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Garzón defiende la renovación que ha impulsado en IU frente
a las críticas de Iglesias

El candidato de IU a la Presidencia del Gobierno ha vuelto a rechazar la invitación del líder de Podemos de sumarse a su proyecto y dice no entender la "unidad popular selectiva" que pretende Iglesias.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, y el candidato de IU a la Presidencia del Gobierno, Alberto Garzón,iz., durante su reunión del miércoles.- EFE/Luca Piergiovanni

MADRID.- Garzón sí, pero no Izquierda Unida. Es el mensaje que el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, trasladó ayer al joven candidato de IU a la Presidencia del Gobierno. Una tesis que Iglesias ha ampliado sin pelos en la lengua en una entrevista con Público en la que subía el tono de sus habituales críticas a la coalición de Izquierda, su "fetichismo" cuasirreligioso, su histórico "espíritu tristón y de derrota" y su incapacidad para hacer una lectura correcta del escenario político en sus 30 años de historia.

En un desayuno informativo para hacer una puesta al día de sus encuentros con diferentes actores políticos de cara a esa candidatura estatal para las generales que pretende, Garzón ha mantenido las formas y no ha entrado al trapo. No le interesa generar un clima en enfrentamiento cuando, al mismo tiempo, está llamando a la unidad.

Lo que sí ha dejado entrever a Iglesias es que sus críticas pueden tener parte de verdad, que él coincide, desde antes de que existiera Podemos, con parte del diagnóstico que el líder de Podemos hace de la historia reciente de la izquierda española, pero le recuerda que la Izquierda Unida que él encabeza no es la que se sentó a negociar sin éxito con Podemos antes de las elecciones europeas.


Autocrítica

Más de un año después de que IU rechazara las primarias y viera cómo Podemos irrumpía en el Parlamento Europeo arañándole gran parte de su electorado, han pasado muchas cosas en la coalición. "Hemos hecho autocrítica y no puedo compartir la visión de Pablo", ha asegurado Garzón, que pone sobre la mesa que él ha sido "crítico con la dirección de IU hasta hace pocos meses". El diputado por Málaga fue de los primeros en reconocer el fallo del 25 de mayo de 2014, "entendí que era un error no colaborar con otras fuerzas", apunta. Se ha enfrentado al sector más identitario de la organización, dio la batalla por la expulsión de los responsables políticos del escándalo Caja-Madrid-Bankia en IU y ha forzado la ruptura con la federación de Madrid.

"El límite para seguir dialogando es el día en el que se presenten candidaturas"

Su hoja de ruta por la confluencia en candidaturas de unidad popular es, para Garzón, una muestra de renovación, pero la principal "es que yo soy el candidato de IU", defiende. No acepta la distinción de Iglesias entre él y otros sectores de IU porque ahora él representa a la coalición."IU es exactamente lo mismo que soy yo", ha apuntado. El diputado se juega mucho en esta confluencia porque ha apostado por tomar medidas drásticas para que IU no quede fuera de la ola de cambio, pero sus enemigos políticos siguen ahí, y un fracaso en este proceso confirmaría las tesis de los que le acusan de "liquidador de IU" y de "militante de Podemos".

La historia de las europeas se repite pero con los papeles inversos. "Ahora son otros los que dicen que no", ha destacado. Pero siguen pensando que el encuentro es posible."No vamos a detenernos porque a Pablo no le guste el modelo", ha sostenido. "Vamos a seguir dialogando con todos hasta el final. El límite para ello es el día en el que se presenten candidaturas", ha insistido. "Si no hay una candidatura de unidad popular, el PP y el PSOE seguirán aplicando las políticas que nos han traído hasta aquí".

Seguirá en IU

Sobre las declaraciones de Iglesias en las que le insta a participar en Podemos, Garzón ha dejado claro que no va a dejar IU. "Me lo llevan ofreciendo desde el minuto cero. En ningún caso me voy a ir a Podemos, IU es mi proyecto y los cuadros de IU son más valiosos en IU", ha zanjado antes de recordar que las palabras iniciales de Podemos, cuando se presentó en febrero de 2014, "las que hablaban de colaboración entre fuerzas, de mano tendida, son las que suscribimos" desde que el joven diputado ha escalado hasta ser el cabeza de lista.

"La ley electoral penaliza la fragmentación de fuerzas políticas"

Garzón no quiere "jerarquías" ni "paraguas". No quiere que ningún agente esté "supeditado a Podemos", sino "trabajar codo con codo con Pablo y con mucha más gente". Tampoco cree que sus potenciales aliados como Equo, Anova, Procés Constituent, Compromís y otras fuerzas y colectivos sociales, vayan a terminar apostando al supuesto caballo ganador que representa Podemos. "Hemos trabajado con ellos en muchos momentos anteriores a Podemos, en Gobiernos, en las calles...Pero no vamos a pelearnos por aliados", ha explicado.

Procesos unitarios en Galicia y Catalunya

La visión de Garzón es que "el clima en la calle es de unidad". Niega que su proyecto sea una "sopa de siglas" o un "frente de izqueirdas". Su modelo es el de Ahora Madrid o el Barcelona en Comú. También los bloques electorales que se están conformando en Galicia y Catalunya para sus respectivos comicios.

"El ejemplo son la marea gallega que ya está en marcha o la plataforma Catalunya en Común que empieza a formarse", ha dicho. "El objetivo es una candidatura unitaria en todo el Estado, no entendemos una unidad popular selectiva", ha argumentado después de que Iglesias se mostrara dispuesto a que Podemos fuera acompañado de otras siglas en estas comunidades.

"La gente en la calle demanda los términos que hemos propuesto, los de las elecciones del 24-M", ha afirmado​, y está convencido de que ese espíritu acabará "desbordando a los partidos". "Hay que superar la cultura de las siglas y no ser competencia. La ley electoral penaliza la fragmentación de fuerzas políticas", ha insistido. Sin embargo, no tiene problemas en competir electoralmente con Podemos porque entiende que "el programa económico y político de IU es mejor".

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