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La Generalitat asegura que el déficit fiscal del Estado con Catalunya alcanza los 20.000 millones

La Generalitat ha presentado una nueva edición de las balanzas fiscales, que constatan cómo el gasto del Estado en Catalunya sigue muy por debajo de lo que recauda con los impuestos. Para el conseller de Economía, Jaume Giró, el déficit fiscal responde a una "estrategia de control político".

El conseller de Economia, Jaume Giró (i), y el president de la Generalitat, Pere Aragonès (d), conversan al finalizar un pleno en el Parlament de Catalunya. E.P./David Zorrakino
El conseller de Economia, Jaume Giró (i), y el president de la Generalitat, Pere Aragonès (d), conversan al finalizar un pleno en el Parlament de Catalunya. David Zorrakino / EUROPA PRESS

Pasan los años, pero el déficit fiscal del Estado con Catalunya se mantiene. De hecho, incluso puede afirmarse que no deja crecer si ponemos el foco en las cifras absolutas, mientras que en términos relativos podríamos considerar que está bastante estabilizado. Ésta es una de las conclusiones que se extrae de la rueda de prensa que este jueves encabezó el conseller de Economía de la Generalitat, Jaume Giró, y en la que se presentaron los resultados de las balanzas fiscales del año 2019.

Como siempre, muestran que la aportación catalana a las arcas estatales vía impuestos es muy superior a lo que después retorna en forma de inversión o servicios. El déficit fiscal es uno de los elementos que, hace ya más de una década, fue importante para entender el crecimiento del independentismo entre la ciudadanía catalana.

En concreto, el cálculo del Govern de 2019 eleva a 20.196 millones de euros la diferencia entre los recursos aportados por Catalunya a las finanzas del Estado y lo que la administración central gastó en territorio catalán. La cifra representa el 8,5% del PIB catalán y, además, según el Departament d'Economía ese año Catalunya aportó el 19,6% de los ingresos del Estado, mientras que recibió solo el 13,4% del gasto.

El cálculo se ha realizado a partir de factores como los ingresos y los gastos de la Seguridad Social y la inversión ejecutada por el Estado, entre otros elementos, si bien Economía admite que se ha realizado una aproximación con datos no disponibles que representan el 26% del total, ya que según el Govern desde 2016 el ejecutivo estatal no envía a Catalunya todos los datos que permiten concretar las balanzas fiscales.

"Los 20.196 millones representan el 53% del presupuesto del Govern de Catalunya. Esta cantidad es la equivalente al presupuesto de [los departamentos de] Sanidad, Educación y Derechos Sociales del 2022. Es 167 veces el presupuesto de inversiones de FGC o 152 el del ayuntamiento de la ciudad de Girona", resumió Giró, quien también recalcó que la cantidad equivale a 2.700 euros por ciudadano de Catalunya.

Estos casi 20.200 millones se han obtenido con la metodología del flujo monetario, que refleja el gasto efectivo que realiza el sector público estatal y mide el impacto económico de la actividad del Estado en Catalunya. Aunque el Govern prioriza esta metodología, también ha hecho la estimación por el llamado método de carga-beneficio, que calcula el gasto en el lugar de residencia de las personas que se benefician de él, es decir, que considera que allí hay inversiones que a pesar de no estar en un territorio concreto, como Catalunya, sí benefician a sus ciudadanos. Según este otro sistema, el déficit fiscal de 2019 asciende a 14.556 millones, el 6,1% del PIB catalán.

En cualquiera de los dos métodos, sin embargo, la cifra va a más. Si hace un año el conseller Giró hablaba de un déficit fiscal de entre 18.000 y 20.000 millones, los cálculos de 2016 -los últimos que se presentaron- situaban la diferencia entre lo que Catalunya aporta al Estado y lo que recibe en 16.801 millones si se utilizaba el método del flujo monetario y en 12.225 millones con el de carga-beneficio. Lo que suponía el 7,9% y el 5,7% del PIB, respectivamente.

"Maltrato económico sistemático y desleal"

Si se analiza la serie histórica de las balanzas fiscales, siempre según los cálculos de la Generalitat, el déficit del Estado con Catalunya se ha mantenido bastante estable en términos de PIB, ya que la mayoría de años se ha movido entre el 7% y el 9% del PIB si se estima a partir del modelo del flujo monetario, y entre el 5% y el 7% si es a través del de carga-beneficio. En cifras absolutas, sin embargo, obviamente el volumen se ha ido disparando y si en el 2012 estaba por debajo de los 13.000 millones, siete años después ya estaba a tocar de los 21.200 (según flujo monetario, con el de carga- beneficio la evolución en el mismo período implica un salto de los 8.900 a los 14.556 millones). En 2002, el primero con el déficit fiscal calculado con ambos métodos, la cifra se movía entre los 13.696 millones y los 10.225.

Para el conseller Giró los datos demuestran que el "maltrato económico del Estado a Catalunya es sistemático, endémico y desleal". "Hace más de treinta y cinco años que los catalanes pagamos prácticamente un diezmo a España y no sabemos exactamente a cambio de qué", ha añadió el titular de Economía.

Fue más lejos de las balanzas fiscales y también recordó la escasa ejecución de las inversiones presupuestadas por el Estado en Catalunya (de poco más de un tercio del total)- y la liquidación de la financiación autonómica de 2020, cuando Catalunya fue la segunda autonomía que más recursos aportó al sistema general, pero la 14ª en recursos recibidos per cápita. Por todo ello, concluyó que el déficit fiscal responde a una estrategia de "control político en un país que quiere hacer oír su voz".

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