Entrevista a 'Gelo', el alcalde comunista del municipio más rico de Galicia"Es un error pensar que solo puede votarte la izquierda"
Oleiros-Actualizado a
En el municipio más rico de Galicia gobierna desde hace más de cuatro décadas Alternativa dos Veciños, una formación independiente que surgió en los años setenta a partir del Partido Comunista. Su líder es Ángel García Seoane, Gelo, que ha desarrollado un proyecto político basado en el cuidado urbanístico, la protección social, la promoción de la cultura y el deporte y, también, la apología de la revolución cubana, la causa palestina, las luchas por los desfavorecidos y los líderes más emblemáticos de la izquierda estatal e internacional.
Oleiros, a diez kilómetros del centro de A Coruña, es un concello verde con una población de 36.000 habitantes que habitan en chalés unifamiliares y en urbanizaciones de adosados y edificios de pocas alturas, ubicados en un entorno de bosques, playas, espacios naturales, zonas verdes y parques, calles y monumentos dedicados a Che Guevara, Durruti, José Martí, Simón Bolívar, Salvador Allende...
Según la Agencia Tributaria, la renta media bruta declarada en el IRPF por los contribuyentes de Oleiros superó los 38.000 euros en 2020. En las elecciones generales de 2019 ganó el PSOE de Sánchez con el 30% de los votos, y en las autonómicas de 2020 triunfó el PP de Feijóo con el 46%. En las últimas municipales, la Alternativa dos Veciños de Gelo renovó por tercera vez la mayoría absoluta con cerca del 60% de los apoyos. Para realizar la entrevista con Público, el regidor escoge el parque de las Trece Rosas, frente al mar, dedicado a la memoria de las trece jóvenes fusiladas por Franco en Madrid en agosto de 1939.
La derecha que apoya a los partidos de derecha en las generales y autonómicas en Oleiros le vota a usted en las municipales. ¿A qué cree que se debe?
Yo le llamo la derecha culta e inteligente. No toda la derecha, porque la derecha brava no nos vota. Pero la derecha culta e inteligente nos vota masivamente. En las elecciones de hace dos legislaturas hubo un cambio tremendo en la postura de voto, el PP llegó a perder tres concejales, los que aumentamos nosotros. Así que sabemos de dónde viene ese voto.
¿Y cómo se consigue que esa derecha que usted llama culta vote a un alcalde manifiestamente de izquierda?
Hemos sido respetuosos con todo el mundo. Con cualquier persona, con cualquier credo, con cualquier religión, con cualquier partido o pensamiento distinto al nuestro. En eso somos muy serios. Y creo que uno de los errores de la izquierda en este país es pensar que si eres de izquierda solo puede votarte la izquierda. No, a mí que me voten los que crean en lo que hace el partido que yo represento. Porque no soy yo el que hace las cosas. Somos un grupo asambleario desde hace más de 40 años, somos uno de los partidos más viejos en Galicia. No existía aún el PP, ni Esquerda Galega, ni el BNG, y nosotros ya estábamos ahí en el año 79.
Somos un partido independiente, asambleario y con mucha historia detrás. Y el éxito fue respetar a todos aquellos que no piensan como tú. A mí me han criticado muchas veces por castrista, porque soy castrista, castrista hasta que me muera. Conocí y traté a Fidel y tengo ese orgullo tan grande de que me atendiera una persona de la grandeza de Fidel, el único que le puso coto a Estados Unidos, junto a los vietnamitas. Soy castrista y cubanista, hay que recordar que Cuba es un país hermano. Yo he recorrido con la cooperación internacional muchos países del mundo, especialmente de América Latina, y Cuba es uno de los pocos donde a los ciudadanos españoles nos respetan.
Su Ayuntamiento dedica homenajes, calles y estatuas a líderes de la izquierda, tanto estatal como internacional. Aquí, cerca de donde estamos, tenemos una inmensa escultura con el rostro de Ernesto Che Guevara, y estamos en el parque de las Trece Rosas, dedicado a aquellas trece víctimas del franquismo.
Aquí las calles, las plazas y los parques llevan los nombres de personas que lucharon y dieron su vida.
Salvador Allende, Dolóres Ibárruri, José Martí...
Sí, José Martí, que tiene un parque urbano hermosísimo en Perillo, no hay ninguno en el mundo como ese. Y en esa urbanización [señala hacia un conjunto de chalés de lujo] tenemos a Antonio Maceo, y a Gandhi [en el mismo barrio acomodado hay calles dedicadas a Simón Bolívar, a Sandino y a Antonio José de Sucre, libertadores y revolucionarios latinoamericanos]. Para que no se olvide nunca lo que hicieron por sus países y por el mundo, por la democracia, luchando por los desfavorecidos. Creo que alguna gente de derechas también ha colaborado en ese aspecto, pero siempre ha sido la izquierda la que ha luchado por la gente desfavorecida. Hasta tenemos una calle Emiliano Zapata.
¿Y cómo cree que valora eso el votante de derechas, que todos los días pasa frente a una estatua de Che Guevara y a quien muchos consideran un asesino?
Estos días he recibido dos correos electrónicos llamándole asesino. "Qué libro más bonito me envió usted casa, ¿pero cómo usted conserva esa estatua de ese asesino?". Pues es que usted no tienen información, o tienen la que les dieron en su momento y se quedaron con ella. A esa persona le contesté: "Mire usted, ésta es la realidad de la vida, y no la que a usted le han contado". Cuando pusimos la estatua casi hubo una revolución contra nosotros. Pero no pudieron, y eso que estábamos en minoría. Llevo gobernando con el grupo de Alternativa dos Veciños toda la democracia, 44 años, pero 28 de ellos estuvimos en minoría. Es muy fácil decirlo. En un municipio a las puertas de la ciudad, con mucha solera, con muchos intereses... Pues al final lo que logramos fue defender el interés general, que era lo que tenía que prevalecer. Y hay un sector de derechas en este municipio que no lo niega. Hace poco un vecino me dijo: "Alcalde, yo soy derechas y le voto a usted, y en mi casa también, ¡pero yo soy de derechas! Le voto porque usted hace cosas distintas, pero soy derechas".
Al margen de esa idea de que Oleiros homenajea a líderes de la izquierda, también está la gestión. Imagino que a usted no le votan por poner una estatua al Che, sino por un modelo de gestión.
La gente nos vota por lo que hacemos, le importa poco lo que pienses, y así lo ha demostrado en las elecciones. En las municipales arrasamos. En las generales, parte importante de ese voto se va al PP, al PSOE o al BNG. Analizas ese voto y puedes ver quién te ha votado. La gente valora la gestión y la honradez. En un país con tanto ladrón en la política, de todo signo, la gente está hasta las narices. Y de nosotros dicen: "¡Coño! Estos no han robado. Y encima hicieron lo que no hicieron otros". Tenemos un municipio verde, hermoso, de baja densidad [de población], con tres planes de urbanismo aprobados a lo largo de la democracia, cuando hay municipios limítrofes o de la comarca, como Arteixo, Culleredo o Cambre, que no tienen plan urbanístico.
Aquella planificación empezó en los años ochenta y evitó que un municipio de costa con playas y bosques pegado a A Coruña sufriera un desfase urbanístico y se llenara de apartamentos a pie de playa en pleno bum del ladrillo.
Hubo que poner orden. Yo he llegado a tirar más de cincuenta construcciones.
Hasta voló un chalé con Goma-2.
Sí, en la isla que hay en Mera, frente a Canide. Era un chalé con siete apartamentos en la isla [que era de titularidad pública]. Se voló con Goma-2. ¿Por qué? Porque el promotor, que era el presidente del Opus Dei en Galicia de entonces, me acusaba de terrorista. Pues si soy un terrorista, voy a usar Goma-2 para volar el chalé. Un chalé ilegal. Nunca he tirado construcciones que no fueran ilegales. En la ría de A Pasaxe se tiró otro edificio de cinco plantas. Ahora es un parque. Al principio la gente no lo entendía. Me insultaban, me llamaban comunista, todas esas lindezas que sacan cuando no están de acuerdo contigo. Pero al final fueron comprobando que lo que se hacía era por el bien de todos.
Eso es lo que logramos, un municipio culturalmente distinto, donde acabamos de entregar 58 distinciones a otros tantos deportistas de talla nacional, europea y mundial. Tenemos en Oleiros a tres campeones del mundo en patinaje artístico y patinaje de velocidad, en Estados Unidos otro ganó en vela, tenemos judokas, jugadores de rugby, piragüistas, medallas de oro, de plata... Eso es un orgullo, verlos en el estrado agradeciéndoselo a sus padres pero también al Concello por haber puesto las infraestructuras necesarias para su aprendizaje y para que pudieran llevar adelante su aspiración deportiva.
Oleiros también es un municipio demográficamente activo, frente a la crisis de población que padece Galicia.
Aquí la juventud disfruta de una cantidad de cosas que no te puedes imaginar. Entre otras, y este es un tema singular, tenemos edificios para prestar a los vecinos, que fuimos adquiriendo a través de Urbanismo. Ahí en la playa de Bastiagueiro tenemos un chalé con 2.000 metros cuadrados de finca que se les presta a los jóvenes. Hacen botellón, se divierten, no molestan a nadie... Tenemos cinco de esas casas en la costa, se les presta, hacen sus fiestas... También a familias que celebran allí cumpleaños. Les damos la llave y lo único que les pedimos es que al día siguiente nos devuelvan la casa limpia.
Esa casa de la playa de Bastiagueiro está al lado de la que usaba Franco cuando venía a bañarse allí.
Cuando Franco venía a Meirás, que está aquí a 300 metros del Concello de Oleiros, se traía a su hija y a sus nietos, y los demás no podíamos entrar en la playa, que se acordonaba con guardias civiles por todas partes y ya no podía entrar ni dios. Esa finca aún existe, se vendió en su día y hoy tiene otros propietarios. La casa que nosotros prestamos también era de un simpatizante de Franco, de uno de los que le financió, uno de los directivos de la Banca March.
Hablando de personalidades que tienen alguna relación con Oleiros, por aquí es habitual ver a Alberto Núñez Feijóo, cuya pareja estaba empadronada aquí, y también a la vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, y a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, cuya familia vive en el municipio. Aprovecho para preguntarle por la política nacional, ¿qué le parece la situación?
Tengo que decirle que yo apoyo a Pedro Sánchez. Yo no soy del PSOE, pero no soy ni tonto ni gilipollas. Creo que tiene un mérito grande como persona, porque gobernar un país como el nuestro en minoría, eso... Hay que ponerse los machitos, como decía el otro. Es muy complicado, pero es que cuando gobernaba Aznar, hasta hablaba catalán con Pujol y le entregaba al PNV todo lo que le pedían. [Sánchez] tiene un mérito tremendo. Y lo que lamento, como militante de izquierda que he sido toda mi vida, es que en la izquierda a la izquierda del PSOE haya esa separación, cada uno con su bandera. No conduce a nada. Yo no estoy a favor ni de más ni de menos, creo que he dejado claro lo que pienso. Haré lo que tenga que hacer en su momento cuando tenga que decidir mi voto, pero creo que la izquierda debe aglutinarse.
¿Qué lecciones podría extraer de Oleiros esa izquierda de la que habla?
Yo creo que muchas, pero no sé si querrían que uno de pueblo como yo les dé lecciones. Con 71 años y 44 gobernando un municipio tan conflictivo como este, el octavo de Galicia en población y en los primeros puestos del ranking de importancia. Cuando decidí presentar nuestra candidatura en la comarca de A Coruña fue para que se llevaran nuestras políticas al resto, y hoy estamos presentes en todos los municipios de la comarca. Eso es lo que yo pretendo, que haya cambio en las políticas de otros ayuntamientos y que se copien cosas de aquí. Son fáciles de copiar.
Yo he andado mucho por el mundo, y he copiado muchas de las cosas que veía. Soy músico, y cuando en el año 70 crucé la frontera para ir a Europa a tocar con la orquesta, me quedé alucinado en San Juan de Luz. "Este es el municipio que yo quiero", me dije. Bilbao estaba negro y San Juan de Luz era un vergel. Ya no le digo nada de Berna, en Suiza. Era lo que yo quería para mi municipio. Y creo que lo logré. Fui copiando esas cosas buenas. Y por eso creo que tenemos mucho que ofrecer. Hay ayuntamientos de la provincias de Pontevedra, de A Coruña y de Lugo que vienen a preguntarnos cómo hacemos algunas cosas. Y estamos abiertos siempre a explicárselo.
Quiero preguntarle también por Feijóo. ¿Qué opina de sus posibilidades?
En ese respeto del que le hablaba antes... El trato que Feijóo tuvo conmigo fue correcto. Yo tuve dos presidentes de la Xunta que me trataron bien y me respetaron: Fraga y Feijóo. Cuando no me atendían en la Xunta, yo llamaba a Presidencia y entonces los conselleiros tenían que atenderme. Pero hubo un Gobierno con un presidente socialista que no me atendió en cuatro años. ¡En cuatro años! Era un excompañero del Partido Comunista, porque yo milité en el Partido Comunista y él también había militado. El señor Emilio Pérez Touriño. ¿Por qué? Porque el PSOE quería copar Oleiros y me daba leña por todos los lados. Eso es grave. Una miseria.
Al margen de ese trato correcto que le ha dispensado Feijóo, ¿qué piensa de sus posibilidades, cree que sería un buen presidente del Gobierno?
No le voy a contestar a eso, soy muy respetuoso. Desde mi óptica, creo que no lo hizo mal en Galicia, pero España es otra cosa. España es otra cosa. Como decía el otro, que ganen los mejores. Ya lo dije antes, admiro el trabajo que está haciendo el presidente actual. Y creo que Feijóo es un tío de una derecha moderada distinta a esa que hay por ahí en Madrid, radical y extremista.
Lleva usted 44 años de alcalde y no sé si he entendido que no va a explicitar cuál va a ser su voto en las autonómicas y en las generales, pero...
Sí se lo digo. ¿En las españolas? Voy a votar al PSOE, no tengo ningún problema en decirlo.
¿Y en las autonómicas?
En las autonómicas ya veremos lo que hay por aquí.
Lo que hay son el PP, el PSOE y el BNG
Cada vez que hay elecciones yo voto distinto, siempre. Yo no soy nacionalista, soy internacionalista, pero la última vez que hice campaña fue a favor del Bloque. Y el Bloque me acaba de denunciar en el Parlamento de Galicia por tirar una casa que no tiré. Estoy procesado por tirar la Casa Carnicero, que era una casa que ardió y que se caía encima de los ciudadanos, y que por su peligro hubo que derribar porque está al lado de la N-VI. Pues fue el Bloque el que me fue a denunciar al Parlamento. Es tremendo. Aquí hay más judas que Dios. Todos quieren acabar conmigo, y el único que puede acabar conmigo es el pueblo de Oleiros. Es el único que puede decirme "Gelo, vete a casa".
No parece el caso, pero sí ha dicho que estas serán sus últimas elecciones, que no se volverá a presentar.
Sí, casi con seguridad va a ser así. Tendría que haber una situación muy mala en Oleiros, de futuro, para no tomar esa decisión. Tenemos mucha cantera, muchas personas.
¿Cómo va a preparar su sucesión?
Llevamos tiempo preparando a gente joven. Son el futuro, no las personas de 71 años como yo. Aunque estoy muy bien, sigo haciendo deporte, no tengo ninguna enfermedad...
¿Sigue tocando la batería?
Toco la batería y toco el acordeón.
¿Pero toca solo o tiene su propia banda?
A veces nos reunimos amigos. Además tengo un nieto que es contrabajista y otro que también toca la batería, yo toco el acordeón y me dicen que tenemos que hacer pasarrúas en las calles. Pero es una coña.
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