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Génova ensaya en el PP de Aragón la fórmula para imponer a Almeida en Madrid y desactivar a Ayuso

Pablo Casado testea con el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, y en un territorio afín el modelo de líderes orgánicos que no compiten a escala autonómica que pretenden imponer en la comunidad madrileña y que también prevén aplicar en Cantabria.

El alcalde de Zaragoza y único candidato a presidir el PP aragonés, Jorge Azcón, a la derecha, con Pablo Casado y con su antecesor, Luisma Beamonte
El alcalde de Zaragoza y único candidato a presidir el PP aragonés, Jorge Azcón, a la derecha, con Pablo Casado y con su antecesor, Luisma Beamonte. EFE

"Hace dos meses era impensable que un alcalde fuera presidente regional del partido", explica un veterano dirigente del PP aragonés, uno de los muchos que interpretan la candidatura de Jorge Azcón para relevar a Luisma Beamonte en el congreso que los conservadores celebraran el fin de semana previo a las navidades como un ensayo de la fórmula que la dirección de Pablo Casado pretende aplicar en Madrid para desactivar la amenaza interna que para su equipo supone la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso.

"Lo del PP de Aragón va a ser un experimento para ver si el invento funciona. Y si funciona, se lo impondrán a Ayuso" con la candidatura de alcalde madrileño, José Luis Martínez Almeida, pronostican fuentes del PP.

Supondría, también, un precedente susceptible de ser aplicado en Madrid, territorio en el que las disputas entre alcaldes de la capital y presidentes de la comunidad por el control de la organización autonómica han llevado a Génova desde los tiempos de José María Álvarez del Manzano y Alberto Ruiz Gallardon a optar por una 'tercera vía' en el ámbito orgánico.

Tanto en el PP como en la mayoría de partidos lo habitual es que el líder orgánico a escala regional sea el candidato al Gobierno autonómico y viceversa, por lo que cuando se aproxima un relevo las opciones suelen centrarse en los parlamentarios de ese ámbito: si están en la oposición, por la posibilidad de confrontar desde el primer día con el presidente de otra formación; y si están en el Gobierno, por las mayores posibilidades de proyección en ese escenario, aunque siempre con la posibilidad de ocupar una consejería como 'plan b' si carece de acta parlamentaria.

"A Azcón le ha ido de maravilla lo de Madrid"

Esa fórmula, no obstante, ha tenido excepciones como la de Luisa Fernanda Rudi, que durante casi tres años (2008-2011) compatibilizó la presidencia del PP aragonés con un escaño en el Congreso y que no regresaría a las Cortes autonómicas hasta la primavera de 2011, unas semanas antes de alcanzar la presidencia del Gobierno de Aragón.

La actual dirección del PP se muestra decidida a desligar el ámbito autonómico orgánico del institucional en al menos tres territorios

Sin embargo, la actual dirección del PP se muestra decidida a desligar el ámbito autonómico orgánico del institucional en al menos tres territorios: Aragón, Madrid y Cantabria, donde Génova se inclina por Gema Igual para relevar a María José Sáez de Buruaga, aunque la primera, lo mismo que venía haciendo Azcón en los últimos meses, elude pronunciarse sobre esa eventual candidatura antes de la convocatoria del congreso, que en principio se celebraría en marzo.

Azcón oficializó este miércoles su candidatura a la presidencia del PP aragonés, una carrera en la que todo apunta a que no tendrá rivales y en la que dirigentes de su confianza y/o de la de Casado, ocupan puestos clave en los preparativos de ese congreso, caso de su jefe de gabinete, Octavio López, y del diputado Pedro Navarro, exconcejal al que mantuvo como coordinador de esa área entre las dos elecciones generales de 2019.

"Azcón se lo ha trabajado para ser el candidato oficial, pero también le ha ido de maravilla lo de Madrid" porque ha impulsado sus opciones, señalan fuentes del PP, que llaman la atención sobre las incógnitas ante las convocatorias electorales de mayo de 2019, para las que ya se especula con escenarios que incluyen tanto la doble candidatura del alcalde al ayuntamiento y al Gobierno autonómico como distintos 'tickets' con otros candidatos.

Un territorio que ya se reveló 'casadista' en las primarias

Mientras el 'experimento' va tomando cuerpo, tanto la dirección saliente como la entrante que se presupone eluden pronunciarse sobre la guerra abierta entre 'ayusistas' y 'casadistas' por el control del partido en Madrid.

Aunque quizá tampoco sea necesario. Aragón fue en 2018 uno de los siete territorios, junto con Catalunya, Baleares, Navarra, Murcia, Extremadura y Madrid en los que Casado se impuso en la primera vuelta de las primarias  que le llevaron a la presidencia del PP, un resultado sorprendente cuando el aparato autonómico apostaba por María Dolores de Cospedal, que sí se impuso en la provincia de Zaragoza, y los 'sorayistas' mantenían una aparente presencia que resultó no serlo tanto.

En ese sentido, el PP aragonés que viene, en el que emergen figuras como la del zaragozano Navarro, amigo personal de Casado, y en el que se mantienen otras como las del oscense Mario Garcés, responsable de Programas en la ejecutiva de los conservadores, o la alcaldesa de Teruel, Enma Buj, está alineado con Génova aunque la prudencia invita a no pronunciarse abiertamente antes de conocer el resultado de la disputa madrileña.

"Sería como comparar al Liverpool con el Tarazona"

La situación de los conservadores en Aragón, que no tiene nada que ver con la de los madrileños en el plano autonómico, sí guarda paralelismos con la de los cántabros en ese ámbito, en el que en ocho años ambos perdieron prácticamente la mitad de la representación y pasaron de gobernar a carecer de posibilidades prácticas  de hacerlo, tras dejarse, respectivamente, 14 escaños de 30 y 11 de 20.

"Comparar la situación del PP autonómico de Madrid con la de Aragón sería como comparar al Liverpool con el Tarazona", el equipo de Segunda RFEF de la ciudad de Beamonte, apunta, gráficamente, otro veterano conservador.

Con todo, en medios populares se va extendiendo una sensación de triunfalismo ante la implosión local de Ciudadanos, el perfil bajo de Vox en las Cortes y el Ayuntamiento de la capital y los resultados de las encuestas de ámbito estatal, a pesar de que estas todavía no contemplan la irrupción a escala autonómica de Teruel Existe y los movimientos políticos de la España vacía, algo que inquieta especialmente a los partidos en Aragón, y de que sus interpretaciones suelen desdeñar los elevados índices de desmovilización, que superan el 30%.

Las similitudes a escala municipal, donde Zaragoza es la segunda ciudad más poblada del país con gobierno conservador, también son mayores con Santander que con Madrid, donde el PP recuperó en 2019 una alcaldía que desde 1991 solo había dejado de ocupar entre 2015 y 2019. Tanto Azcón, que llegó a la alcaldía como el candidato con menos concejales propios de la democracia, como Igual encabezan sendas coaliciones con Ciudadanos cuyas mayorías dependen de Vox, un peaje del que se libra Almeida, al que le salen los números con su pacto con los naranjas.

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