Público
Público

Frob y Bankia acusan a Blesa y Rato de un uso "irregular" de las tarjetas 'black' para apropiarse de fondos de Caja Madrid

Ambos piden tres años de cárcel para el exvicepresidente del Gobierno. El Fondo de Reestructuración Bancaria eleva a cuatro años y nueve meses su petición para Blesa

Rodrigo Rato y Miguel Blesa

JULIA PÉREZ

MADRID.- Los escritos de acusación de Bankia y del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria están plagados de reproches hacia la excúpula de Caja Madrid que se gastó 12,39 millones de euros con tarjetas opacas al fisco, incumpliendo sus deberes de lealtad “y causando un perjuicio a las entidades que administraban o por cuya rectitud velaban”.

Los mayores reproches se los lleva Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid, quien es señalado como la persona que ideó un sistema con un “uso desviado e irregular” para la apropiación de fondos de la entidad a espaldas de sus órganos de gobierno y al margen de la normativa. Bankia pide para él cuatro años de prisión, que el Frob eleva a cuatro años y nueves meses de cárcel, dado que le acusan de administración desleal y apropiación indebida.

Por esos mismos delitos, la entidad financiera y el organismo de reestructuración piden tres años de cárcel para su sucesor, Rodrigo Rato. El expresidente de Bankia y exdirector gerente del Fondo Monetario Internacional es señalado en los escritos de acusación como el máximo responsable de asumir, mantener y aplicar este sistema fraudulento.
Tanto Bankia como el Frob acusan a ambos de administración desleal, porque ocultaron esta desviación del dinero a la entidad, a sus auditores y al Banco de España.

También reservan duros reproches a Ildefonso Sanchez Barcoj, para el que solicita dos años y nueve meses de cárcel, porque tuvo “el mayor protagonismo” al establecer el sistema opaco al fisco y a la propia entidad, “siguiendo las indicaciones o instrucciones de los presidentes”, según el escrito del Frob.

Bankia y el Frob solicitan procesar a 55 exdirectivos, para los que piden penas que van desde los dos años de cárcel a los tres meses. Además reclaman responsabilidades civiles para otros once exdirectivos.

El Frob no se anda con paños calientes con el resto de miembros del Consejo de Administración de la Comisión de Control y de los Directivos que utilizaron las tarjetas black “a sabiendas de la ilicitud patente” de su uso para gastos personales. A todos ellos acusa incumplir sus deberes de lealtad por utilizar este sistema “en su beneficio y perjuicio de las entidades que administraban o por cuya rectitud y sometimiento a las buenas prácticas velaban”.

Bankia destaca que las tarjetas de crédito fueron emitidas al margen del circuito establecido y fueron utilizadas por los acusados “para su disfrute personal y familiar”. En ningún caso las disposiciones realizadas formaban parte de su retribución. No existía referencia a dichas tarjetas en los contratos que regían su relación laboral o mercantil, ni habían sido autorizadas por los órganos de gobierno.

La tarteja se cargaba en la cuenta de "fraudes, negligencias y deficiencias"

El Frob recuerda cómo los gastos de las tarjetas de Blesa, Rato y sus directivos se anotaban en una cuenta denominada “tratamiento administrativo Circular 50/99”, Circular de Caja Madrid “que tenía por expresivo título y finalidad los de ‘Regularización por fraudes, negligencias y deficiencias de los sistemas’”. Los restantes gastos se contabilizaron en una cuenta titulada “Gastos de Órganos de Gobierno”.

También se destaca que cuatro de los consejeros o directivos no utilizaron las tarjetas, “lo que revela que era posible advertir lo indebido de un uso personal impropio”. Se refieren a Francisco Verdú, Esteban Tejera, Félix Sánchez Acal (ya fallecido) e Iñigo María Aldaz Barrera.

Los plásticos tenían un límite que era "discrecionalmente" fijado por el presidente ejecutivo en función de quién fuera su beneficiario. "Los usuarios no tenían que justificar los importes dispuestos de ninguna forma", explican los escritos de calificación.

Compras, restaurantes, joyas, viajes...

Gastos personales, compras en grandes superficies, restaurantes y marisquerías de 4 y 5 tenedores, comercios textiles de lujo, joyas, hoteles de 5 estrellas o líneas aéreas en periodos vacacionales, obtención de dinero en efectivo… Bankia relata el destino del dinero detraído de Caja Madrid y destacan también que 28 consejeros siguieron utilizando las tarjetas hasta ocho meses después de su cese en el cargo.

Insólito correo

La entidad desvela que conoció la existencia de estas tarjetas a raíz de un "insólito" correo electrónico del ex secretario general de Caja Madrid Enrique de la Torre dirigido a su sucesor en el cargo, Jesús Rodrigo, que hablaba de unas tarjetas de representación que eran "black a efectos fiscales" que la actual cúpula de Bankia, presidida por José Ignacio Goirigolzarri, dice haber conocido a principios de 2014.

El correo figura en el escrito de acusación, está fechado el 1 de septiembre de 2009 y reza así: “Los miembros de la Comisión de Control, conforme a la normativa de Caja Madrid, no pueden pertenecer a consejos de filiales o participadas. Por tanto, sólo cobran dietas por las reuniones de la comisión (1.350 euros brutos). Además, tiene cada uno una tarjeta Visa de gastos de representación, black a efectos fiscales hasta ahora (no está nada claro que la nueva jefa de inspección mantenga este criterio, sobre todo teniendo en cuenta que Cipriano no conocía los nuevos importes), de 25.000 euros anuales excepto su presidente, que tiene una cobertura de 50.000 euros”.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?

Más noticias