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García-Page dice en la Conferencia del PSOE que sólo hay “unidad crítica” con Sánchez

Tomás Gómez se ve obligado a decir que “unidad es unidad”, y que no admite más adjetivos. Un PSOE anodino, pasa su Conferencia Autonómica ensombrecido por Podemos

Sánchez saluda, junto a los candidatos socialistas en la elecciones autonómicas. EFE/Manuel Bruque

MANUEL SÁNCHEZ

VALENCIA.- El objetivo era que no hubiera un ruido, una voz más alta que otra y aparentar una unidad en torno al secretario general del PSOE, Pedro Sánchez. Tras la ausencia de Susana Díaz, por su inoportuna gripe, el PSOE buscaba en su Conferencia Autonómica conseguir el cierre de filas y “no meterse en más líos”, que fue lo que le aconsejó César Luena a Miquel Iceta antes de que éste subiera al estrado para intervenir.

Los barones socialistas, de cara a la galería, cumplieron escrupulosamente la consigna y fueron políticamente correctos en sus declaraciones públicas… por la mañana. Hablaron de unidad, de cerrar filas, de buscar un proyecto para un “cambio seguro”, sin citar demasiado a Pedro Sánchez, pero buscando no crear más alboroto interno.

Pero el PSOE es el PSOE, y el ambiente era de tal rareza, tan anodino y tan triste el transcurso de la Conferencia Autonómica que, en ausencia de Susana Díaz, parece que por la tarde quiso coger las riendas del “sector crítico” el candidato socialista por Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.

“Hay unidad, pero una unidad crítica”, afirmó por dos veces, para explicar que el PSOE no es un Ejército donde todos tienen que tener la misma opinión. El liderazgo de Pedro Sanchez volvía a estar en entredicho.

La frase empezó a correr como la pólvora por la Conferencia Autonómica y empezó a enfadar a la dirección socialista y a otros dirigentes del partido, de tal manera que hasta el líder madrileño Tomás Gómez, tuvo que salir para precisar tales declaraciones: “Unidad, es unidad”, sin añadir más calificativos.

La frase no fue una anéctoda, porque con un secretario general del PSOE en una situación de tal debilidad, el dirigente castellano-manchego vino a dinamitar una Conferencia que Ferraz quería plácida, y que fuese para el lucimiento de Pedro Sánchez en su clausura.

Pero García-Page escenificó ya un enfrentamiento claro con el líder socialista, que viene agudizado tras su presencia en la reunión con Pablo Iglesias, y una polémica cena en Bruselas.

Fuentes del entorno de García-Page quisieron restar importancia a estas palabras, y aseguraron que García-Page sólo estaba hablando de la pluralidad en el PSOE y de la necesidad de autocrítica. Además, aseguraron que lo había dicho más veces. Pero en un PSOE tan débil, nada pasa desapercibido, y un veterano dirigente como García-Page más que lo sabe. Iba a hablar de bienestar social, pero habló de más cosas.

En todo caso, fue lo único que animo una Conferencia Autonómica del PSOE que estuvo mirando por la mañana la manifestación de Podemos, y por la tarde debatiendo con escaso éxito de crítica y público sus propuestas para el programa marco de las elecciones autonómicas del 24-M.

“Ya no llenamos ni nuestras Conferencias Políticas, y otros sacan doscientos mil personas a la calle. Eso lo dice todo”, afirmó un secretario general muy desencanto con un PSOE que no se encuentra.

Sánchez cerrará hoy el cónclave socialista y está en su mano poner orden, levantar los ánimos y buscar consolidarse. Algunos dicen que le queda esta oportunidad y el Debate sobre el estado de la Nación de finales de febrero. No va más.

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