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Gastos hipotecarios El presidente del Supremo pide perdón por la gestión del impuesto de las hipotecas y niega que los bancos le llamaran

Lesmes ha reconocido que hubo una gestión "deficiente" del asunto que ha causado daño y desconfianza en el alto tribunal de una institución que lleva "206 años trabajando, ni a favor ni en contra de ningún sector".

Lesmes, presidente del Tribunal Supremo, pide perdón por la mala gestión del 'caso hipotecas'. EFE

agencias

El presidente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Carlos Lemes, ha negado que recibiera la llamada de ninguna entidad financiera alertando del riesgo sistémico por la aplicación de la sentencia que atribuye a la banca el pago del impuesto de actos jurídicos documentados, conocido como impuesto de hipotecas, y ha perdido disculpas a los ciudadanos por lo que ha reconocido como una mala gestión de este asunto.

En un encuentro con periodistas al inicio de una jornada de puertas abiertas en el Tribunal Supremo, Lesmes ha reconocido que hubo una gestión deficiente del asunto, que no se ha gestionado bien y que ha causado un daño y una desconfianza en el alto tribunal de una institución que lleva "206 años trabajando, ni a favor ni en contra de ningún sector," y no se merece.

Lesmes ha señalado que tras conocerse la resolución que cambia la jurisprudencia existente hasta el momento sobre este tributo mantuvo varias conversaciones con el presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo, Luis Díez Picazo, a quien sugirió hacer una nota informativa para aclarar el alcance de la sentencia, entre otras cosas en lo referido a su retroactividad y a la institución a la que correspondería el pago, lo que dicho magistrado rechazó. No obstante, descarta pedir su dimisión.

Díez Picazo le explicó que había tenido conocimiento de la sentencia por la prensa, que comenzó a difundir "cuestiones inciertas, como si eran las comunidades autónomas las que tenían que hacerse cargo del impuesto, o los bancos directamente".

Para paliar esa incertidumbre Lesmes sugirió a Díez Picazo que se redactase una nota aclaratoria, que "no genera desconfianza sino que despeja incertidumbres, quizás no todas pero sí algunas". Sin embargo, el presidente de la sala optó por convocar una reunión del pleno para el próximo 5 de noviembre y resolver así los asuntos pendientes.

Aunque en su opinión una nota aclaratoria hubiera despejado más incertidumbres que una reunión del pleno, que por otra parte es una práctica normal, Lesmes ha asegurado que en ningún momento solicitó la dimisión de Díez Picazo, del que ha dicho que es un buen magistrado que ha realizado "una labor encomiable".

No se trata de que una u otra persona haya cometido un error, ha añadido, sino que se trata de una serie de circunstancias que han provocado una percepción de desconfianza sobre el Supremo y una serie de incertidumbres. A su vez, ha añadido que tratarán que no se vuelvan a repetir situaciones como ésta en el futuro, ya que los hechos han afectado a la imagen de la institución que ha sufrido un gran daño en su reputación.

El Tribunal Supremo ha trabajado con "calidad y eficacia" siempre en beneficio de la sociedad española, y no al revés, ha dicho, y ha reiterado que los problemas de gestión los van a "corregir". A todo ello, el presidente del Tribunal Supremo descarta pedir su dimisión.

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