos en conflictos, aunque de naturaleza violenta y por tanto muy diferente a la del catalán, que es estrictamente pacífico. Es el caso de la izquierda abertzale, con EH Bildu; o de Irlanda, con los dirigentes del Sinn Féin y con Gerry Adams al frente. A estos últimos visitó hace pocos días el presidente de Esquerra, Oriol Junqueras, y hace unos meses el president de la Generalitat, Pere Aragonès.
La dirección de Esquerra lo reconocía este martes sin ambages, aunque de manera informal a un grupo de periodistas. “No hemos llegado solos hasta aquí. Nos han acompañado y nos han asesorado algunas fundaciones de carácter internacional y algunos mediadores de conflictos. Y queríamos que esto quedara reflejado de alguna manera en este acuerdo de investidura”.
“De momento nace entre los dos partidos, el PSOE y ERC” admiten los republicanos, pero recuerdan que en el foro entre partidos también habrá miembros del Govern, que formarán parte de la Mesa de Diálogo, Negociación y Acuerdo, donde veremos si se cierra o no el anhelado pacto que resuelva el complejo conflicto político entre Catalunya y el Estado español.
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